lunes, 30 de septiembre de 2019

2019. AÑO NAZARENO. En la pared de Santiago.



La cofradía de Jesús Nazareno de la capital riojana siempre ha estado unida a la parroquia de Santiago, el Real. Sede canónica desde su fundación; iglesia vinculada a un altozano en el eje Barriocepo- Ruavieja; la más próxima al Ebro y, por extensión a la muralla que defendía la ciudad en su parte más occidental.
La cofradía de Jesús Nazareno, adaptándose a los tiempos que le toca vivir, aprovecha su vinculación parroquial para, en las épocas más importantes del año cristiano, Cuaresma, Semana Santa y Resurrección, dejarse ver de alguna manera diferente a la que suele ser habitual en este tipo de asociaciones.
De este modo surgió entre los cofrades y la Junta de Gobierno, la idea y el deseo de realizar esta lona para hacerse presente y recordar a la gente que se acerca al templo capitalino, la existencia de la pía asociación vinculada a Jesús portando la cruz camino del Gólgota.
Sobre fondo azul, se representa el escudo de la cofradía, también diseñado por Alejandro Narvaiza. Corona de espinas rematada por corona ducal y, en medio de arriba hacia abajo una cruz. Flanqueado el escudo en su parte inferior por la imagen del paso titular a su derecha y de Nuestra Señora de los Dolores a la izquierda.
El nombre de la cofradía en la parte inferior y en las cuatro esquinas cuatro cenefas de adorno.


martes, 24 de septiembre de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Llevar el Nazareno.



El mundo cofrade es una realidad donde prima la afectividad sobre la racionalidad. Por ello llama la atención como las cofradías se integran, en buena parte de los casos, por personas que, habitualmente, no frecuentan la Iglesia, con excepción de los días pasionales. Resulta curioso observar como las calles, en los días santos, se pueblan de personas que van a ver lo que ya han visto y presenciado durante muchos años y, que, con raras excepciones, apenas varía en su desarrollo.
Indudablemente nos encontramos ante un hecho que desborda el contenido primero que tiene una procesión, como es recordar la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Nos encontramos ante lo definido como hecho social total y que posee múltiples dimensiones y, además, involucra a variados y diversos grupos sociales, actuando como elemento que rompe las fronteras sociales e iguala a todos, participantes y público. De ahí la importancia, ya reseñada, de la túnica de penitencia, que iguala a todos los componentes de la cofradía; salvo, claro está, aquellas que van, poco a poco, introduciendo diferencias como capas, cetros, trajes o simplemente uniformes diferentes a los del resto de los hermanos.
Desde esta óptica, llevar al Nazareno, adquiere un significado especial. No solo es portarlo en los hombros y permitir a las personas que en la calle se acerquen a él. Es llevarlo como sentimiento, como aquello que traspasa la simple racionalidad para hacerlo parte vital del devenir diario de cada uno.
Las nuevas tecnologías nos permiten llevarlo en el móvil, en el ordenador, en pulseras, en fundas de teléfonos, en tarjetas de crédito, en camisetas; en cualquier sitio que uno quiera. Pero, indudablemente, el cofrade lo llevará, a su modo y manera, ni mejor ni peor que otro, haciéndolo partícipe de toda su vida, en el corazón. Decía un escrito que el nazareno (entendido como cofrade) nace, pero hay que descubrirlo y construirlo poco a poco, con el paso del tiempo. “Un nazareno lo es toda su vida, aun cuando no viste la túnica, sea por su voluntad o no”.
Por eso, es necesario, a día de hoy, llevar al Nazareno todos y cada uno de los días de la vida en todas las actividades que se realicen. Como dice la cofradía logroñesa, Orgullo Nazareno !!!!


domingo, 15 de septiembre de 2019

2019. AÑO NAZARENIO. Noticias de la cofradía en prensa de 1969



La prensa del veintisiete de marzo del año 1969, daba cuenta de los diferentes pormenores de la vida de la cofradía nazarena logroñesa en aquellos días previos a la Semana Santa que iban a suponer el estreno de la nueva figura titular nazarena.
Se comunicaba el traslado del paso a la iglesia de Santiago, el Real y, la posterior bendición del mismo el día treinta y uno de marzo tras el pregón que iba a llevar a cabo don Fermín Mugueta, actuando también la Coral de las Madres Escolapias de Logroño.
En entrevista de otro medio con el entonces hermano secretario, Eugenio Ugarte, este daba cuenta del aumento del número de cofrades desde los veinticuatro que marcaban los estatutos. Se quería llegar a sesenta y cinco cofrades. Como curiosidad, el día del Pilar del año 1968, Nueva Rioja, dice que “hasta ahora, el paso tenía unas andas con tres varas delante y tres detrás. Cada vara era llevada por dos Hermanos (sic); de aquí que se necesitaran doce para llevar el paso, más el macero. Y se hacían dos turnos”; se añadía que  la cofradía “va a salir esta próxima Semana Santa con un paso nuevo, con cuatro varas delante y cuatro detrás”.
Como nota curiosa, la fotografía que ilustra el artículo es el nuevo hábito que, desde ese año, iban a llevar los portadores del Santo Sepulcro.


domingo, 8 de septiembre de 2019




En 2005, ya se ha comentado anteriormente, se produjo el centenario del antiguo paso titular nazareno. Para ello se restauró la figura, dotándolo además, de un nuevo bastidor interno, ante el penoso estado del anterior. Completó el proceso transformador unas nuevas andas que sustituyeron a las antiguas, muy deterioradas.
El paso, que tuvo una gran prédica en el sentido devocional de parte de la población logroñesa y, sobre todo, entre los antiguos cofrades, no lo ha logrado recuperar. El culto que recibe es mínimo, ya que no está expuesto por razones que no vienen al caso pero que resultarían curiosas a día de hoy. Y, si una imagen no está expuesta, es difícil que suscite devoción alguna.
Su participación en la procesión de Jesús camino del Calvario es el modo que tiene de asomarse a las calles logroñesas, tras dejar de hacerlo en el Vía Crucis de la Juventud. El Nazareno Viejo aguarda los días pasionales, escondido en un cuarto debajo de un trapo para preservarlo del posible deterioro que pueda padecer. Y, mientras tanto, en la hornacina de la cripta, lugar que se pensó desde la parroquia para su ubicación y que fue rechazado por la cofradía debido a la excesiva humedad que acabaría dañando la figura, otra figura, ve pasar los días recibiendo la visita de quién se acerca al único vestigio románico que queda del anterior templo sobre el que se construyó el actual de Santiago, el Real de Logroño.


domingo, 1 de septiembre de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Hábitos de la Cofradía desde 1969.



La túnica es el elemento unificador de todos los cofrades. La túnica es el elemento común a todos los miembros de las cofradías. Por un lado nos hace reconocernos a todos como miembros de la misma pía asociación y, por otro, nos diferencia de las demás hermandades o cofradías. La uniformidad cofrade, además, indica la igual dignidad de todos los hermanos. Morado penitencial, blanco glorioso, azul mariano, verde esperanza, etc….
La cofradía de Jesús Nazareno, ya se ha comentado anteriormente, ha usado unos cuantos hábitos a lo largo de su historia. De su túnica morada con verduguillo del mismo color en sus inicios, a la asunción del hábito de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro  a partir de 1940, llegando al diseñado por Alejandro Narvaiza desde 1969 hasta 1981, que ya ha sido explicado. Después llegará la vuelta al morado, color por excelencia de las cofradías nazarenas. Desparecerá el verduguillo, “servilleta” para los cofrades, blanco, siendo sustituido por un capuz de raso blanco con corona morada y, finalmente, la asunción del capirote morado con el escudo de la pía asociación en  el frontal del mismo.
El cambio que experimenta la cofradía es parecido al de la Iglesia; el impacto del Concilio Vaticano II, donde la Iglesia se abre con nuevas fórmulas a los nuevos problemas que le presenta un mundo diferente y una sociedad cambiante; pasado el impacto inicial, en algunos casos, nos encontramos con el regreso y recuperación lo que en un primer momento se pudo llegar a rechazar. La cofradía se retrae y vuelve a la más absoluta normalidad penitencial en cuanto a vestimenta se refiere.