SEMANA SANTA 2024. EL ENCUENTRO, O
TODO POR UN MANTO
Se presentaba la Semana Santa 2024 cargada de novedades. En
Cuaresma tuvimos en Logroño la exposición “Santo Entierro” donde, por primera
vez en toda su historia, la homónima hermandad sevillana, mandaba fuera de su
ciudad, seis figuras secundarias del paso de duelo. Llegaban a Logroño para, en
la capilla de los Ángeles de la concatedral de Santa María de la Redonda, junto
a la Soledad y al Sepulcro locales, exponerse a la vista/culto a los cofrades y
ciudadanos logroñeses, siendo un éxito, todo hay que decirlo. Posteriormente,
la Cofradía de la Virgen de la Soledad tomaba el relevo para, en el mismo
lugar, exponer el manto recién restaurado que bordado por las MM. Adoratrices
de Logroño, estrenado en el año 1949 y pagado por suscripción popular.
La misma Cofradía decidió que en la procesión del Encuentro,
en lugar de la imagen de la Dolorosa, saliera la imagen de la Soledad portando
el manto restaurado, sin dosel. Una mezcla rara pero que recordaba los tiempos
pasados en que así salía la imagen. Llegado el Miércoles Santo, con el tiempo
movido y una pequeña posibilidad de lluvia, dio comienzo la procesión. Exactamente,
cuando estaban llegando los dos pasos al punto central del Encuentro, se desató
un chaparrón, fuerte e intenso. La Cofradía nazarena, tal y como se había
quedado en la organización de dicha procesión, se partió en cuatro partes,
dejando un hueco por el que debía avanzar el paso, mientras la Soledad, se
acercaba al punto central. Fue en ese mismo momento cuando el Hermano
Secretario de la Hermandad de Cofradías de la Pasión de la Ciudad de Logroño,
tomó el micrófono y suspendió la procesión
Lo que vino a continuación se puede considerar como uno de
los momentos más penosos, tristes y lamentables que se han vivido en la calle
logroñesa en las celebraciones pasionales. No el que más; menos de cuarenta y
ocho horas después, fue superado. Se pudo ver al paso de la Soledad huyendo despavorido
buscando su sede canónica, en una desenfrenada carrera en la que pareciera ir a
llevarse por delante todo lo que osase oponerse a su paso. El resto de la
Cofradía y representaciones que le acompañaban le siguieron más o menos a
parecida velocidad.
Por otro lado, se encontraba la Cofradía nazarena a la que,
todo sea dicho, le pilló por sorpresa, la suspensión y la huida de la otra
Cofradía. Como se ha comentado anteriormente, la sección de la procesión salida
de Santiago, se encontraba partida en cuatro partes, observando cómo la gente,
tras suspenderse, atravesaba la calle, se mezclaba con ellos y era,
prácticamente imposible, organizar absolutamente nada. Finalmente, gracias al
esfuerzo de varios cofrades, se pudo organizar el regreso a la iglesia de
Santiago, el Real, que se hizo, por cierto, en más de un ochenta por ciento de
su recorrido, sin lluvia.
Lo mejor de todo fue que, tras el incidente y esperando
alguna reacción por parte de los organizadores del desaguisado, no hubo
ninguna. Silencio. Todo el mundo callado. Oficialmente, nada. Ni por parte de
la Hermandad de Cofradías, ni de la Cofradía de la Soledad ni de la nazarena Cofradía.
Corrillos, comentarios, que si han dicho, que si a mí me han contado que esto,
que aquello, que etc., eso sí, muchos y variados, para todos los gustos. Un
ejemplo más del “catetismo” en que se mueve la Semana Santa logroñesa; lo
curioso es ver a la gente sacar pecho con la declaración de interés turístico
nacional de la Semana Santa logroñesa, pero, a la hora de la verdad, se sigue
funcionando como en los mejores tiempos del nacionalcatolicismo triunfante de
los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo; ordeno, mando y, por supuesto,
no doy ninguna explicación ni nadie asume responsabilidades. Sin duda, nos encontramos ante otro ejemplo más, y
lo que te rondaré morena que dice el refrán, de la omertá cofrade que parece
reinar en esta ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario