domingo, 29 de diciembre de 2019

2019. AÑO NAZARENO. El Señor de Logroño, el Señor del Mundo, el Señor de la Eternidad.



Acaba el 2019 y, por extensión, finaliza el año Nazareno; acaba la conmemoración de los cincuenta años de la obra de Narvaiza; acaba la no celebración de los ciento treinta años de existencia de la cofradía de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores de la capital riojana. La cofradía sigue existiendo en Logroño; sigue apostando por procesionar anualmente, contra viento, marea y demás elementos, unos externos a ella y otros internos, sus pasos en la calle para dar más esplendor a unos fastos que llevan desarrollándose desde hace más de quinientos años en la capital riojana. Durante setenta entregas se ha intentado aportar curiosidades, anécdotas o datos para el conocimiento de la nazarena cofradía logroñesa y, por extensión, a la Semana Santa de Logroño.
Y es digno de celebrar que cada año nuestras figuras salgan a la calle; al final, es poner a Cristo portando la cruz en la calle, siendo sus pies los hombros de los nazarenos logroñeses. Como se ha comentado, es un pasaje con poca aparición evangélica, pero sí de mucha tradición en todas partes del mundo cofrade; es una de las advocaciones más queridas por las personas que, año tras año, se acercan a ver y contemplar los pasos. En el recuerdo las palabras que me dirigió un amigo allá a mediados de los años 80 cuando me dijo que, en Andalucía, solo estaban abiertas al público todo el día, las iglesias con pasos de Jesús con la cruz a cuestas. En Linares, Baeza, Úbeda, Jáen, Motril, pude comprobarlo. Iglesia abierta, figura de Nazareno expuesta al culto público; y en muchas de ellas, gente “visitando” a sus nazarenos y haciendo oración a su lado.
Como bien dice Antonio Bonet, la figura de Cristo con la cruz a cuestas “constituye, sin duda, uno de los referentes de la Pasión humanada de Cristo, interiorizado en la exteriorizada y pública manifestación de fe con proyección al templo y a la calle, ad extra y ad intra, en identidad eclesial… Jesús el Nazareno nos remite a la dimensión humana de Cristo, de su naturaleza de hombre que nació en una pequeña localidad rural de Galilea, conocido por su gentilicio de origen, y por tanto, con la genérica titularidad de Nazareno y, por derivación, a sus seguidores y cofrades como discípulos del Cofrade Mayor. Jesús, en símil biográfico al cristiano, peregrina, evangeliza y reclama con su invitación en bondadosa y penetrante mirada con la que suele bendecir al pueblo que le admira expectante. Con la otra mano amarra y se aferra a la cruz redentora, signo y trono desde el que presidirá a la Humanidad”.


domingo, 22 de diciembre de 2019



Curiosa estampa donde se observa la salida del paso en el Viernes Santo del año 2007, nuevamente salida de la cámara del fotógrafo Roberto Zaldívar. Llama la atención la inclinación que alcanza la figura al levantarla los portadores de un lado un breve momento antes que los del otro. Realizar mal la maniobra, puede dar lugar a accidentes en los que la figura sufra.
Las figuras, en todas y cada una de las salidas procesionales que realizan, sufren. Todo movimiento afecta a la estructura interna de la figura. La madera, contra lo que pueda parecer, está viva y reacciona ante las agresiones que sufre. El Nazareno, como ya se ha dicho, está realizado en abebay, madera de gran dureza. No es de una sola pieza, ya que está confeccionado en planchas de dieciocho a veinte centímetros que se prensaron. Todo ello con el fin de evitar el que, cualquier golpe pudiera partir la madera. Hay un caso en la imaginería pasional logroñesa donde una figura, debido a un golpe mínimo a la hora de moverlo dentro de su sede canónica, se rajó en parte de su estructura, apreciándose notablemente desde fuera. Evidentemente, está tapada la citada falta para que no se vea.
Como ejemplo, se dirá que en la capital castellana de Valladolid se está dando un proceso, por parte de muchos cofrades, de intentar volver a portar determinadas figuras barrocas a hombros. Pero, paradas, golpes, subidas, bajadas, etc. hacen que las figuras sufran y puedan acabar rompiéndose y haciendo peligrar la existencia de parte del patrimonio. Es por ello que, dentro de su ámbito de actuación, el Museo Nacional de Escultura tenga, año a año, que aprobar la cesión de sus pasos a las cofradías que los procesionan, tras un minucioso examen por parte de los técnicos del mismo museo.


domingo, 15 de diciembre de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Viernes Santo 1968. Última Salida Nazareno Viejo.



Con el paso de los años las figuras pasionales comienzan a padecer las consecuencias de los vaivenes a que son sometidos cada año cuando se hacen presentes en las calles de sus respectivas ciudades. A esto hay que unir el paso del tiempo y la aparición de nuevas modas y maneras de vivir los hechos pasionales. Muchos pasos, con el paso de los lustros, parecen quedar obsoletos o eso creen algunos componentes de sus cofradías; como consecuencia aparecen cambios, unos menores y otros mayores que modifican el hecho existencial cofrade en la calle.
Y este es el caso que vemos en esta foto. Último Viernes Santo en que el Nazareno Viejo se asomó al Santo Entierro en sus andas estrenadas en la década de los cuarenta del siglo pasado, con la cofradía vistiendo el hábito de la extinta Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro, acompañado de su guardia romana y los hermanos que no portaban la figura llevando los faroles.
Logroño y su Semana Santa parece ser que no han sabido hacer cambios, ni promover transiciones pausadas en el desarrollo cofrade tal y como se hace en otros lugares. La idea que predomina es que lo que no se usa, se tira; de este modo esa figura acabó en un almacén totalmente desmantelada, las andas desaparecieron en 2005 sin saber dónde ni, lo que es peor, la razón de que desaparecieran. De los faroles, tanto los del paso como los de los acompañantes, nunca más se supo. Así, el patrimonio cofrade va, poco a poco, desapareciendo y las cofradías renunciando a parte de su ser y a parte de su historia.
La figura será recuperada en 1982, se restaurará en 2005 para su centenario, se le confeccionarán andas ese mismo año y saldrá a la calle el Viernes Santo de su Centenario, con la mala suerte que, debido a la lluvia, se suspendió la procesión y apenas recorrió unos metros de la logroñesa calle de Portales en la capital riojana. A día de hoy, todos los Jueves Santo desde el año 2005, el Nazareno Viejo sale a la calle para mostrarse a sus conciudadanos que quieren acercarse y acompañarle en su camino al Calvario.


domingo, 8 de diciembre de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Postal Paso Nuevo años 70, Siglo XX



Durante los años 70 de la pasada centuria, la Semana Santa logroñesa, sin saberlo por parte de casi todos sus protagonistas, va a vivir una doble experiencia a la vez, que la dejará marcada hasta hoy y que, observando los derroteros de la misma, parece no haber sido superada.
Por un lado, continuando una actitud vislumbrada desde inicios de los sesenta, el abandono total y absoluto por parte de la Iglesia como institución oficial hacia la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro, así como de las cofradías existentes o de nueva creación. Se produce prácticamente el desmantelamiento de la Hermandad; la sede canónica solo se pisa dos o tres veces al año, los capítulos generales se celebran en otros centros, como el colegio de la Compañía de María, el archivo, por razones desconocidas que algunos cofrades conocen perfectamente, se desmantela, desaparecen libros de actas, libros de cuentas, etc. No hay apenas memorias económicas anuales. El proceso de desmantelamiento del modelo de gestión de la Semana Santa logroñesa alcanza su punto culminante, no habiendo encontrado, a día de hoy, uno que lo sustituya y que funcione acorde a los tiempos que corren. Las cofradías, en aquellos ya lejanos años, bastante hacen con existir y no desaparecer; los pasos, con excepción, claro está, de las joyas barrocas, sufren el olvido y abandono en almacenes, rincones de parroquias o escondidos en centros eclesiales; lo raro es que no apareciera alguno o fuera visto en algún vertedero.
Por otro lado, la Semana Santa, en tanto que celebración pública, acaba recayendo en hermanos con escasa o nula formación que, con gran ilusión y mucha devoción hacia los pasos que procesionan, bastante hacen con que éstos salgan año tras año a la calle manteniendo la más antigua tradición no solo de Logroño, si no de prácticamente toda España. Muchos supervivientes, algunos fuera de sus cofradías, por razones diversas, no esperan nada, pero si debieran ser homenajeados por aquella labor oscura y callada, gracias a la cual la Semana Santa logroñesa, a día de hoy, ha sido declarada de Interés Turístico Nacional. Aun así, en aquella época, se crean cofradías, aparecen bandas de tambores y cornetas, hacen su aparición nuevas procesiones o se mejoran las ya existentes. Aparecen los carteles anunciadores de la Semana Santa logroñesa, se intenta hacer concurso para ello, se hace alguna exposición, se mantienen, a duras penas, los pregones en la iglesia de Santiago, el Real. Aun así y a día de hoy, podemos decir que el futuro pasional en esta ciudad, se vislumbra cada vez un poco peor y un oscuro túnel, otro más, se divisa a lo lejos. Esperemos que, como los anteriores, sea superado, sobre todo gracias a los cofrades, sobre todo a los anónimos, a los que se debe que cada año, los pasos salgan a la calle.


sábado, 30 de noviembre de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Ensayando. Acompañamieno musial.

 
 
 
 
En los últimos cuarenta y cinco años, la vida de la cofradía se ha visto modificada por la aparición de la sección musical. Primero solo tambores, posteriormente se unió una sección de viento para, en los últimos años, estar solo compuesto por tambores, cajas, bombos y timbales el acompañamiento de los pasos titulares nazarenos.
Las secciones musicales de las cofradías, en un primer momento tuvieron un carácter infantil; con el discurrir del tiempo y la incorporación de hermanos adultos que deseaban y desean vivir su identidad cofrade en dichas agrupaciones, logran mejorar en la calidad y cantidad de marchas con que amenizan o anuncian la llegada de la figura procesional, parte fundamental y principal en el culto público cofrade en los tiempos semanasanteros.
Logroño, se ha caracterizado por disponer de bandas cofrades centradas en el tambor, ya que se tomó el ejemplo de Zaragoza y el Bajo Aragón, donde esta cultura está más implantada. Es el instrumento esencial en torno al que gira la música pasional logroñesa. Recientemente se están asomando otro tipo de bandas, más sevillanas, debido a la aparición, como en casi toda España, del modo de llevar el paso a costal, entendiendo como tal, el hacerlo por la parte interior de las andas no portándolo sobre el hombro por parte del cofrade.
A día de hoy, los ensayos se alargan desde octubre hasta las fechas pasionales. Son muchas horas las que se dedican a ese menester y, habitualmente, el resultado, suele ser acorde con el trabajo realizado. Se crean marchas, se adaptan las ya existentes y se busca variedad de toques para acompañar a los pasos titulares.
La aparición de los certámenes y exaltaciones cuaresmales, el alargamiento de la temporada con apariciones de determinadas bandas en celebraciones no pasionales, lleva, muchas veces a errores a la hora de programar las marchas que se tocan en las salidas procesionales y no es raro escuchar, por ejemplo, en la procesión del Santo Entierro logroñés, marchas de exaltación, con formaciones en círculo más propias de otros lugares y celebraciones que de una procesión del Cristo muerto, tal y como indica el Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia. En determinadas ocasiones pareciera que algunos cofrades estuvieran bajo el efecto Dunning-Krugger.  

sábado, 23 de noviembre de 2019

2019. AÑO NAZARENO. De la mano de Él

 
Ser cristiano es, a día de hoy, “poner en el centro de la propia vida a Cristo, reconocer que todo nace de su fuente y que todo tiende a él como a su fin”; de este modo podemos decir que “como la procesión empieza y termina en el templo, nuestra vida es el desfile de Cristo en medio de la humanidad: todo comienza y termina en él”, tal y como nos lo dice Manuel Amézcua.
Que mejor compañía en la vida del cofrade que la de Cristo en cualquiera de sus advocaciones. Y qué mejor compañía que caminar de la mano de él, tal y como muestra la fotografía. La mano izquierda del Nazareno logroñés siempre ha destacado, llamando la atención de las personas que lo ven y ha sido, es y será uno de sus elementos distintivos.
 Mano de obrero, carpintero, trabajador, mano que cuelga inerte, sin fuerza, como consecuencia del castigo recibido por Cristo antes de cargar el madero, tal y como ha comentado numerosas veces el autor de la imagen; mano que, en palabras de algún pastor diocesano de Calahorra y La Calzada- Logroño, se tiende, se ofrece a todo  aquel que quiere sumarse al proyecto universal de vida del Nazareno.
La figura de Narvaiza se puede considerar una continuación del modelo de la mano tendida que se pone de moda en el barroco; las figuras nazarenas intentan escapar del marco desde donde procesionan, para, con una mayor expresividad, entrar en contacto con el público que presencia la procesión. Pedro de la Cuadra para Valladolid, Francisco del Rincón en Medina del Campo o Nava del Rey o el mismo Gregorio Fernández con su obra Camino del Calvario de Valladolid, son ejemplos de lo anteriormente expuesto.
La interpretación de Alejandro Narvaiza consigue, con su mano caída y la mirada perdida realizada impregnado directamente pintura de carrocero en el rostro de Cristo, entrar en contacto  con el espectador y que éste, desde lo más profundo de su interior, se sume a una nueva manera de entender la vida que puede acabar, si se le sigue realmente, al igual que nuestro maestro y ejemplo, colgando de un madero.

sábado, 16 de noviembre de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Experimento. 1969.



La cofradía es una asociación de fieles que se unen con unos fines; en este caso uno de los fines de la cofradía de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores, que no el único, es el culto público de sus actualmente tres pasos titulares.
Dicho culto alcanza su máxima expresión en la participación de la cofradía en pleno en los desfiles procesionales en que, anualmente y dentro de los fastos de la Semana Santa, participa con cualquiera de sus pasos.
Durante la procesión, es la cofradía en pleno la que procesiona. Procesionar, siguiendo a Manuel Amézcua, “es un modo de caminar juntos, siguiendo a Cristo en su Pasión camino de la muerte y resurrección. Pretendemos tomar conciencia de que la procesión es un símbolo de nuestra propia vida”.  Al acompañar a nuestros pasos, vamos “junto a ellos y tras ellos, siguiendo sus huellas”.
Nunca lo hacemos solos; compartimos espacio y lugar con los otros hermanos cofrades. Somos ayuda y la recibimos de los que participan junto a nosotros. Además, el orden en que se realiza permite que cada cofrade ocupe su lugar, que es único e imprescindible a la vez que permite realizar la función que se le ha asignado.
Desde dentro del templo, pasando por las diferentes calles del casco antiguo logroñés, hasta la vuelta al templo, la cofradía porta sus pasos, los hace presentes en las calles logroñesas. Es Cristo, quién porta la cruz; en este caso, solo, sin la ayuda del Cirineo. Recuerda la obra de Narvaiza, en su prefiguración bíblica, a Isaac cargando en sus espaldas la madera para su sacrificio, a Aarón marcando las puertas judías en Egipto con la Tau o a Jacob al bendecir con las manos entrecruzadas a Efrén y Manasés.
El nazareno logroñés, asumiendo los inciáticos planteamientos en la iconografía nazarena y a imitación de otras muchas representaciones a lo largo de la historia, porta una cruz más emblemática que real, como elemento de tortura que, mediante la acción salvífica de Dios, desembocará en instrumento de salvación y vida. Esta idea aparece en las tres imágenes que el artista aldeano, Miguel Ángel Sainz Jiménez nos legó para las iglesias logroñesas de San José Obrero, a la izquierda del altar; el templo carmelitano donde preside el altar o a la derecha del altar de la logroñesa parroquia de San Pablo.
Sirva esta foto de la primera salida del paso titular como homenaje a todos los cofrades nazarenos logroñeses que, a lo largo de todos estos años, han participado en todas y cada una de las procesiones en las que ha participado la cofradía y sin los cuales, la cofradía a día de hoy no sería como es.


domingo, 10 de noviembre de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Nazareno años 70 Siglo XX



Fotografía en blanco y negro de la figura titular de la cofradía en uno de los primeros años de su existencia. El paso está en su destino habitual, la capilla de San Pablo de la parroquia de Santiago, el Real.
Lo importante a señalar es que se encuentra, no en las andas, como se está acostumbrado a verlo a día de hoy, sino en una peana que se colocó en la pared para dejar el paso durante los días que no fuera necesario procesionarlo por las calles logroñesas.
Permaneció de ese modo unos cuantos años, casi hasta el final de los años setenta del pasado siglo. Las andas, que se desmontaban todos los años, permanecían en un almacén particular. El Martes Santo se transportaban a la Iglesia y se procedía a montar el paso completo. Aun así la cofradía nunca pensó en poder usar esa disposición para potenciar el culto a su paso titular.
 Al final y de acuerdo con la parroquia, se decidió dejar las andas tal y como se hace hoy, por varios motivos. En primer lugar, por no tener otro sitio donde dejarlas. El almacén desapareció; las arcas de la cofradía no podían permitirse el lujo de desembolsar un alquiler mensual. En segundo lugar, la propuesta de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro de hacer una Casa de Pilatos, entendida como un almacén conjunto  donde todas las cofradías de la ciudad pudieran depositar sus enseres procesionales, nunca llegó a buen fin. Cierto es que algunas cofradías, los depositaban en la Plaza de Toros, debajo de algunos tendidos que estaban habilitados como almacenes. La precariedad del acuerdo, la misma suciedad del entorno y la dejadez y abandono en que estaban casi todo el año, hizo que cada cofradía buscara soluciones particulares a ese acuciante problema, por cierto, no resuelto todavía a día de hoy.


domingo, 3 de noviembre de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Encuentro 2007. Salida del Nazareno.

 
La participación de la cofradía en la procesión del Encuentro es uno de los momentos más emotivos que no emocionantes que puede vivir un cofrade nazareno. Uno de los momentos importantes es la salida del paso.
Ya se ha comentado anteriormente ese momento y como se vive desde dentro, teniendo en cuenta que cada cofrade lo vive de un modo diferente, único y personal y es eso lo que le hace diferente cada año y cada vez que se realiza.
Los hombros de los cofrades nazarenos se convierten en los pies del Hijo de Dios  y lo portan al encuentro con su Madre, Madre a la vez, de todos y cada uno de nosotros. No hay mayor orgullo para un nazareno logroñés que portar al Señor de Logroño en su deambular por la calle de la Amargura al encuentro con su Madre y, además, en el Santo Entierro del Viernes Santo.
Esta escena no aparece en los Evangelios canónicos. María, siguiendo los evangelios apócrifos, al ver el estado de su Hijo, se desvanece y es sujetada por Juan. Esta escena que se representa cada año en Logroño y en otros lugares de España la conocemos como el Encuentro; además, en Logroño se tiene la suerte de contar con un paso, El Encuentro, obra de la gubia del maestro bilbaíno Quintín de Torre y Berástegui, que, cada año, abandona el garaje o almacén onde reposa a lo largo del año, para, por unas horas, ofrecerse a la contemplación de los ojos de los logroñeses;  en otros sitios se llamará el Espasmo o Pasmo el nombre con el que se conozca. Quizá el más importante sea el de Rafael Sanzio; es en una caída del Salvador camino del Calvario cuando lo contempla su madre, siendo lo más importante el juego de miradas que se puede observar en primer plano, mientras detrás de ellos, Cirineo sujeta la cruz, la soldadesca se detiene y, al fondo se observan las dos cruces en el Gólgota y, justo delante, los dos ladrones que morirán junto al Nazareno, son conducidos al suplicio.

viernes, 1 de noviembre de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Fiesta de los Fieles Difuntos.



El segundo día del penúltimo mes del año, la Iglesia dedica su memoria a todas aquellas que, a lo largo de los siglos, casi se podría decir que desde el inicio de los tiempos, han configurado al Pueblo de Dios. Dicha fiesta es complementaria de la del día anterior donde se celebran a Todos los Santos de la Iglesia. Es en noviembre donde las hermandades y cofradías celebran Eucaristías por todos los hermanos que, año tras año se unen y contemplan en todo su esplendor, al titular de su hermandad o cofradía, sea cual sea la advocación que les une.
En el fondo, lo que la Iglesia quiere preguntarnos, además de la celebración y el recuerdo de todos aquellos que nos han precedido, es qué sentido le damos nosotros, cristianos que año tras año nos encargamos de mostrar al resto de la sociedad la Pasión, Muerte y Resurrección del Primer Cofrade de la historia, a la muerte.
Como dice Álvaro Lobo, sj, en Pastoral SJ, “la fiesta de los santos y los difuntos no es una reliquia del pasado ni un negocio de floristerías, es la oportunidad que tenemos la mayoría de las personas de preguntarnos qué significa para nosotros la muerte y cómo le queremos dar respuesta. Es el momento de recordar de forma agradecida a todos los que nos precedieron y de preguntarnos una vez al año cómo queremos vivir”.
Quizá el día dos de noviembre sea el momento de echar la vista atrás y recordar y tener presente, sobre todo en estas bodas de oro del paso titular de la nazarena cofradía logroñesa, a todos los hermanos que nos han precedido en nuestra devoción por Cristo con la cruz a cuestas camino del Calvario. Eugenio, Valentín, Juan Carlos, Alejandro, Guillermo, Manolo, Félix y un largo etcétera de los hermanos que, junto al Nazareno, nos animan día a día, a continuar lo que ellos ya hicieron.


sábado, 26 de octubre de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Postal Semana Santa Logroño



La foto corresponde a una postal de la Semana Santa logroñesa realizada por la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro  hacia la mitad de la década de los sesenta del pasado siglo XX. El paso del Nazareno, que dejó de procesionarse en 1968; el palio de la Soledad, aparecido en los primeros años de la misma década y el hecho de que la cofradía empezase a usar su hábito en 1969, lleva a datar la postal en esas fechas.
 Los años 60 del pasado siglo son el punto de inflexión en la evolución pasional logroñesa. Es el momento de la expansión al sur de la ciudad, dando la espalda al río Ebro, muy próximo a los límites con Álava y Navarra. Se urbaniza la Gran Vía; comienzan a aparecer en Logroño los principales servicios tanto para los logroñeses como para los habitantes de la provincia; hospital, centros educativos, edificios administrativos. Se comienza a configurar una nueva imagen de ciudad. Se comienza a dar un profundo cambio económico, social, antropológico, etc.
También se comienza a modificar el comportamiento religioso de la población. Como ejemplo, el cumplimiento eucarístico dominical en las tres parroquias con sedes pasionales apenas alcanza un 48,90%. El comportamiento pasional logroñés comienza a moverse; se empiezan a crear las primeras cofradías, en torno a los portadores de los pasos que, habitualmente, eran siempre los mismos. Así nacen las cofradías de la Virgen de la Soledad, el Santo Sepulcro, Flagelación o la de las Siete Palabras, ésta fuera de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro.
La cofradía de Jesús Nazarena dará el tiro de salida a la aplicación del Concilio Vaticano II en el movimiento pasional con el paso de Narvaiza. Esta diapositiva, metafóricamente hablando, la podemos considerar como el recuerdo de un tiempo pasado del nacionalcatolicismo triunfante de 1939 y un tiempo nuevo que estaba por venir. El Nazareno Viejo, que desaparecerá en 1969, los portadores del Santo Sepulcro que incorporarán hábito nuevo el mismo año o la Dolorosa con los cofrades con los hábitos nuevos muestran lo expuesto anteriormente.


domingo, 20 de octubre de 2019

2019 AÑO NAZARENO. Viernes Santo 2003



La foto que se adjunta ilustraba, junto a otras dos, la crónica que el periódico local de aquel ya lejano año 1993 dedicaba al desarrollo de la procesión del Santo Entierro. A página completa, la crónica se completaba con una gran foto de la Soledad saliendo marcha atrás del Hospital Provincial; otra en la que se veía al popular saetero logroñés “el Chino”, además de una vista de las torres de la Redonda junto al Cristo de las Ánimas en el momento de empezar su participación en la Magna Procesión del Santo Entierro.
Los actos del Viernes Santo de aquel año eran considerados por el redactor, el recordado Emilio Ramírez, como realizados “con un enorme refrendo fervoroso”; se indica que “se iniciaban… arrastrando a cientos de personas hasta la… ermita del… Cristo de Humilladero”. Tras el “el desfile procesional (al mediodía)  desde la iglesia de Palacio” cuenta que “la exposición de pasos en la Plaza del Mercado y procesión contaron con miles de personas”.
“Dicen que la fe decrece, pero nos cuesta creerlo, ya que la asistencia a todos los actos de la Semana Santa logroñesa ha contado con mayor asistencia de público… Todos los pasos fueron expuestos en la Plaza del Mercado, que se convertía en una masificación de gentío, mezclándose cofrades, algunos cientos de tambores y cornetas, penitentas, manolas, escoltas de la Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía, Policía Local, etc.”.
La fotografía, tomada seguramente el Miércoles Santo tras el Encuentro,  muestra el momento exacto en que el paso nazareno,  entraba en Santiago y la orden de arriba!!!!! acababa de ser pronunciada por el cabo de varas y los portadores iniciaban el movimiento de llevar el paso al hombro.
Como dato curioso, se observa como la maniobra, era realizada por todos los portadores con el hábito completo, capuz incluido. Será así hasta que en la primera década del siglo XXI se modifique el capuz, introduciendo el capirote que hace imposible portarlo en ese momento.


domingo, 13 de octubre de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Cofradía Jesús Nazareno, Miércoles Santo 2007.



A día de hoy, la cofradía de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores no escapa a la situación general de las cofradías o hermandades en casi todas las partes de España aunque siempre hay excepciones. Se encuentran en un lento declive, casi imperceptible en ciclo de corta duración pero grande si el ciclo a estudiar es de larga duración. No es extraño ver anuncios tanto en la prensa como en las redes sociales solicitando que haya personas que se inscriban; sobre todo a la hora de portar los pasos. Logroño, Pamplona, Valladolid, Linares, etc. son solo un ejemplo.
La cofradía pasional más antigua de la capital riojana, es, como se ha dicho una más. La falta de estímulos, la falta de atención, la falta de unos programas pastorales diocesanos y parroquiales llevan al declive cofrade. No pasará mucho tiempo para que veamos en Logroño la ausencia en ka calle de algún paso por falta de gente y, posteriormente y como consecuencia de ello, alguna cofradía desaparezca. Es triste ver como casi todas las cofradías logroñesas, al procesionar, apenas tienen hermanos de fila, reduciéndose casi todos los componentes a la sección musical y a portar. Pocos hermanos infantiles, escasos mayores que ya no portan y se animan a salir. Procesiones que debieran ser esplendorosas y se han reducido a un mini paseo por cuatro calles, como es el caso del Domingo de Ramos, llevan al desánimo cofrade. Es casi seguro que el Domingo de Ramos hay más cofrades logroñeses fuera de nuestra ciudad que participando en la procesión. Entre las bandas que huyen, las programadas excursiones al Bajo Aragón o a Zaragoza, la calle se ve cuasi huérfana de cofrades. Tan solo la presencia de los alumnos de las Escuelas Pías y del colegio San José, dan un poco de nivel cofrade.
La foto corresponde al Miércoles Santo de 2007. Todos los participantes en la procesión del Encuentro de la nazarena cofradía se unieron en esta foto única. Dice Lucas (10, 1-12) en su Evangelio, que la mies es mucha y los obreros pocos. Necesitamos obreros cofrades a día de hoy para continuar con esta tradición procesional pasional y poder sacar los pasos a la calle todos los años, como continuación de la liturgia que se desarrolla en el templo. Sin este segundo escenario, la calle, donde se expresa la vivencia popular de la Pasión y Muerte de Cristo, la Semana Santa se queda coja.


domingo, 6 de octubre de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Viernes Santo 2008



Es en la procesión donde la cofradía alcanza uno de sus momentos más importantes; todos los cofrades que lo desean abandonan la acera y se suman a la calle con el fin de acompañar al paso titular. En Logroño, el orden procesional viene determinado por cada cofradía. La nazarena comienza con su estandarte, acompañado por dos faroles. Le siguen los hermanos de filas; unas veces más, otras veces menos. Quizá sea la parte de las cofradías logroñesas a las que se les suele dar menos importancia; suelen ser cofrades infantiles que no han querido o podido integrarse en la faceta musical cofrades; cofrades mayores que ya no pueden portar el paso y quieren acompañar de otro modo a su paso titular. Le siguen los componentes de la sección musical que anuncian la llegada del paso titular. Finalmente, aparece la figura titular; ésta cobra vida sobre los hombros de los cofrades que lo portan.
En este caso se observa perfectamente como la cofradía va formando para iniciar su participación en la Magna Procesión del Santo Entierro de Logroño. Los portadores se van preparando para portar el paso. La iluminación del paso; el carril lateral, el foco que, desde la esquina de las andas, ilumina el rostro del Nazareno. Y, finalmente, los faroles puestos en las varas de carga. Viendo llegar al paso desde lejos, los cuatro puntos de luz hacen que la mirada se dirija hacia el otro punto iluminado: la cara. De este modo, el espectador, entrará en un diálogo personal con el Nazareno. La figura adquiere y explota toda la fuerza de su desarrollo plástico y artístico, abandonando el material del que está hecho y cobrando vida en el deslizarse sobre los hombros de los portadores.
La mirada, junto a la mano izquierda, que cuelga, inerte, debido al esfuerzo realizado, nos puede recordar al modelo del maestro gallego Gregorio Fernández, de la mano tendida, donde el Nazareno, se olvida de los sayones que suelen acompañar a esta advocación, para dirigirse directamente al espectador que lo contempla pasar, cada Viernes Santo por la calle de la Amargura con destino al Gólgota, donde la profecía de Isaías del siervo de Yahvé, alcanza su máxima expresión: “cuando era maltratado, se sometía, y no abría la boca; como cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca… Lo arrancaron de la tierra de los vivos, lo hirieron por los pecados de mi pueblo”.
Tras el paso, la presidencia eclesiástica de la cofradía, con su hermano prior y, flanqueándolo, el Hermano Mayor. Justo detrás, los relevos de los portadores, si los hubiera.


miércoles, 2 de octubre de 2019

2019. AÑO NAZARENO. 03-10-1968. Aprobación Nuevas Andas del Paso.



Las andas de la actual figura titular de la cofradía de Jesús Nazareno siguieron un proceso paralelo a la confección de la figura; se le encargaron al  escultor a la vez que el Nazareno, quedando pendiente de aprobación en Asamblea.
El 10 de julio de 1968 y, por doce votos contra dos se aprobó el encargo de la figura. Se sabía que las andas las iba a confeccionar Ruperto Grijalba, que solo cobraría el costo del trabajo. La madera se aportaría por donación de Domingo Ochoa. Ese mismo día se aprobó ampliar el número de cofrades hasta cuarenta y seis de los diecinueve que estaban en la cofradía, decidiéndose que cada cofrade nuevo pagara cuatro mil pesetas por dos mil los antiguos, ya que estos habían pagado anteriormente la vara a la que se accedía. También se aprobó encargar al escultor la confección de un hábito nuevo, que iría sin capirote.
El 3 de octubre de 1968 se cita a la cofradía en Asamblea General para aprobar el boceto de las andas. Asiste Alejandro Rubio Dalmati. En aquella Asamblea se comunica la baja del hermano Francisco Navarro por no gustarle el paso nuevo y estar en disconformidad con el cambio.
Comenta Eugenio Ugarte en su obra “El nuevo paso de Jesús Nazareno”, que “las andas serán de tipo sobrio con cuatro varas a cada lado capaces para cuatro hermanos en cada vara, con una longitud total de siete metros medidos de principio a fin de cada vara.  Llevarán cuatro faroles con arreglo  al diseño que también mostró  el Sr. Rubio Dalmati, y éstos (sic) faroles irán colocados en las varas. La plataforma de las andas dejará un espacio para colocar la imagen y el resto irá con unos agujeros para colocar una flor en cada uno al objeto que sea como una alfombra de flores. Alrededor de toda la plataforma irá un canal donde van metidas bombillas hasta un total de 34. Las varas serán desmontables para almacenarlas mejor durante el resto del año. Llevarán cuatro patas para poder apoyar el paso en el suelo en las paradas y de ésta (sic) forma guardar mejor el equilibrio y éstas patas irán ocultas por los faldones que rodearán las andas”.
Aquella Asamblea aprobó el cambio de las andas. Poco a poco, paso a paso, la cofradía iba cambiando su configuración.


lunes, 30 de septiembre de 2019

2019. AÑO NAZARENO. En la pared de Santiago.



La cofradía de Jesús Nazareno de la capital riojana siempre ha estado unida a la parroquia de Santiago, el Real. Sede canónica desde su fundación; iglesia vinculada a un altozano en el eje Barriocepo- Ruavieja; la más próxima al Ebro y, por extensión a la muralla que defendía la ciudad en su parte más occidental.
La cofradía de Jesús Nazareno, adaptándose a los tiempos que le toca vivir, aprovecha su vinculación parroquial para, en las épocas más importantes del año cristiano, Cuaresma, Semana Santa y Resurrección, dejarse ver de alguna manera diferente a la que suele ser habitual en este tipo de asociaciones.
De este modo surgió entre los cofrades y la Junta de Gobierno, la idea y el deseo de realizar esta lona para hacerse presente y recordar a la gente que se acerca al templo capitalino, la existencia de la pía asociación vinculada a Jesús portando la cruz camino del Gólgota.
Sobre fondo azul, se representa el escudo de la cofradía, también diseñado por Alejandro Narvaiza. Corona de espinas rematada por corona ducal y, en medio de arriba hacia abajo una cruz. Flanqueado el escudo en su parte inferior por la imagen del paso titular a su derecha y de Nuestra Señora de los Dolores a la izquierda.
El nombre de la cofradía en la parte inferior y en las cuatro esquinas cuatro cenefas de adorno.


martes, 24 de septiembre de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Llevar el Nazareno.



El mundo cofrade es una realidad donde prima la afectividad sobre la racionalidad. Por ello llama la atención como las cofradías se integran, en buena parte de los casos, por personas que, habitualmente, no frecuentan la Iglesia, con excepción de los días pasionales. Resulta curioso observar como las calles, en los días santos, se pueblan de personas que van a ver lo que ya han visto y presenciado durante muchos años y, que, con raras excepciones, apenas varía en su desarrollo.
Indudablemente nos encontramos ante un hecho que desborda el contenido primero que tiene una procesión, como es recordar la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Nos encontramos ante lo definido como hecho social total y que posee múltiples dimensiones y, además, involucra a variados y diversos grupos sociales, actuando como elemento que rompe las fronteras sociales e iguala a todos, participantes y público. De ahí la importancia, ya reseñada, de la túnica de penitencia, que iguala a todos los componentes de la cofradía; salvo, claro está, aquellas que van, poco a poco, introduciendo diferencias como capas, cetros, trajes o simplemente uniformes diferentes a los del resto de los hermanos.
Desde esta óptica, llevar al Nazareno, adquiere un significado especial. No solo es portarlo en los hombros y permitir a las personas que en la calle se acerquen a él. Es llevarlo como sentimiento, como aquello que traspasa la simple racionalidad para hacerlo parte vital del devenir diario de cada uno.
Las nuevas tecnologías nos permiten llevarlo en el móvil, en el ordenador, en pulseras, en fundas de teléfonos, en tarjetas de crédito, en camisetas; en cualquier sitio que uno quiera. Pero, indudablemente, el cofrade lo llevará, a su modo y manera, ni mejor ni peor que otro, haciéndolo partícipe de toda su vida, en el corazón. Decía un escrito que el nazareno (entendido como cofrade) nace, pero hay que descubrirlo y construirlo poco a poco, con el paso del tiempo. “Un nazareno lo es toda su vida, aun cuando no viste la túnica, sea por su voluntad o no”.
Por eso, es necesario, a día de hoy, llevar al Nazareno todos y cada uno de los días de la vida en todas las actividades que se realicen. Como dice la cofradía logroñesa, Orgullo Nazareno !!!!


domingo, 15 de septiembre de 2019

2019. AÑO NAZARENIO. Noticias de la cofradía en prensa de 1969



La prensa del veintisiete de marzo del año 1969, daba cuenta de los diferentes pormenores de la vida de la cofradía nazarena logroñesa en aquellos días previos a la Semana Santa que iban a suponer el estreno de la nueva figura titular nazarena.
Se comunicaba el traslado del paso a la iglesia de Santiago, el Real y, la posterior bendición del mismo el día treinta y uno de marzo tras el pregón que iba a llevar a cabo don Fermín Mugueta, actuando también la Coral de las Madres Escolapias de Logroño.
En entrevista de otro medio con el entonces hermano secretario, Eugenio Ugarte, este daba cuenta del aumento del número de cofrades desde los veinticuatro que marcaban los estatutos. Se quería llegar a sesenta y cinco cofrades. Como curiosidad, el día del Pilar del año 1968, Nueva Rioja, dice que “hasta ahora, el paso tenía unas andas con tres varas delante y tres detrás. Cada vara era llevada por dos Hermanos (sic); de aquí que se necesitaran doce para llevar el paso, más el macero. Y se hacían dos turnos”; se añadía que  la cofradía “va a salir esta próxima Semana Santa con un paso nuevo, con cuatro varas delante y cuatro detrás”.
Como nota curiosa, la fotografía que ilustra el artículo es el nuevo hábito que, desde ese año, iban a llevar los portadores del Santo Sepulcro.


domingo, 8 de septiembre de 2019




En 2005, ya se ha comentado anteriormente, se produjo el centenario del antiguo paso titular nazareno. Para ello se restauró la figura, dotándolo además, de un nuevo bastidor interno, ante el penoso estado del anterior. Completó el proceso transformador unas nuevas andas que sustituyeron a las antiguas, muy deterioradas.
El paso, que tuvo una gran prédica en el sentido devocional de parte de la población logroñesa y, sobre todo, entre los antiguos cofrades, no lo ha logrado recuperar. El culto que recibe es mínimo, ya que no está expuesto por razones que no vienen al caso pero que resultarían curiosas a día de hoy. Y, si una imagen no está expuesta, es difícil que suscite devoción alguna.
Su participación en la procesión de Jesús camino del Calvario es el modo que tiene de asomarse a las calles logroñesas, tras dejar de hacerlo en el Vía Crucis de la Juventud. El Nazareno Viejo aguarda los días pasionales, escondido en un cuarto debajo de un trapo para preservarlo del posible deterioro que pueda padecer. Y, mientras tanto, en la hornacina de la cripta, lugar que se pensó desde la parroquia para su ubicación y que fue rechazado por la cofradía debido a la excesiva humedad que acabaría dañando la figura, otra figura, ve pasar los días recibiendo la visita de quién se acerca al único vestigio románico que queda del anterior templo sobre el que se construyó el actual de Santiago, el Real de Logroño.


domingo, 1 de septiembre de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Hábitos de la Cofradía desde 1969.



La túnica es el elemento unificador de todos los cofrades. La túnica es el elemento común a todos los miembros de las cofradías. Por un lado nos hace reconocernos a todos como miembros de la misma pía asociación y, por otro, nos diferencia de las demás hermandades o cofradías. La uniformidad cofrade, además, indica la igual dignidad de todos los hermanos. Morado penitencial, blanco glorioso, azul mariano, verde esperanza, etc….
La cofradía de Jesús Nazareno, ya se ha comentado anteriormente, ha usado unos cuantos hábitos a lo largo de su historia. De su túnica morada con verduguillo del mismo color en sus inicios, a la asunción del hábito de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro  a partir de 1940, llegando al diseñado por Alejandro Narvaiza desde 1969 hasta 1981, que ya ha sido explicado. Después llegará la vuelta al morado, color por excelencia de las cofradías nazarenas. Desparecerá el verduguillo, “servilleta” para los cofrades, blanco, siendo sustituido por un capuz de raso blanco con corona morada y, finalmente, la asunción del capirote morado con el escudo de la pía asociación en  el frontal del mismo.
El cambio que experimenta la cofradía es parecido al de la Iglesia; el impacto del Concilio Vaticano II, donde la Iglesia se abre con nuevas fórmulas a los nuevos problemas que le presenta un mundo diferente y una sociedad cambiante; pasado el impacto inicial, en algunos casos, nos encontramos con el regreso y recuperación lo que en un primer momento se pudo llegar a rechazar. La cofradía se retrae y vuelve a la más absoluta normalidad penitencial en cuanto a vestimenta se refiere.


lunes, 26 de agosto de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Nazareno listo para salir a la calle. año 2008



 El momento de apogeo de cualquier paso procesional es su salida a la calle. Allí, con sus cofrades, con sus devotos, en definitiva, con todo el pueblo de Dios, presente, alcanza su máximo esplendor.
Indudablemente una de las advocaciones que más ha calado en la gente ha sido la de Jesús con la cruz a cuestas camino del Calvario. En La Rioja, será una de las primeras imágenes, junto a la Dolorosa, que encarguen todas las cofradías, sobre todo las de la Vera Cruz, creadas a lo largo y ancho de todos los valles de ríos que vierten sus aguas al Ebro, tras las veredas franciscanas, sobre todo las cuaresmales, que partían del convento de San Francisco, extramuros de la ciudad de Logroño.
Es curioso como una de las imágenes que más devoción ha despertado en el pueblo de Dios, en los Evangelios apenas aparece. Se destaca el papel de Simón de Cirene que, siguiendo a Marcos y Mateo, es el portador de la cruz debido al deterioro físico de Jesús. Juan ni lo menciona y Lucas, además de resaltar su papel, incluye el encuentro con las mujeres de Jerusalén.
La nazarena cofradía logroñesa ha procesionado tres pasos bajo la misma advocación; el Nazareno de la ermita del Humilladero, el Nazareno Viejo o caída y el Nazareno, salido de la mano de Alejandro Narvaiza. Verlo en su esplendor en la Iglesia de Santiago, preparado, adornado y con los faroles en los varales de carga, hace que a sus cofrades se les acelere el pulso, sientan nerviosismo y excitación para cumplir con un fin imprescindible para cualquier celebración pasional en la calle: sacar y portar en sus hombros a Jesús con la cruz a cuestas. Simplemente, sentirse Nazareno con mayúsculas y hacérselo ver a todo el que quiere acercarse a contemplarlo. Ser Nazareno en Logroño, es algo más; es simplemente, portar o acompañar a una de las advocaciones más importantes, por no decir la más, de todo el movimiento pasional: Jesús cargando con la cruz, instrumento de tortura y, sobre todo, de redención para sus seguidores, camino del Calvario.


domingo, 18 de agosto de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Miembros de la Cofradía en 1905.

 
Como ya se ha comentado anteriormente, el año 1905 se adquirió el paso del Nazareno Viejo, más conocido como “la Caída”. Se realizó un acta de dominio sobre el mismo y, además, se confeccionó una lista de los dieciséis hermanos que entonces formaban la cofradía. De ese modo, firmada por la cofradía, testigos y el cura ecónomo de la parroquia de Santiago, el Real, quedaba clara la propiedad de la figura.
En aquel lejano 1905 la cofradía era la única existente en la ciudad. Los demás pasos los portaban voluntarios que, por la piadosa acción y también por obedecer órdenes, eran recompensados por las autoridades locales. El periódico local, en su crónica de la procesión del año 1889, señala que “el señor Alcalde agradeció y obsequió a los penitentes”. En la crónica del desfile pasional del año 1894 de fecha 24 de marzo, se indica que “al terminar fueron obsequiados por el Ayuntamiento las personas que habían llevado los pasos con vino generoso, bizcocho y cigarros”.
La cofradía, al poseer una figura propia y ejercer su posesión, pasaba a no depender de nadie más que de ella para poder procesionar. El hecho de, además, tener un número fijo de hermanos y no permitir la entrada a todo el que quisiera, siendo la propia cofradía la que elegía mediante un sistema electivo de bolas negras a los entrantes en sustitución de los que causaban baja, se puede entender como un mecanismo defensivo de la pía asociación con el fin de preservarla y garantizar su futuro. De este modo la cofradía se autoafirmaba como asociación e incluso reafirmaba su independencia de otros órganos de poder para poder procesionar. No olvidemos que el desfile pasional del Santo Entierro era organizado por la entonces colegiata de la Redonda.
Será gracias a estas iniciativas, cuando la cofradía sienta las bases para perpetuarse en el tiempo y hacer posible que hoy sea la única asociación pasional centenaria de la capital de la Comunidad Autónoma de La Rioja.

miércoles, 14 de agosto de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Robo peluca Nazareno Viejo

 
El 13 de agosto de 1977, el paso del Nazareno Viejo sufrió el robo de la peluca y la corona de espinas. El paso, por aquel entonces, se encontraba en una peana de la actual capilla del Cristo Románico, recibiendo culto por parte, sobre todo, de los antiguos cofrades y de muchos logroñeses que le tenían particular devoción.
En aquel entonces, era Guillermo de Diego, miembro de la cofradía y antiguo cabo de varas del antiguo paso nazareno quien estaba al cuidado y vigilancia del mismo. Decir también que, por aquellos años, el actual paso titular se bajaba de las andas después de la Semana Santa y en la misma capilla de San Pablo donde está ahora, se dejaba en una pequeña peana que colgaba de la pared.
Como dato curioso de la entrevista destacar dos aspectos; por una parte, el abandono que dicen padecía el templo, enclavado en la parte antigua de la ciudad, al lado del río y que se había degradado mucho al salir casi toda la población a las zonas de expansión de la ciudad hacia el sur; solo quedaron en su entorno minorías y población marginal.
Por otro, indica que el paso poseía una corona de espinas tallada en madera. Apareció rota; como consecuencia, el paso abandonaría la iglesia, para acabar en un almacén particular donde estuvo “desaparecido” hasta que pocos años después, volvió a procesionar camino de la ermita del Humilladero. Entonces, se le confeccionaron dos coronas de espino natural que son las que actualmente porta

viernes, 9 de agosto de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Dolorosa en la Concatedral. Viernes de Dolor.

Los años finales de la década de los 80 y principios de los 90 de la pasada centuria trajeron un hecho curioso a los desfiles pasionales logroñeses. En una decisión sorprendente, el entonces párroco y prior de las dos cofradías de la sede de Santiago, el Real, cofradía de Jesús Nazareno y cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, tomó la decisión de encargar que el paso de los Dolores de María fuera procesionado por los componentes de la cofradía de Nuestra Señora de la Virgen de la Soledad, con sede canónica en la concatedral de Santa María de la Redonda.
Decisión sorprendente, ya que, desde principios de la década de los 80 y hasta práctiamente el  final de dicha década, hubo conversaciones entre las dos cofradías con el objetivo de fusionarse en una sola; dichas negociaciones no llegaron a buen fin debido a las desorbitadas exigencias, sobre todo en el tema económico, que quisieron imponer las componentes de la cofradía de los Dolores. Solicitaban, por ejemplo, que la cofradía nazarena asumiese los gastos de un nuevo manto de terciopelo negro bordado en oro para la imagen titular. Las arcas nazarenas no estaban precisamente boyantes y, tras muchas reuniones y dimes y diretes, se quedó el asunto como estaba.
Es entonces cuando el párroco acude a buscar portadores de otra cofradía; como consecuencia se produjo un enorme revuelo en las filas nazarenas. Se llegó incluso a proponer por parte de algunos cofrades, que la banda de tambores nazarena, dejase de acompañar a la Virgen Dolorosa en ese desfile.
No será hasta el año 2004 cuando, con la reforma estatutaria obligatoria por indicación de la diócesis, la cofradía dolorosa de Santiago el Real, se integre definitivamente, en las filas nazarenas. Tras las modificaciones estatutarias, la cofradía cambió el nombre, pasando a denominarse Cofradía de Jesús Nazareno y Nuestras Señora de los Dolores.

sábado, 3 de agosto de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Cartel Semana Santa 1976




 En el año 1976 el cartel de la Semana Santa logroñesa decide tener como motivo principal al paso titular de la cofradía de Jesús Nazareno. La figura ocupa con sus pies el centro del cartel, desplazándose la figura hacia la izquierda del que mira. Debido a la largura de la cruz, queda cortada en la parte final y en uno de los brazos del patibulum. Llama la atención el adorno floral; está compuesto de claveles rojos y trozos de boj. Dejan los pies de la figura al aire, pudiendo contemplarse por parte de los espectadores.
La Imperial Iglesia de Santa María de Palacio y su imponente aguja, es el fondo sobre el que se recorta la imagen de Jesús con la cruz a cuestas camino del Calvario. Decir que, a diferencia de otros carteles, el fondo no es nocturno sino diurno, lo que permite difuminarlo más y que la figura resalte en  todo su esplendor.
El año anterior, 1975, se usó el mismo modo de hacer el cartel, cambiando el paso, en este caso la Piedad y el fondo; ese año se usaron las torres de la concatedral de Santa María de la Redonda. El uso de la arquitectura como fondo en la cartelería semanasantera logroñesa no se volverá a usar como elemento importante hasta bien entrado el siglo XXI; anteriormente su aparición será en función de la fotografía sin más añadido. La culminación se alcanzará en estos últimos años, sobre todo los años 2016, 2017 y el discutido cartel de 2019 donde el paso, el Nazareno de espaldas al espectador, queda reducido a mero elemento de adorno ante la imponente muestra de la puerta del actual parlamento de La Rioja, antiguo convento mercedario de la ciudad.


domingo, 28 de julio de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Miércoles Santo 1990. Entrada a Santiago.

 
 
Con el correr del tiempo, el modo de entrar y sacar el paso de la iglesia de Santiago, el Real, ha ido modificándose; sobre todo en función del gusto del encargado de velar por los pasos en la calle, del hermano cabo de varas.
En la foto, el Miércoles Santo de 1990, la cofradía, tras el Encuentro, regresaba a su sede canónica. Se observa que los cofrades ya portan el capuz de raso blanco con la corona morada; dicha corona servía, sobre todo, para sujetar el capuz y que no bailara a la hora de procesionar.
Como hecho importante, se observa a los portadores con el rostro tapado totalmente; este hecho no impedía que se realizara correctamente la peculiar manera de bajar el paso hasta el suelo para vencer el obstáculo de la puerta.
Dicho modo de entrar el paso desaparecerá cuando se deje este capuz y se ponga el capirote de color morado. La largura del cono impide cualquier maniobra  pudiendo llegar a ser causante de accidentes.
Pero ese capirote, todavía tardaría unos cuantos años en sumarse a la historia de la cofradía nazarena logroñesa.