domingo, 30 de mayo de 2021

JESÚS NAZARENO DE SISANTE.

 

Imagen de Jesús Nazareno en  camarín

Nos encontramos ante una situación curiosa con esta imagen de Jesús con la cruz a cuestas; procesiona cada cien años, al cumplirse el centenario de su llegada al convento de la clarisas de Sisante, en la provincia de Cuenca. Concretamente la imagen llegó el 14 de septiembre; desde 1711, fecha de inicio de la tradición.

El origen de la imagen bascula entre los que sostienen que fue encargada por Carlos II a Luisa Roldán, escultora de cámara para obsequiar al Papa Inocencio XI; los que sostienen que el mismo rey lo encargó para el Convento de San Diego de Alcalá de Henares; al final, la muerte del rey hizo que la imagen permaneciera en la casa de la escultora hasta su fallecimiento en 1704.

Es curioso que el primer centenario lo hizo en 1819, ocho años después de la fecha indicada, debido a la Guerra de la Independencia. Posteriormente celebró el tercer y cuarto centenario en 1911 y 2011. También procesionó en 1939 como desagravio ante los actos vandálicos padecidos durante la Guerra Civil; fue restaurada por Coullaut Valera dejando el aspecto que presenta hoy en día.

Imagen del Nazareno tras los actos vandálicos
padecidos durante la Guerra Civil

La última salida extraordinaria fue en el año 2000 para celebrar el Año Jubilar. El 24 de marzo se trasladó del convento a la parroquia de Santa Catalina para celebrar un triduo, posteriormente devuelto al convento el 27, procesionando el 31 de marzo en Cuena y el 1 de abril en Sisante.

La imagen fue tallada por la escultora Luisa Roldán “la Roldana” entre 1697 y 1701, durante su periodo madrileño. Imagen de tamaño natural, de candelero con cabeza, cuello, manos y pies tallados. Jesús camina hacia el Calvario encorvado, portando la cruz en el hombro izquierdo. Dicha cruz es sujetada por las manos de Cristo que, casi no tocan el madero. La mano derecha está más baja que la izquierda.

Imagen idealizada de Jesús donde el suplicio sufrido antes de portar la cruz no aparece en toda su crudeza, salvo la corona de espinas, los regueros de sangre producidos por la misma, el rostro un poco tumefacto y la boca ensangrentada. Presenta una mirada perdida que no se dirige a nadie especialmente, sino que es una muestra más de la fuerte humanidad que nos muestra la escultora. Barba bífida, nariz alargada, rostro de un óvalo perfecto.

Imagen del Nazareno antes de 1936

Un caso curioso de una magnífica imagen nazarena que no sale en Semana Santa a la calle, pero que espera, cada cien años, que sus vecinos y devotos, le acompañen por las calles de Sisante.

domingo, 23 de mayo de 2021

PENTECOSTÉS

 

Cristo resucitado. Logroño. 
Con Él, comenzó todo. 

Hoy, domingo 23 de mayo, celebramos la festividad de Pentecostés. Para ello os dejo la homilía que, el pasado 2020, dijo José María Rodríguez Olaizola y que fue publicada en el libro ya mencionado en este blog, La palabra desencadenada. Creer en tiempos de pandemia. Quizá nuestro Pentecostés tenga menos que ver con las lenguas de fuego y más con una actitud. Una actitud de vida, de comportamiento, de estar en el mundo y, sobre todo una actitud de apoyo en Jesús y su Palabra.

ENTRE BABEL Y PENTECOSTÉS. NO TENGÁIS MIEDO. 

Contemplemos por un instante a los discípulos. Lo llevamos haciendo todas estas semanas de Pascua. Lentamente hemos ido viendo como el Resucitado va plantando en ellos la semilla del valor. Fijaos en ese precioso recorrido que hemos ido haciendo, semana a semana, viendo cómo se vuelve a encender un fuego, una llama, en los corazones de los discípulos: María que oye su nombre, Pedro perdonado, Tomás acogido con sus dudas, los de Emaús, compartiendo la mesa. Pablo, que pasa de perseguidor a testigo. Todos, cada vez más libres, plantando cara a la persecución y al conflicto.

Pentescostés. Bartomeu de Robió. Siglo XIV

Los discípulos han experimentado todo tipo de miedos (a la persecución, al fracaso, a haberle perdido y ahora quizás un poco a que todo se desvanezca). Sin embrago, el  Resucitado primero, y ahora el Espíritu de una manera definitiva, les va a dar valor. Una valentía que los lleva a salir a la plaza pública para proclamar la buena noticia de Jesucristo. La mayoría de edad en la fe solo puede darse cuando uno decide plantar cara al miedo. ¿Cómo entender nosotros eso hoy?

Hay una experiencia muy universal que es la del miedo. Miedo que es mirar adelante y pensar que las cosas pueden salir mal. Y esto, en el tiempo que corre, lo podemos comprender más que bien. Antes teníamos algunos miedos (al futuro, al desconocido, a que las cosas salieran mal en nuestra vida…) Pero ocurre que, en los últimos meses, es como si esos fantasmas posibles se hubieran materializado mucho más. Como que hubieran tomado cuerpo para convertirse en monstruos cercanos y tangibles.

Pentecostés. Monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos)

Mirad, es normal que ahora tengamos miedos. Tenemos miedo al COVID-19. A sus efectos devastadores. Ya hemos visto que puede hacer en una sociedad. Un repunte no parece descartado- más bien muchos avisan en esa dirección-. Tenemos miedo no solo a sus consecuencias, en salud y en vidas (claro, ese es el mayor miedo, perder a quienes amamos). Pero también hay miedo al futuro (una preocupación que se cuela a diario en nuestras conversaciones: las consecuencias económicas, la precariedad, la `pobreza, el rescate…). Miedo a un mundo que quizás sea muy distinto (y lo desconocido tiene un punto de incierto  que asusta). Miedo, también, a la conflictividad social (unos a otros, ¿es que no somos capaces de hacerlo mejor?). Miedo  a aislarnos más en lugar de encontrarnos más.

Tenemos, por delante, una tarea descomunal. Si queremos ser de verdad levadura en la masa. Si queremos contribuir a marcar una diferencia. Si queremos ayudar a gestar el mundo que salga de esta crisis global, no podemos conformarnos con permanecer encerrados en nuestros miedos. Tenemos que contribuir a sembrar en esta sociedad un mensaje de justicia, de esperanza y comunión.

Pentescostés. Zurbarán. 1635

Y aquí nos toca elegir entre dos lógicas: la de Babel y la de Pentecostés. La lógica de Babel tiene tres ingredientes principales: (1) el sueño imposible y temerario. “Hagamos una torre que llegue hasta Dios”; (2) la incomunicación, que lleva a no ser capaces de hacer las cosas juntos; (3) la división es consecuencia de lo anterior. Esa lógica de Babel es algo muy humano y se puede dar en muchos niveles en una sociedad; entre países, entre ciudades, entre grupos humanos divididos por la ideología y los colores políticos; incluso dentro de nuestra Iglesia.

Frente a ello, la lógica de Pentecostés es todo lo contrario. Primero, vemos un sueño ambicioso, pero posible, que se gesta en lo pequeño. Esa comunidad minúscula que, sin embargo, no tiene miedo de dar un primer paso, de salir a la plaza pública. Y es que, es verdad, el Reino se empieza a construir con el primer paso. Y aunque hoy pensemos que la Iglesia pinta poco, esto lo empezaron un puñado de hombres y mujeres sencillos, en una provincia lejana de un imperio para el que no contaban.

Segundo, esa capacidad de comunicación (simbolizada en ese hablar y que todos entiendan su idioma). Hay un idioma universal para el ser humano: todos nos estremecemos con el sufrimiento, tenemos entrañas de misericordia, aspiramos al amor, al bienestar, a la salud de cuerpo y alma de los nuestros; todos queremos la paz; es tanto lo que nos une… Quizás es momento de aprender a hablar de nuevo. Y a escucharnos. De comprender que todos tenemos algo que decir y que la diferencia no tiene por qué ser motivo de enemistad, porque es una forma de riqueza cuando se entiende bien (y ahí encajan las palabras de Pablo sobre los carismas)


Por último, no podemos seguir dejando que las diferencias pongan abismo entre nosotros. Nos toca ser artífices de encuentro y comunión. No podemos seguir dejando que sembradores de cizaña nos conviertan en enemigos unos de otros.

¿Da miedo afrontar esta tarea? Sí. Pero Pentecostés ya fue una vez para siempre, y estamos en el tiempo del Espíritu. Escuchémoslo, susurrando en nuestro interior, y escuchemos una vez más atravesando el tiempo, las palabras del amigo, el maestro, el Señor. “En el mundo pasaréis aflicción, pero tened valor: yo he vencido al mundo”

José María Rodríguez Olaizola, sj

“La Palabra desencadenada. Creer en tiempos de pandemia”

Colección el Pozo de Siquén, nº 428

Sal Terrae, Maliaño, Cantabria, 2020, págs. 384-386

lunes, 17 de mayo de 2021

CUARESMA Y SEMANA SANTA IV. TIEMPO DE PASCUA

Cristo Resucitado. Fano. 

Tras la Semana Santa, el mismo Sábado Santo, tras la Vigilia Pascual, entramos en tiempo de Pascua; tiempo de celebración de la Resurrección de Jesús y que se extiende durante  siete semanas, hasta el día de Pentecostés, fiesta en la que se celebra la venida del Espíritu Santo a los apóstoles. Celebramos la Resurrección de Jesús  a lo largo de cincuenta días que “han de ser celebrados con alegría y exultación como si se tratase de un solo y único día festivo, más aún, como ‘un gran domingo’”.[1]

Como bien dijo San Pablo en  1Co, 15, 13-14, “pero si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra predicación y vana también vuestra fe” [2] Observando el calendario de actos y  celebraciones de todas las asociaciones pasionales logroñesas, de la hermandad de cofradías y de las que salen desde la curia diocesana para el mundo pasional, uno acaba pensando que, efectivamente, vana es nuestra fe. El silencio más absoluto. La nada, con excepción de la eucaristía mensual por los difuntos y alguna asamblea. Y ese silencio, muchas veces animado por las parroquias y su párroco que, tras una Cuaresma Y Semana Santa donde la presencia cofrade ha alterado el normal funcionamiento parroquial, retorna a la ¿normalidad?

Noli me tangere. Tiziano.

Ante esta situación, dejo un escrito de Pablo Martín Ibáñez, sj, aparecido en pastoralsj.org. Una lectura lenta y reposada del mismo puede darnos pistas de lo que pasa en esta diócesis para el mundo pasional. 

ONCE MOTIVOS POR LOS QUE

NOS CUESTA DAR RAZÓN DE NUESTRA FE.

1.- Porque tenemos miedo a que nos excluyan. En muchos movimientos y parroquias se propicia una especie de síndrome del perseguido, poniendo en guardia a los cristianos «contra el mundo».

2.- Cuando la realidad es que el mundo nos ignora (hablo de Occidente y de España en concreto). Es decir, nuestro miedo es infundado.

3.- Porque no queremos dar la nota. Ser el capillitas, el beato, el mojigato.

4.- Porque nos da vergüenza. Afirmarse de manera distinta a los pensamientos dominantes te señala.

5.- Y no estamos bien preparados. Las clases de religión, la catequesis y las propuestas formativas hoy, muchas veces no nos ayudan a dar razón de nuestra fe. Muchos cristianos (jóvenes, sí, pero también adultos), no sabemos explicar por qué estamos a favor de la vida, o por qué celebramos los sacramentos.

6.- Ni siquiera muchas veces sabemos en qué creemos. Muchos cristianos no sabemos cómo se organiza la Iglesia Católica, en qué nos diferenciamos de otras confesiones, qué dicen las escrituras o qué enseña el Magisterio de la Iglesia en, por ejemplo, doctrina social.

7.-Y esto nos impide valorar toda la riqueza que el cristianismo tiene en su propuesta.

8.- Porque no nos lo creemos. Porque en realidad ser cristiano es creer en muchas cosas que hoy no son fáciles de creer: el Amor auténtico que lleva a dar la vida, la confianza en Dios, el desapego material, la austeridad económica frente al despilfarro, la comunidad frente al individualismo y la responsabilidad individual frente al corporativismo igualitarista, por ejemplo.

9.- Porque dar razón de la fe exige que seamos más auténticos en la vivencia de la misma. Y en un mundo que invita al hedonismo constante, negarse a uno mismo en pos del bien común no es fácil.

10.- Porque nos da pereza. Porque explicar las cosas y ser propositivos necesita de nosotros paciencia (con nosotros mismos y con los demás).

11.- Y también da pereza ser creativos. Muchas veces tenemos anclados lenguajes y formatos ya vacíos, anticuados o, por qué no decirlo, rancios.

Pablo Martín Ibáñez, sj


Cristo Resucitado. León. 


[1] https://pastoralliturgica.cpl.es/tiempos-liturgicos/pascua/los-cincuenta-dias-de-pascua/

[2] https://www.conferenciaepiscopal.es/biblia/1-corintios/

domingo, 9 de mayo de 2021

CUARESMA Y SEMANA SANTA 2021. III

 

Lista de transmisiones de la Semana Santa de Logroño 2021

Como continuación de la Cuaresma, la Semana Santa en Logroño, se desarrolló del mismo modo que el anterior tiempo litúrgico, transmitiendo por el canal de la Diócesis algunas celebraciones. He dejado para este resumen el último acto cuaresmal en Logroño, que no es otro que la culminación del septenario de la Virgen de los Dolores sita en la parroquia de Santiago, el Real.

Allí se celebró la tradicional eucaristía y, posteriormente, se procedió a la lectura de los siete dolores marianos, acompañados por una mini procesión con el paso titular del día a hombros de un reducido grupo de cofrades nazarenos. También, en este acto, se acompañó por parte de un piquete de la banda de tambores de la cofradía de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores. Como todos los actos celebrados en la citada sede canónica, este fue a puerta abierta hasta completar aforo, cosa que sucedió pronto quedando gente sin poder presenciarlo.

Domingo de Ramos Iglesia de Palacio. 
Paso de la Entrada de Jesús en Jerusalén. 

Es digno de señalar que, a lo largo de la Semana, las distintas cofradías dispusieron casi todos sus pasos para ser visitados por los fieles. El Domingo de Ramos y solos ese día, pudimos ver el paso de la Entrada de Jesús en Jerusalén en la Imperial Iglesia de Santa María de Palacio con todas sus figuras, cosa que no se veía en Logroño hace ya unos años; también allí se encontraban el Cristo de las Ánimas y, montado en sus andas el paso del Descendimiento. Se celebró allí la Eucaristía con la asistencia de todos los Hermanos Mayores de las cofradías logroñesas. Destacar también la presencia de la Dolorosa y el Yacente de la extinta cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Santa Cruz de Jerusalén. Por la tarde, solo se permitía la visita al paso titular de la Entrada, estando el resto de la iglesia apagada, en un claro ejemplo práctico de cómo parte del clero de nuestra ciudad, asumiendo como propio la pertenencia a una cofradía, lleva a cabo la idea transmitida varias veces por el Papa Francisco, de “Iglesia de puertas abiertas, que acoge a todo aquel que se acerca”.

Imagen del Cristo de las Ánimas
Iglesia de Palacio. Logroño, Semana Santa 2021

Llamaba la atención la disposición en la concatedral de Santa María de la Redonda de los pasos de las tres cofradías de la parroquia. Debido a las obras en  la capilla de los Ángeles, se trasladaron los pasos a capillas laterales. Tanto la Soledad como la Dolorosa parecieran delincuentes tras las verjas que cerraban y complicaban su visión. Prácticamente igual el Sepulcro. Tan solo cuando se colocó la imagen de María Magdalena, se pudo contemplar la magnífica imagen salida del taller de Becerra en una visión diferente a la que estamos acostumbrados.

Imagen de María Magdalena
Concatedral de La Redonda, Logroño Semana Santa 2021

Llamó la atención también la presencia de la imagen de la Piedad, muy bien adornada, presidiendo el altar principal de su sede canónica, la parroquia de Valvanera. Lo mismo que el Cristo de Escolapios en la capilla del colegio de las Escuelas Pías, con la nota negativa de que, debido al pequeño tamaño de la misma, casi no se podía entrar y los cofrades que acudieron el Jueves Santo, fueron muy pocos.

Finalmente destacar la presencia de la imagen de Jesús Nazareno bajado de sus andas desde el Martes Santo por la tarde. El Miércoles Santo presidiendo el altar principal para el Encuentro y, Jueves Santo y Viernes Santo, enfrente de la entrada principal del templo, el lugar donde habitualmente descansa en la Semana Santa. La posibilidad de poder ver la imagen a la misma altura hizo que mucha gente se pasara por la sede canónica de la cofradía nazarena logroñesa.

Imagen de Jesús Nazareno
Iglesia de Santiago, el Real. Logroño, Semana Santa 2021

Respecto a los actos, con excepción del Encuentro y alguno más, todos fueron a puerta cerrada y solo para cofrades, lo cual, dicho sea de paso, no parece la decisión más correcta, sobre todo viendo los tiempos que nos está tocando vivir. Cierto es también que realizarlos a puerta abierta hasta completar aforo puede dar lugar a que mucha gente cofrade se quede fuera. Es el riego. El Encuentro de este año, los dolores de María y el pregón nazareno son el ejemplo de una manera de hacer las cosas, no mejor ni peor que otra, pero si diferente y si abierta a todo aquel que quiera asistir.


El Martes Santo tuvimos el día negro de la Semana Santa, junto al vacío sufrido el Lunes Santo. Los actos programados por las cofradías de la Flagelación y de la Santa Cruz, como se dice normalmente, por orden gubernativa fueron modificados. La exposición (veneración en el evolucionismo sevillanista) del paso titular (Sagrado Titular) no se pudo realizar tal y como lo había planeado la cofradía (Hermandad en el nuevo lenguaje cofrade logroñés). El Vía Crucis era a puerta cerrada, solo para cofrades (hermanos) que debían apuntarse mediante comunicación en la ¿casa de hermandad? de la cofradía (hermandad) donde se les confirmaría su inscripción (papeleta de asistencia). Por otro lado, la celebración del Rosario del Dolor se preparó para celebrarse en el colegio San José, en la zona deportiva, al aire libre, con todos los asistentes sentados y con las medidas sanitarias en vigor, junto a sendos piquetes de las secciones musicales de la santa Cruz y de Nuestra Señora la Virgen de la Soledad, fue suspendido por la autoridad por motivos sanitarios. Se celebró en el hall del colegio con la presencia de cuatro cofrades.  

Como curiosidad, al vivir los actos litúrgicos propios de estos días y viendo vídeos de las celebraciones que han preparado los hermanos priores, uno se da cuenta que los citados priores, también pueden errar. Y viene a cuento de un comentario que he oído un par de veces esta Semana Santa y muchas veces a lo largo de mi vida. Se suele predicar que aquellos que recibieron el Domingo de Ramos con palmas a Jesús en Jerusalén son los mismos que, unos días después gritarán crucifícalo !!!! Craso error, según parece. Solo hay que leer a Benedicto XVI, en “Jesús de Nazaret. De la entrada en Jerusalén a la Resurrección” donde en la página 6 del mismo, dice “la escena del homenaje mesiánico a Jesús tuvo lugar al entrar en la ciudad, y que sus protagonistas no fueron los habitantes de Jerusalén, sino los que acompañaban a Jesús entrando con Él en la Ciudad Santa… la multitud que homenajeaba a Jesús en la periferia de la ciudad no es la misma que pediría después su crucifixión”.


Se ha comentado que algunos cofrades, puestos a elegir un personaje de la pasión, serían Poncio Pilato; pero uno que ya lleva en  el tema unas décadas piensa humildemente que no, que ningún cofrade de Logroño va a crucificar nuevamente a Jesús; tampoco somos Judas, pero sí que podemos parecernos a Pedro; pero el Pedro impresionantemente descrito por el  antiguo arzobispo de Milán ya fallecido, Carlo María Martini en su magnífico libro “Los relatos de la Pasión. Meditaciones”.

Y no, algunos, no nos avergonzamos de la Semana Santa de nuestra ciudad. Con nuestras virtudes y nuestros muchos defectos, siendo realistas, viendo lo que hay y reconociendo las dificultades a que nos enfrentamos, intentamos mejorarla poco a poco dentro de nuestras mínimas posibilidades, aunque a algunos les pueda parecer lo contrario.


domingo, 2 de mayo de 2021

CUARESMA Y SEMANA SANTA 2021. II

 


El año 2021 llegó con la tercera ola de infección vírica, con cierres perimetrales tanto locales como de comunidades autónomas, imposibilidad de viajar, imposibilidad de reunirse, suspensiones de actividades no esenciales y una campaña de vacunación de los ciudadanos que daba un paso adelante y dos atrás.

En esta situación estábamos cuando el Secretariado Diocesano de Hermandades y Cofradías de esta Diócesis decidió, el 22 de enero, la suspensión del Encuentro Diocesano de Hermandades y Cofradías que se debía celebrar en Albelda de Iregua. A partir de ahí y con las Notas para las celebraciones de la Semana Santa 2021 salidas desde la curia diocesana siguiendo las instrucciones de la Conferencia Episcopal, toda parecía encaminado a que, por segundo año consecutivo y en función de la situación de la pandemia, no hubiera pasos en la calle.

Ante la situación que se presentaba, desde el mundo pasional logroñés, se tomaron una serie de decisiones. Por un lado la Junta de Cofradías, traspasó toda su actividad a retransmisiones on-line, obviando la presencial. Para ello se grabaron los cuatro vía crucis para ser transmitidos por las redes sociales, especialmente, por el canal diocesano de Youtube. La programación de actos, por otro lado, siguió, como en los últimos años con el esquema y los parámetros ya conocidos de organizar la Cuaresma la Junta y la Semana Santa, las cofradías.

A los vía crucis ya anteriormente mencionados siguió un resumen de los conciertos organizados otros años con música de  temática semanasantera. Lo mismo con los pregones con la diferencia que tan solo se pudieron escuchar los de los últimos años, ya que son los grabados. La presentación de la unidad didáctica de la Semana Santa logroñesa con los principales pasos de la ciudad, así como, aprovechando los quinientos años del cerco de Logroño por parte de las tropas francesas, la charla acerca de la Semana Santa en Logroño en el año 1521 con algún desajuste en los datos aportados, todo ello cerró una programación cuaresmal que dejó a, prácticamente todo el mundo, indiferente o frío.


Tras acabar el duro confinamiento del pasado año, una de las grandes preocupaciones que salían desde la curia diocesana era como iba a ser la vuelta a la normalidad en las parroquias. Naturalmente, catequesis y demás actividades se suspendieron hasta después del verano. La realidad es que la vuelta a las celebraciones en los templos no trajo la asistencia de fieles como antes de marzo; mucha gente, por miedo, por precaución o por la razón que sea, no se reincorporaron. Y eso lo notaron las parroquias. Mucha gente siguió viviendo las celebraciones litúrgicas por los medios de comunicación; radio, televisión, en menor medida internet y youtube, acapararon la audiencia.

Por poner un ejemplo, la eucaristía que diariamente y desde el 15 de marzo transmitía por las redes sociales la Compañía de Jesús desde la parroquia madrileña de San Francisco de Borja, a las 20,05 horas, cesó de hacerse el 31 de mayo. Las homilías diarias fueron recogidas en la publicación “La Palabra desencadenada. Creer en tiempos de pandemia” de José María Rodríguez Olaizola, Ed Sal Terrae, Maliaño (Cantabria), 2020 Llama la atención que en la introducción, se mencionen las razones de celebrar diariamente la Eucaristía y retransmitirla, por cierto, con  bastante éxito de audiencia. En primer lugar, se intentó crear una comunidad en dispersión; en segundo lugar ayudar a vivir desde la fe, con la novedad de estar encerrados en casa sin poder salir; finalmente se intentó que las personas que conformaban la audiencia, no fueran meros espectadores, sino protagonistas. “Era importante que se supieran protagonistas de una historia y una fe que es la suya”. Este año, por razones que todos entendemos bien, la necesidad de los cofrades de sentirse comunidad, de sentirse parte de…, sentirse protagonistas durante la Cuaresma, la Semana Santa y la Pascua, tenía que llevar a realizar los actos de manera presencial, respetando todas las normas emanadas desde las autoridades civiles y eclesiásticas, donde los cofrades nos sintiéramos comunidad, hermanos, partícipes de algo que nos une.



Esto lo entendió perfectamente la cofradía de Jesús Nazareno que celebró, presencialmente tres actos, uno de los cuales fue novedoso y que, esperemos, haya llegado para quedarse. Todo ello respetando los límites de aforo impuestos por las autoridades competentes, con las puertas abiertas de su sede canónica para acoger a todo el que quisiera acercarse. Por un lado su vía crucis parroquial, como todos los años, con bastante afluencia de público. Por otro lado celebró, por primera vez en  la ciudad, la presentación pública del cartel de la cofradía para la Cuaresma y Semana Santa 2021. El mismo día se celebró el Primer Pregón Nazareno que se desarrolló en  la Iglesia de Santiago, el Real, a cargo de la periodista riojana Isabel Virumbrales Sauquillo acompañada por un pequeño piquete de la banda de tambores de la propia cofradía. Por cierto, fue un magnífico pregón. La logroñesa cofradía nazarena se suma a la tradición de muchas cofradías bajo la misma advocación, de celebrar su propio pregón. Finalmente, la cofradía celebró la ceremonia de acogida de nuevos hermanos con una oración ante el paso titular, otra vez, con las puertas abiertas del templo.

Pregón Nazareno 2021. 

Por otro lado, otras cofradías también contribuyeron al intento de hacer más llevadera la Cuaresma y la Semana Santa. Mencionar la iniciativa de la cofradía de las Siete Palabras y el Silencio de colgar todos los domingos cuaresmales en su canal propio una oración y reflexión sobre la misma. También destacar el vídeo donde se contaba, de una manera amena y, sobre todo, apasionada, como corresponde al mundo cofrade, parte de la historia tanto del colegio de Doce Ligero, como de la imagen titular de la cofradía.



Por otro lado, destacó la programación de la cofradía de la Flagelación; para ello, dispuso de una serie de vídeos colgados en sus redes sociales. Por un lado una buena información acerca de los oficios relacionados con la Semana Santa de Andalucía. No olvidemos el impacto económico de la Semana Santa en aquellas tierras. Por otro lado la serie de vídeos englobados en el epígrafe “Qué no se vaya la Pasión” tratando diversos temas relacionados con la Semana Santa; para ello contó con la presencia de cofrades propios y de otras partes de España que aportaron a las personas que los hemos visto un poco más de cultura cofrade, elemento del que estamos muy necesitados en Logroño; él único debe de estos vídeos será la larga duración, algunos superaron las dos horas; por otro lado, la temática casi toda ella enfocada a justificar el cambio de rumbo experimentado por la pía asociación de la parroquia de Santa Teresita desde 2016, hacia formas pasionales más propias del sur de España, que se podrían englobar en el proceso de “sevillanización” que, desde hace unos años, recorre parte del mundo semanasantero español.