lunes, 29 de abril de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Procesión Extraordinaria 25 Aniversario del Paso


 
 
El año 1994 el actual paso titular celebró sus primeros veinticinco años de existencia. Por ello, la cofradía decidió celebrarlo por todo lo alto, organizando una serie de actos especiales que jamás se habían desarrollado en la capital logroñesa. Por primera vez, Logroño se ponía en el mapa nacional de la Semana Santa.
La presencia de personalidades tan importantes en el mundo semanasantero como el insigne maestro historiador cordobés Juan Aranda Doncel; la llegada a Logroño del profesor Juan José Martín González, entonces Catedrático Emérito  de Historia del Arte de la Universidad de Valladolid y uno de los mejores especialistas en escultura renacentista y barroca, pasó, prácticamente, desapercibido para todo el mundo, a pesar del esfuerzo de la cofradía por anunciarlo. Se confeccionó la exposición “El Nazareno en La Rioja” con fotografías del investigador riojano José Manuel Ramírez Martínez. Por primera vez, Logroño acogía un concierto de marchas procesionales en la sede canónica de la cofradía, a cargo de la Agrupación Musical Logroñesa, bajo la batuta de José Luis Alonso.
Se finalizó con un triduo y procesión extraordinaria del paso titular. Un 30 de abril a las 18,20 horas, partía Jesús Nazareno, adornado para la ocasión con claveles blancos por primera vez en su historia, a procesionar por su ciudad; las calles Santiago, Mayor, Sagasta, Portales, 11 de Junio, Plaza del Parlamento y Barriocepo acogieron el desfile procesional.
Se dio la casualidad que el recorrido debía ser otro, pero, el Ayuntamiento de la ciudad dio permiso a la cofradía para su procesión por la calle Portales y, a la vez, pasaba por la misma calle la Valvanerada. Un arreglo de última hora, con perjuicio para la cofradía, permitió que se celebrasen los dos eventos en la ciudad.
 
Los problemas y oposición que tuvo la cofradía para organizar la procesión, quedaron en el olvido, ante el éxito de ver al Nazareno en la calle fuera de sus días normales de la Semana Santa. Los fallos, al ser la primera vez y la inexperiencia de los organizadores, quedaron subsanados, viendo como prendió el ejemplo en la ciudad y, a día de hoy, no es raro que se organicen procesiones extraordinarias para celebrar eventos cofrades.

domingo, 28 de abril de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Estandarte años 80

 
Con el paso de los años, la cofradía de Jesús Nazareno empezó, poco a poco, a intentar mejorar los elementos procesionales. Anteriormente ya se ha hablado de los faroles que tan poco éxito tuvieron debido al exceso de peso.
A principios de los años 80 del pasado siglo, junto al cambio del hábito, se produjo la incorporación del primer estandarte de nuestra cofradía. Sobre fondo de terciopelo morado, se pusieron, por un lado, el escudo de la cofradía y, por el otro, el de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro.
La falta de un sitio donde guardarlo provocó que su portador durante muchos años, el hermano Javier Hortelano, guardara dicho estandarte en su domicilio particular, llevándolo cada año a cada procesión a la que acudía la cofradía. La foto corresponde a la participación de la banda de tambores y cornetas en el Vía Crucis procesional de la cofradía de la Flagelación de la Semana Santa del año 1983. Los cofrades portan el hábito morado nuevo en ese año, y la tradicional “servilleta” como capuz. Guantes blancos y botones de plástico en el hábito.
Dicho estandarte, irá modificándose con el paso de los años, bordándose en oro el nombre de la cofradía y, finalmente, desapareciendo el escudo de la Hermandad, fagocitado por la cofradía logroñesa del Santo Sepulcro.

domingo, 21 de abril de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Dolorosa en los años 60 del siglo XX

 
A lo largo del siglo XX, el Viernes de Dolor, ha estado muy unido a la vida de la parroquia de Santiago, el Real. Ese día, tras el septenario llevado a cabo la semana anterior, se celebraba con todo su esplendor, la festividad de la Virgen de los Dolores. Se celebraba Eucaristía y, posteriormente, procesión. La procesión se realizó, inicialmente por las calles Santiago, Mayor, Merced, Portales, Sagasta, Mayor, Santiago, para volver otra vez a la parroquia.
Múltiples han sido las maneras de procesionar de la Dolorosa. A hombros de los fieles parroquianos de Santiago; otras veces a hombros de los miembros de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro, todos ellos debidamente vestidos con túnica, guantes y capuz correspondiente. Con el paso de los años y el declive tanto de las procesiones como del casco antiguo logroñés, se intentó darle otro toque a esa procesión. Para ello se incorporaron primero las bandas de tambores de la cofradía de Jesús Nazareno y de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro.
A mediados de los años 80 y por razones desconocidas pero si intuidas, el paso de Nuestra Señora de los Dolores pasó a ser portado por la cofradía de Nuestra Señora la Virgen de la Soledad; además, se incorporó el paso de la Magdalena pequeña procesionado por la cofradía homónima; incluso hubo algún año, a principios de los años 80 del siglo XX, en que participaron en esa procesión todas las bandas de tambores logroñesas, siendo un ejemplo de cómo no deben realizarse las cosas. 

2019. AÑO NAZARENO. Primera Salida del Nazareno Viejo.

 
La foto corresponde a la salida de la procesión del Santo Entierro del año 1935. Esta imagen salió en prensa el año 1969, concretamente en el periódico “La Gaceta del Norte” para despedir al paso. El 21 de abril del año 1905 salía por primera vez a la calle el denominado Nazareno Viejo.
Lo que, a día de hoy, se sabe es que, a fecha siete de mayo de 1905, la cofradía es propietaria de la imagen del denominado Nazareno Antiguo y, que dicha imagen, se custodia en una capilla de Santiago, el Real, dentro de una urna de cristal. No se sabe cómo ni donde se compró. No hay ningún escrito en el libro de cuentas de la cofradía y, además, las cuotas que pagaban los cofrades no se modificaron. De mayo de 1890 hasta abril de 1892 se pagaban tres reales al mes; desde mayo de ese mismo año hasta abril de 1896 bajan a dos reales. Mayo 1896 marca el comienzo del pago de tres reales, cuota que se mantiene hasta el año 1937. Esto puede llevar a pensar en la donación de algún devoto de la figura del Nazareno.
Es objetivo que el Nazareno del Humilladero por el deteriorado estado en que se encontraba.
Dice la crónica del periódico local el día 22 de abril, que “La procesión del Santo Entierro se verificó anoche de la misma forma en que años anteriores, salvo dos diferencias: la ausencia de concejales de la que hablamos separadamente, y la lluvia que cayó cuando la procesión recorría la calle de la Merced, lo cual deslució su paso por la del Mercado (Portales) y obligó a terminarla muy deprisa”.
La ausencia de concejales se debió a que, como la procesión la presidía el Gobernador Civil, los concejales republicanos “lo dejarían solo con los concejales monárquicos que quisieran asistir”. Estos mismo concejales decidieron que “fuese una Comisión á (sic) visitar al señor abad, participándole su propósito de no asistir á (sic) la procesión de la tarde, y declarando que no lo hacían por ningún motivo relacionado con el culto, sino exclusivamente porque presidiría el acto el señor gobernador civil”.

viernes, 19 de abril de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Viernes Santo. Magna Procesión del Santo Entierro



El Viernes Santo ha sido y debiera seguir siendo la fecha más importante para los cofrades logroñeses. Al igual que la madrugá para los jienenses con la estación de penitencia del “Abuelo”, para los sevillanos con el Gran Poder o para los linarenses que procesionan su Nazareno posiblemente salido de la gubia de Víctor de los Ríos. Es el día grande, donde sale a la calle la Magna Procesión del Santo Entierro, la procesión pasional por excelencia de la Semana Santa logroñesa.
La presencia de nuevas procesiones que se extienden por la semana pasional logroñesa desde Viernes de Dolor, con excepción del sábado posterior al día señalado, hace que, en algunos casos, se obvie la importancia del Santo Entierro. No conviene olvidar que, de esta procesión, parten el resto de las existentes. Y, como madre del resto de procesiones y cofradías, debiera ser tratada con respeto e intentando realizarla de la mejor manera posible. Año tras año asistimos a comportamientos manifiestamente mejorables; se abandona la piedad del relato pasional en beneficio del espectáculo puro y duro; se hacen supuestos homenajes; el acompañamiento musical que puede y debe aparecer todos los días del año con excepción del Viernes Santo se hace presente; se sustituye el concepto procesional por el de estación de penitencia, etc Es cierto que Logroño no es una ciudad volcada en su faceta pasional ni cofrade. Faltan rutas cofrades en la ciudad que bien pudieran realizarse; un monumento al cofrade ayudaría a recordar el resto del año que la Semana Santa es la celebración festiva más antigua de la ciudad y que lleva celebrándose casi quinientos años.
Pero ante todo, debemos honrar a todos los cofrades que han hecho posible que, a día de hoy, se sigan celebrando los desfiles pasionales en Logroño. Bitoriano Pascual, Benito Arana, Bernabé Pérez o Julio Ybáñez, son los ejemplos en los que deberemos poner los ojos para recuperar, otra vez, la procesión del Santo Entierro en todo su esplendor; que la sociedad líquida de la que hablaba Zygmun Bauman no se instale en el mundo cofrade logroñés.


miércoles, 17 de abril de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Nueva salida del Nazareno Viejo.



El día diecisiete de abril del año 1981 el Nazareno Viejo volvía a asomarse a las calles de Logroño. La Junta de Gobierno de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro, con Ricardo Ochoa Urízar a la cabeza, decidió, con el acuerdo de la Junta de Gobierno de la cofradía nazarena,  realizar un Vía Crucis, denominado de la Juventud, el Viernes Santo a las ocho de la mañana desde la fuente de Marqués de Murrieta hasta la ermita del Cristo del Humilladero, volviendo y finalizando el piadoso ejercicio en la parroquia de Santiago, el Real.
Para ello, se procedió a una preparación mínima del paso nazareno, guardado en un almacén de un cofrade desde 1977 y, a la vez, se logró la cesión de las andas en las que antaño procesionó que eran usadas por el paso de la Oración en el Huerto para la procesión del Santo Entierro.
En aquel primer año, acudió la banda de tambores y cornetas con hábito, mientras que los portadores del paso iban sin hábito alguno, ya que podía ser portado el paso por toda persona que quisiera. Lo temprano de la hora hizo que muchos vecinos se asomaran a las ventanas asustados ante el estruendo de tambores y cornetas, oyéndose frases gruesas e insultos dirigidos a los cofrades. A la vuelta a la iglesia de Santiago, hubo que desmontar el paso deprisa para llevar las andas a la Redonda para que se montara el paso de la Oración en el  Huerto.
La idea de hacer un Vía Crucis hasta el Humilladero partió de la Hermandad, basándose en la tradición cuaresmal y semanasantera de acudir al citado templo por buena parte del pueblo logroñés en esos señalados días, ya que la citada ermita ha sido, durante muchos años, centro del culto y devoción logroñés a la imagen de Jesús con la cruz a cuestas.
Posteriormente, se añadiría al Nazareno, el paso también custodiado en la parroquia de Santiago, el Real, de la Dolorosa. Con el tiempo se suprimió el acompañamiento musical y se modificaría el horario de comienzo a las nueve de la mañana. El desarrollo urbano de la ciudad por esa parte hizo que una procesión que duraba dos horas en un principio, pasase a ser mucho más larga con la aparición de rotondas, urbanización del espacio procesional, etc.
A día de hoy, la procesión se realiza con la imagen de la Dolorosa finalizando en la ermita del Humilladero.


sábado, 13 de abril de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Domingo de Ramos. 1974

En la foto se ve a cuatro cofrades nazarenos infantiles, el Domingo de Ramos del año 1974 delante del paso de la Entrada de Jesús en Jerusalén. Se encuentra en la puerta de la concatedral de Santa María de La Redonda. Como dato curioso, las andas se usaban por tercera vez, ya que fueron adquiridas en el año 1972 por la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro. En las varas de carga se ven los hábitos de los cofrades que la portaban. Aquel año, dice la prensa, “saldrá de la Catedral. Subirá por Sagasta hasta el Espolón, le dará la vuelta completa y bajará por Muro del Carmen, Portales, hasta la Redonda. Seguidamente se celebrará misa en la catedral”. Posteriormente, se procesionaba hasta la Enseñanza, haciéndolo por Portales, Muro de Cervantes, General Franco (hoy Avenida de la Paz), Capitán Gaona hasta el colegio de la Compañía de María.
Los cofrades infantiles son, de izquierda a derecha, José Manuel Ugarte, Eugenio Ugarte, Francisco Ezquerro y Juan Ugarte. Todos ellos pasarían, posteriormente, a formar parte de la banda de tambores y cornetas de la cofradía.
Siempre se ha tenido la celebración de Domingo de Ramos como una procesión infantil y así se ha explicado. Nada más lejos de la realidad. La simbología del paso es totalmente diferente. Que Jesús entre en un pollino no es casual. Siguiendo a Benedicto XVI, “el borrico atado hace referencia al que tiene que venir, al cual los pueblos deben obediencia”. Cuando ponen los mantos los discípulos sobre el borrico estarán representando “un gesto de entronización en la tradición de la realidad davídica y, así, también en la esperanza mesiánica que se ha desarrollado a partir de ella”. De este modo hay que entender también el hecho de tirar las palmas al suelo, ya que los peregrinos, los que acompañan a Jesús, realizan la proclamación mesiánica “Hosana, bendito el que viene en nombre del Señor”.
Finalmente, decir que la gente que le aclama no son los habitantes de Jerusalén; “la escena del homenaje mesiánico a Jesús tuvo lugar al entrar en la ciudad, y que sus protagonistas no fueron los habitantes de Jerusalén, sino los que acompañaban a Jesús entrando con Él en la Ciudad Santa….La multitud que homenajea a Jesús en la periferia de la ciudad no es la misma que pediría después su crucifixión”.

martes, 9 de abril de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Última salida del hábito diseñado por Narvaiza.

 
El Viernes Santo del año 1982, nueve de abril, fue la última vez que la cofradía de Jesús Nazareno procesionó con el hábito diseñado por Alejandro Narvaiza Rubio, autor, además, de la figura titular y del diseño de las andas del nuevo paso.
Los tiempos habían cambiado en la Semana Santa logroñesa. Por primera vez en mucho tiempo, se empezaba a mirar fuera de Logroño. Bien es verdad que la crisis que desde mediados de los años 70 de la pasada centuria azotó a las asociaciones pasionales logroñesas contribuyó no poco a que conseguir sacar las procesiones a la calle fuera un éxito y consecuencia de un trabajo casi sobrehumano para los cofrades de aquellos años. La Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro se descomponía poco a poco no sabiendo gestionar los nuevos problemas que aparecían en el día a día. Consecuencia o causa bien pudieron ser la desidia eclesial, el poco caso de las autoridades del momento, la escasa o nula formación cofrade.
De todos modos, no deja de ser paradójico que en aquellos años un grupo de grandes cofrades, alimentados por su ilusión y su devoción a sus pasos, lograran sentar las bases para que hoy se puedan repetir año tras año, los desfiles procesionales de la ciudad de Logroño. Nombres como Castillo, Natalio Segura, Pascual, Chuchi Perea, Eugenio Ugarte, Torcelli, Miguel Ángel, Pons, Pablo, el mismo "Hermano Galletas" o Ricardo Ochoa son los artífices de lo que hoy vemos en la calle. Con sus virtudes y sus defectos y, algunos, olvidados por sus cofradías, sirvan estas líneas para ponerles en valor y recuperar su memoria. Más de una vez se les puede observar en la calle viendo los pasos con la misma humildad y devoción por "su figura", con la que trabajaron por ella.
Aquel año de 1982 la cofradía nazarena aprobó cambiar la túnica de color pardo- marrón, por una nueva de color morado, más acorde con la tipología cofrade de Jesús con la cruz a cuestas. El color penitencial por excelencia, que ya a mediados del siglo XIV era el color que eligieron los hermanos de la Primitiva Hermandad de los Nazarenos sevillanos para, imitando a Cristo, salir a la calle.
La fotografía corresponde al Viernes Santo del año 1978. Se observa como ya se ha cambiado el color de las horquillas de los portadores que han pasado del gris al marrón. Será, además, uno de los últimos años en que procesionaron los romanos escoltando al paso en su desfile por las calles logroñesas.

domingo, 7 de abril de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Primera Salida del Paso Nuevo



Como ya se ha comentado, el dos de abril de 1969, se produjo la primera aparición pública del nuevo paso de la cofradía de Jesús Nazareno.
En aquella primera ocasión, los únicos enseres procesionales de la cofradía eran el paso, las horquillas y los hábitos de los cofrades. Sobre los seis faroles que acompañaron en la última década al Nazareno Viejo, nunca más se supo de ellos.
En aquella primera salida, las horquillas cumplieron su cometido, ya que el paso no tenía caballetes y, en las paradas, debía sujetarse sobre las citadas horquillas; así se llamaban en Logroño; en otros lugares se usan otros nombre, caso de la ciudad de León donde se denominan “horquetas” y, a día de hoy, apenas se usan por los braceros durante la puja, pues han sido abandonadas por muchas cofradías. La dificultad de mantener los más de mil kilos que pesaba el conjunto sobre las horquillas en las paradas, hizo que la cofradía confeccionase, para el año 1970, una estructura metálica de caballetes donde descansara el paso.
La cofradía no disponía de cetros de representación; la confección será posterior. Tampoco eran necesarios, pues casi todos los cofrades eran portadores del paso. En la primera salida, el paso procesionó sobre los hombros de treinta portadores. Tampoco disponía la cofradía de escudo, como se puede observar en los faldones del paso. El escudo que portan, la cruz de Jerusalén, fue el elegido por los rectores de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro como escudo en el año 1940. La confección y diseño del escudo nazareno corrió a cargo del mismo autor, Alejandro Narvaiza.
Se puede considerar, desde la visión del siglo XXI, como un auténtico milagro que el esfuerzo que realizaron aquellos cofrades llegara a buen puerto y que, ese dos de abril, el paso pudiera salir a la calle.


2019. AÑO NAZARENO. Primera Celebración Admisión Nuevos Cofrades.

 
El año 1993 es el punto de inflexión en las celebraciones pasionales no ya de la cofradía de Jesús Nazareno, sino de toda la ciudad de Logroño. Se incorpora a la Junta de Gobierno de la cofradía el  entonces seminarista Fermín Labarga García. Gracias a su presencia y a su conocimiento del mundo cofrade, se introdujeron novedades en el día a día de la cofradía. Por primera vez se hizo un programa de formación cofrade para la Junta, abierto a todos los hermanos que quisieran sumarse; se realizó un boletín informativo, pequeño y en blanco y negro, que no ha dejado de realizarse desde entonces; se potenció la participación de la cofradía en las celebraciones litúrgicas pasionales y, sobre todo, se hizo un proyecto de actividades para el año 1994, fecha en la que el paso titular hizo sus bodas de plata.
Aquel año se celebra, el siete de abril, en la iglesia de Santiago, el Real, por primera vez, la ceremonia admisión de nuevos cofrades, con una celebración de la Palabra, la promesa de los estatutos por parte de los aspirantes y la bendición de los hábitos. Ceremonia que, con el discurrir de los años, han ido incorporando todas las cofradías. La ceremonia fue presidida, también por primera vez en la historia de la cofradía, por el entonces Obispo diocesano don Ramón Búa Otero. Posteriormente, todos los participantes en la celebración partieron a la procesión del Encuentro, con la máxima autoridad diocesana presidiendo la procesión, detrás del Nazareno logroñés.
Dicha celebración, adecuándose a los tiempos actuales, se viene celebrando anualmente en la misma fecha; el Miércoles Santo antes de participar en la procesión del Encuentro. Sirva también la fotografía para realizar un sentido homenaje a Juan Carlos Ruizolalla, entonces Hermano Mayor y que aparece en la fotografía, en el momento de tomar la promesa de los Estatutos a los aspirantes. Fue Hermano Mayor de la cofradía desde 1982 hasta 2004, con otro mandato de cuatro años desde 2008 a 2012. Posteriormente, fallecería tras una enfermedad que no le impidió acercarse a ver a su Nazareno o en la calle o en la capilla de San Pablo de su sede canónica.  

jueves, 4 de abril de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Salida del Nazareno Viejo con el Cristo de los Enfermos.

 
Aquel lejano año de 1985, Jueves Santo cayó un cuatro de abril. Desde hacía unos años, las cofradías de Jesús Nazareno y la Entrada de Jesús en Jerusalén habían estrechado  lazos y trabajando conjuntamente, sobre todo para potenciar las procesiones donde intervenían las dos cofradías.  Desde el principio la nazarena cofradía logroñesa se personó en el apoyo a la procesión del Domingo de Ramos, donde la cofradía de la Compañía de María había decidido salir con capuz, medida a la que se opuso la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro. Como ya se ha comentado anteriormente, en la primera procesión del Lunes Santo con la Oración del Huerto, el único representante de otras cofradías fue un hermano nazareno. Lo mismo puede decirse de los primeros Domingos de Resurrección.
El punto culminante fue la aparición del Cristo de los Enfermos la tarde del Jueves Santo para procesionar por las calles logroñesas. Hubo  mucha tensión, ya que ese día parecía estar destinado solamente para las Siete Palabras. Se dio la casualidad que, no siendo la cofradía escolapia parte de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro, a ésta le costó mucho trabajo lograr un acuerdo entre las dos cofradías para procesionar el mismo día.
 La cofradía del Nazareno. gracias a los decididos apoyos del entonces Hermano Mayor Juan Carlos Ruizolalla y  del Hermano Tesorero, Eugenio Ugarte, decidió en Asamblea, acompañar con el  Nazareno Viejo a los hermanos de la Entrada de Jesús en Jerusalén. A las cinco de la tarde se partía de Santiago por las calles Santiago, Mayor, Sagasta, Avenida de la Rioja, Miguel Villanueva, Vara de Rey y Jorge Vigón, delante del templo logroñés de la Virgen del Carmen. Ante la amenaza de lluvia, se intentó meter el paso dentro de la iglesia de los Carmelitas, siendo imposible. Se dejó el paso en el pasaje de la misma calle con Doctores Castroviejo.
Finalmente, y tras la celebración de la Misa In Coena Domini, la procesión comenzó. Jorge Vigón, Vara de Rey, Muro del Carmen, Plaza Amós Salvador, Rodríguez Paterna, Avenida de Viana, Capitán Gaona, Juan XXIII, para finalizar en Jorge Vigón en la puerta del templo del que partió.
A los cofrades nazarenos les quedaba la vuelta. Jorge Vigón, Gran Vía, Víctor Pradera, Capitán Gallarza, Portales, Plaza Martínez- Zaporta, Mayor, calle Santiago para acabar en la iglesia de Santiago. En aquel entonces el paso pequeño era portado por doce cofrades y descansaba en las horquillas durante las paradas procesionales. Se dio el caso de lesiones en algún cofrade, caso de José Torres, al cual se le rompió un tendón del hombro, siendo el último año que portó los pasos de la cofradía nazarena.
A la una de la madrugada descansaba el paso en su sede canónica. Al día siguiente, Viernes Santo, a las ocho de la mañana, partía de nuevo el Nazareno Viejo al Vía Crucis de la Juventud, a hombros de los cofrades, casualmente de muchos que lo habían portado la víspera; pero, esta, es otra historia.

martes, 2 de abril de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Primera salida del paso de Alejandro Narvaiza.

El dos de abril de 1969 el paso que Alejandro Narvaiza Rubio hizo para la cofradía de Jesús Nazareno, salió a la calle desde la parroquia de Santiago, el Real, por primera vez para participar en la procesión del Encuentro.
“… este año se hacen algunas modificaciones en el itinerario de la procesión del Encuentro. La razón fundamental de este cambio es el estreno del paso del Nazareno… En esta obra, el escultor Alejandro Narvaiza ha dejado una parte de si (sic) mismo, la ha trabajado con un amor y un cuidado especiales”, rezaba la prensa local del Domingo de Ramos de 1969.
La aparición del paso supuso la apertura de la cofradía, abandonando los “numerus clausus”. Decía Eugenio Ugarte en la prensa que “en la actualidad es deseo de la Cofradía aumentar el número de Hermanos sin término fijo, y se aclara que pueden pertenecer a la misma feligreses de cualquier parroquia de la ciudad”
La crónica del periódico Nueva Rioja del día siguiente lo relata del siguiente modo: “Este año ha revestido la procesión del Encuentro especial fervor e interés. A ello ha contribuido, en primer término, el nuevo paso, obra de Alejandro Narvaiza, que atrajo la curiosidad de los logroñeses. A ello hubo de unirse el itinerario prolongado, que sirvió para descongestionar los alrededores del punto crucial del desfile, en la esquina de Víctor Pradera con Bretón de los Herreros. Numeroso público estuvo presente en el recorrido, a pesar de la hora avanzada y de la amenaza de lluvia, y escuchó los fervorines que don Félix Ochagavía se encargó de pronunciar  como complemento del devoto desfile. El estreno del Nazareno ha resultado un éxito, que se corroborará sin duda, en el desfile procesional de mañana, viernes, dentro de la procesión general del Santo Entierro”.
Como dato curioso, se dirá que el paso fue bendecido el Lunes Santo, día treinta y uno de marzo, en la celebración del pregón de la Semana Santa logroñesa que, desde su creación en el año 1952, se celebraba cada año en la sede canónica nazarena de Logroño. Aquel año el pregón corrió a cargo de Fermín Mugueta, escritor colaborador de prensa a nivel nacional y propagandista misionero seglar. Se dio la casualidad que, en aquel pregón, la parte musical tuvo lugar toda ella al principio y, al finalizar; bastante público abandonó la iglesia pensando que el pregón había finalizado. Aun así, según la prensa de la época, quedó suficiente público para escuchar al orador y participar como público en la posterior bendición de la obra de Narvaiza.
 

lunes, 1 de abril de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Primera Salida de la Sección de Viento.

 
El año 1977 la cofradía nazarena toma la decisión de unir una sección de viento a la ya existente de tambores y bombos. Para ello cinco cofrades infantiles aprenderán, en las aulas del antiguo colegio de Navarrete el Mudo, los secretos de este instrumento. Bajo la sabia dirección del recordado “Algarrobo”, Juan Carlos Fernández, Juan Ugarte, Félix Blasco, Javier Lacalle y Francisco Blasco “Cano”, serán los componentes de la primera sección de viento que tuvo la cofradía del Nazareno.
El Viernes de Dolor del año 1977, la sección de viento, junto a la de tambores y bombos, acompañó a la Dolorosa de Santiago en su procesión anual por las calles del casco viejo logroñés. Era su debut en la calle y su primer ensayo serio antes de acompañar al Nazareno el Jueves Santo en la procesión del Encuentro. Se iba a celebrar el Jueves Santo, pero la lluvia impidió. Esa es la razón por la que será el Viernes Santo de ese año 1977 cuando la sección de viento acompañe a su paso titular en la procesión del Santo Entierro.
Convendrá recordar que, hasta los primeros años ochenta, el acompañamiento musical nazareno participará en todas las procesiones tocando sin capuz. El carácter infantil de las dos secciones hizo que la entonces Junta de Gobierno solicitara permiso a la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro para procesionar sin capuz, siendo concedido por la pía asociación.
La foto corresponde al Domingo de Ramos del año 1978. Los cofrades forman en la calle tras la participación en la Eucaristía de la festividad de Domingo de Ramos celebrada en la concatedral de La Redonda, para dirigirse, acompañando al paso de la Entrada de Jesús en Jerusalén, al colegio de la Compañía de María de la capital riojana, donde descansaba el paso el resto del año.
La sección de viento permaneció en la cofradía hasta hace pocos años, cuando desapareció por falta de cofrades que tocaran. Una muestra más del lento pero inexorable declive que, desde hace unos cuantos años, va dejándose sentir en cofradías, no solo logroñesas, sino de ciudades más importantes como son el caso vallisoletano o conquense, y que parece no tener fin.

2019. AÑO NAZARENO. Última salida del Nazareno del Humilladero.

 
El primer día de abril de 1904 salía por última vez en procesión, el Nazareno del Humilladero portado por los miembros de la cofradía de Jesús Nazareno. El deterioro de la figura, que se sabe procesionaba desde principios del siglo XVII, se acentuó de tal manera que la cofradía estimó necesario sustituirlo por otra figura.
Como curiosidad, de aquella procesión del Santo Entierro, decía la prensa local al día siguiente que “aumenta el número de penitentes, principalmente de ellas, que por grupos se presentan muy recatadas con tupido velo, y suponemos descalzas, lo cual, en nuestras bien cuidadas calles, no es gran peligro”.
Se comenta la presencia de dos bandas militares, diciendo el cronista que “siempre hemos creído  que la música civil haría mejor papel colocada detrás de la Oración del Huerto, procurando alternar con la militar para que el trayecto no resulte tan desairado”. Acaba la crónica diciendo “hasta otro año, y que el bacalao nos sea leve”. Cuenta el mismo periódico que, durante la procesión, se produjo un robo de dos mil pesetas en el número 18 de la calle Bretón de los Herreros, en la casa propiedad de la pescatera Gregoria Sáenz, popularmente conocida como la Goya”.
Tras esta procesión el Nazareno del Humilladero regresó a su ermita, siendo la última vez que se asomó a las calles logroñesas en los días pasionales.