sábado, 26 de enero de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Cofrades de Jesús Nazareno. Finales Siglo XIx

 
 
Nuestros antecesores; aquellos que, por las razones que sean, decidieron unirse para formar una asociación de fieles para procesionar, entre otras, la figura de Jesús Nazareno. Podemos decir que, gracias a ellos, estamos celebrando los ciento treinta años de la cofradía y los cincuenta de nuestro paso titular.
No ha sido Logroño muy dado a echar la vista atrás y recordar como se merecen, a aquellos que, gracias a su esfuerzo, su trabajo, mejor o peor resuelto, con sus virtudes y sus defectos, lograron sacar adelante nuestras cofradías. Lo hemos visto como, año tras año, los homenajes que anualmente se celebran para recordar a aquellos cofrades con una antigüedad de cincuenta años en la Hermandad, fracasan estrepitosamente.
Es casualidad que, a la vez, una de las referencias de la Iglesia en muchos aspectos, sean los Santos Padres. Es decir, aquellos cristianos que vivieron los primeros ocho siglos y que se caracterizaron por ser coherentes en sus vidas con sus enseñanzas. Por mencionar a alguno, Agustín de Hipona, Juan Crisóstomo, Juan Damasceno o mártires como Justino. El mismo Benedicto XVI en su obra sobre Jesús de Nazaret, recurre a las enseñanzas de estos Padres.
 
Quizá fuera tiempo de empezar a recordar a aquellos que hicieron posible o pusieron las primeras piedras, sustento del andamiaje con que nos movemos hoy. Gente como Eugenio Ugarte González, Néstor Santo Tomás Gómara, Guillermo de Diego, Fernando Rodríguez Sierra, Valentín Ruiz Galilea, José Manuel Ugarte Alonso, Eugenio Ugarte Alonso, José Lacalle Renta, Prudencio Martínez “Ramitos”, Juan Carlos Ruizolalla Pérez, Félix Blasco Ágreda, fueron las que nos legaron el actual paso titular y, aunque ya estén con “su Nazareno”, se merecen el recuerdo y el homenaje de los actuales cofrades nazarenos logroñeses.

domingo, 20 de enero de 2019

2019: AÑO NAZARENO. Década de los 90. Hacia el cementerrio

 
 
 
 
 
A principios de los años 80 del pasado siglo, la Semana Santa de Logroño, saliendo del pozo oscuro que supuso la fuerte crisis de finales de os años setenta, empieza a adquirir un carácter más dinámico, con nuevas procesiones que se suman a las ya existentes. Casi todas ligadas a la cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén, fundada en el año 1980. En 1983 aparece por primera vez la procesión del Cristo Resucitado. En 1984 el Lunes Santo, procesionará por primera vez la Oración en el Huerto, bajo la nueva cofradía. Paso que no tenía cofradía, los portadores que lo sacaban los Viernes Santo, se integraron en la cofradía de la Borriquilla. En 1985 y en Jueves Santo, saldrá la magnífica talla del Cristo de los Enfermos que se custodia en el templo carmelita de nuestra ciudad. Diez años duró esta procesión, echando el cierre el año 1995.
Los conflictos de la Entrada de Jesús en Jerusalén con la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro surgieron prácticamente desde el primer momento. Los puntos fueron varios: salir el Domingo de Ramos con el capuz, coincidencia de la procesión de la Oración con el Pregón de la Semana Santa, que entonces se celebraba los Lunes, o el hecho de procesionar al Cristo de los Enfermos el mismo día que la cofradía de las Siete Palabras y el Silencio. Aunque este hecho fue menor ya que la cofradía escolapia, en aquella época, no formaba parte de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro.
La cofradía de Jesús Nazareno colaboró desde el principio con la nueva cofradía. Muestra es que será la única cofradía que acompañe a la Oración en su primera procesión. El  Cristo de los Enfermos se vio acompañado en su primera salida por el Nazareno antiguo; el Jueves Santo 4 de abril de 1985, a las cinco de la tarde, salía la cofradía de Santiago, para regresar pasadas las doce de la noche, tras realizar todo el recorrido procesional.
La foto muestra a la banda de tambores y  cornetas de la cofradía de Jesús Nazareno, enfilando el puente de piedra a principio de la década de los años 90 del siglo XX. Desde 1983 hasta 1992, años en los que la sede de la Entrada de Jesús en Jerusalén estuvo en el colegio de la Compañía de María, la procesión partía del centro, llegaba al cementerio donde se celebraba la Eucaristía y, tras ella, se regresaba también en procesión al punto de partida, el colegio de la Enseñanza de Logroño.

domingo, 13 de enero de 2019

Año Nazareno

 
 
 
Fotografía de la cofradía en procesión en los años 60 del siglo pasado.
A principios de la citada década, la cofradía de Jesús Nazareno y Nuestra señora de los Dolores, se reorganiza. Para ello modifica sus estatutos. Son los primeros estatutos de los que se tiene constancia en la historia de la cofradía.
Desatacan dos puntos; por un lado, se aumenta el número de cofrades de dieciocho a veinticuatro, tal y como dice el artículo tres. Por otro lado, en el artículo trece se indica que "la cofradía conservará el derecho que le viene antiguo, de ocho puestos o varas en  el paso llamado de las Ánimas". derecho al que, en la práctica, se renunció pues no era necesario que fueran portadores para procesionar la magnífica talla gubiada por el maestro Arnao de Bruselas.
En los años sesenta, la cofradía se dotó de seis faroles independientes del paso para acompañarlo en los desfiles procesionales. Será en la segunda mitad de la década de los sesenta cuando la cofradía, seguramente sin saberlo y sin tener conciencia real de lo que hacían, produjo el gran cambio no ya de la cofradía, sino de todas las celebraciones pasionales de la ciudad de Logroño del siglo XX.

martes, 1 de enero de 2019

JESÚS NAZARENO, 1889-1969-2019

Comienza 2019 y con este año las celebraciones de los ciento treinta años de la existencia de la Cofradía de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores de Logroño. A la vez, el paso titular, obra del artista logroñés Alejandro Narvaiza Rubio, Celebra sus bodas de oro, los cincuenta años de existencia.
 
Semanalmente, se contarán historias, anécdotas, etc. de la cofradía penitencial más antigua de la ciudad de Logroño. Todas ellas con una fotografía o documento como elemento central.
 

 La primera aportación es una foto del Viernes Santo de 2008. En ella se ve el paso titular a hombros de sus portadores en la intersección de las calles Sagasta y Portales ...de la capital riojana, justo antes del comienzo de su participación en la procesión del Santo Entierro.
Desde mediados de la década de los noventa de la pasada centuria, la cofradía en pleno participa en los oficios de Viernes Santo de su sede canónica. El momento más importante se centra en la adoración de la cruz, que se realiza con un impresionante crucificado románico del siglo XIII, último vestigio, junto a parte de la cripta, del anterior templo románico sobre el que se construyó la actual iglesia. Son necesarios seis cofrades para mantener la imagen del Redentor en la cruz. Posteriormente se deja de pie delante del altar mayor hasta concluir la ceremonia; no es retirado hasta el día siguiente para contemplación y devoción de los fieles.
La foto corresponde al traslado del paso. Como es sabido, la procesión comienza y acaba en el templo, en el altar, lugar de salida y llegada del cristiano. En este caso hay dos traslados. Desde el templo hasta la Plaza del Mercado logroñesa, lugar de comienzo de la procesión. Y, posteriormente, desde la finalización hasta el templo. Esta es la razón por la que aparece sin iluminación. En los últimos años, en estos traslados, el acompañamiento musical no existe, siendo solo el golpeo rítmico de las horquillasen el suelo, el único sonido que acompaña al Nazareno.
Este momento también es aprovechado por componentes de la sección de instrumentos para poder portar el paso.