miércoles, 29 de enero de 2020

IN MEMORIAM. Francisco Javier Vidal Bravo.

Domingo de Ramos. Javier Vidal, portador de
la Entrada de Jesús en Jerusalén.
 
El veinticinco de diciembre del pasado año, festividad de Navidad y día en que celebramos el abajamiento de Dios a la condición humana siendo igual a cualquiera de nosotros  en todo, excepto en el pecado, ese día, nos enterábamos de la triste noticia del fallecimiento de nuestro Hermano Cofrade Francisco Javier Vidal Bravo a la edad de cincuenta y nueve años tras una dura lucha contra la enfermedad por excelencia de estos tiempos.
Hablar de Javier, es hablar de pasión y amor por la Semana Santa, en este caso, la de su ciudad, la de Logroño. Su biografía cofrade comienza a los diecisiete años cuando “se apunta”, como otros muchos jóvenes de mediados de la década de los setenta de la pasada centuria, a la incipiente cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén. Recogió  los papeles que se hicieron en aquella época solicitando portadores y cofrades para la Entrada en la logroñesa parroquia de Carmelitas, presentándose en el colegio de la Compañía de María, sede de la cofradía en aquellos años. Desde ese mismo año, hasta hace un par de años, todos o casi todos los Domingos de Ramos era normal verlo portando el paso por el que sentía auténtica devoción. Además, se sumó y ayudó a formar, dar cuerpo jurídico y práctico, a hacer crecer a la incipiente cofradía de la “Borriquilla”.
Siempre dispuesto a ayudar y echar una mano, entra, de la mano de Félix Cenea Soriano, entonces Hermano Mayor de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro. Como nadie quería asumir los cargos importantes, Javier pasó a ser secretario y Ricardo Ochoa Urízar, también miembro de la Entrada de Jesús en Jerusalén, Hermano Tesorero. Desde sus puestos, los dos y dentro de las escasas posibilidades que había en aquella época, intentaron sacar adelante y darle nuevo brillo a la Semana Santa logroñesa, inmersa en una grave crisis de la que consiguió salir casi indemne gracias al trabajo, muchas veces anónimo e inadvertido, de muchos cofrades, entre los cuales se puede destacar a Javier. Uno de sus logros, junto al resto de miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad será que el Nazareno Viejo, abandonado en un almacén, vuelva a asomarse a las calles logroñesas en el Vía Crucis de la Juventud, que desde 1980 volvió a recorrer las calles de Logroño en su peregrinar a la ermita del Cristo del Humilladero.
Presentación del cartel de la Semana Santa de 1980
junto al resto de la Junta de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro.
 
Ya dentro de la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén, ayudó a la consolidación de la cofradía como la gran dinamizadora de la Semana Santa de Logroño en la década de los ochenta de la pasada centuria.
Cristo de los Enfermos.
Javier Vidal, Cabo de Varas.
 
1983 supone la aparición de la primera procesión del Cristo Resucitado; su presencia se nota cada año ese festivo día para trasladar el paso desde la Compañía de María al cementerio, celebrar la eucaristía y regresar al punto de partida. La cofradía absorbió el paso de la Oración en el Huerto en 1984 y lo sacan, además del Viernes Santo en el Santo Entierro, los Lunes Santo desde 1984 hasta 2009 en un Vía Crucis que recorría las proximidades de la sede canónica de la cofradía, en los primeros años el colegio de la Compañía de María. En 2009 dejará de procesionar los lunes para ser sustituido por el Cautivo.
En 1985 fue designado Hermano Secretario de la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén, siendo, además, el cabo de varas del paso del Cristo de los Enfermos. Dicho Cristo fue sacado en procesión por la citada cofradía desde 1985 y durante once años por las calles del quiñón parroquial de Carmelitas llevando la comunión a los vecinos que estuvieran impedidos de acudir al templo y lo hubieran solicitado.
Cristo de los Enfermos en la calle Doctores Castroviejo.
 
A mediados de la década de los años noventa de la pasada centuria se incorpora a la cofradía de Jesús Nazareno y, casi por inercia y por el conocimiento que se tenía de su manera de trabajar, pasa a colaborar con la Junta de Gobierno de la cofradía nazarena durante unos cuantos años. Se incorpora, también, como portador del paso titular nazareno y pasa a ser uno más de los pies de Cristo en que se convierten los cofrades nazarenos cuando sacan sus pasos titulares a la calle.
Miércoles Santo.
Javier Vidal preparado para portar a Jesús Nazareno.
 
Su interés por reflejar y plasmar la Semana Santa, hizo que se dedicara, algunos años que no pudo salir como portador, a realizar diferentes vídeos que plasmó en películas sobre nuestra Semana Santa y que, para desgracia nuestra y salvo contadas ocasiones, no vieron la luz.
Los últimos años, aquejado ya de una grave enfermedad, no participó activamente en la Semana Santa, pero si lo vimos acercarse todos y cada uno de los días grandes a contemplar las procesiones semanasanteras logroñesas a las que tanto se entregó y por las que tanto luchó, pudiendo ver en su mirada la tristeza de no poder participar, pero también, el orgullo de saber que cierta culpa de lo que estaba pasando era suya, consecuencia de un trabajo bien realizado. Y como él, otros muchos cofrades, anónimos que con su trabajo engrandecen a nuestros desfiles pasionales.
Descansa en paz Javier y, por favor, saludo a todos nuestros cofrades que nos precedieron y ya descansan al lado del primer gran cofrade, Jesús.

domingo, 26 de enero de 2020

COFRADÍA DE LA PIEDAD: 25 AÑOS EN LA PARROQUIA DE VALVANERA.

 
Viernes Santo 1978. Procesión del Santo Entierro.
Este año la Semana Santa logroñesa celebra las bodas de plata de un hecho que, si bien cuando se llevó a cabo, pasó prácticamente desapercibido, viéndolo con la referencia de los veinticinco años pasados, merece una reflexión profunda sobre muchos aspectos recurrentes en las asociaciones pasionales de fieles logroñesas. En 1995 la joven cofradía de la Piedad establecía su sede canónica en la parroquia de Valvanera, a cargo de los capuchinos, rama de la familia franciscana, surgida en el año 1528.
Sección Instrumental de la Cruz Roja acompañando al paso
a principios de los años 80 del siglo XX.
 
El proceso de descomposición sufrido por la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro a partir de la década de los años 80, lleva a sus rectores a intentar formar cofradías con los pasos que en esa época estaban adscritos a la Hermandad y eran portados por hermanos de la citada asociación, sin tener ningún vínculo más que montar, portar y desmontar el paso el día o la víspera del Santo Entierro; la norma por la que se pedía un mínimo de cincuenta hermanos surgida a principios de los años 70 de la pasada centuria para formar cofradía se deja de lado por la urgencia de deshacerse de la responsabilidad de unos cuantos pasos.
Traslado del paso.
 
Así, en 1979 se funda la cofradía de María Magdalena, cuyos estatutos son aprobados al año siguiente. En 1987 se funda la cofradía del Descendimiento de Cristo, con aprobación estatutaria el dos de enero de 1988. Al año siguiente, 1989, se funda la cofradía de la Piedad, siendo aprobados sus estatutos el 8 de mayo de 1991. De este modo se daba cuerpo legal a una situación repetida de facto desde hace muchos años. Los portadores de los pasos que, además, los mantenían asumiendo los gastos derivados, pasaban a tener reconocimiento legal como asociación de fieles laicos. Destacar que en aquellos años setenta y principios de los años ochenta del siglo XX, el paso de la Piedad salía custodiado por la Cruz Roja, la cual le prestaba acompañamiento musical.
Llegada a la Redonda del Descendimiento y Piedad un Viernes Santo por la mañana.
 
En el caso de la Piedad, este hecho no solucionó sus problemas; es más, casi se podría decir que los acrecentó. La figura, donada en 1908 a la entonces colegiata de la Redonda por los señores de Morga (1), fue enviada en 1969 a la Imperial Iglesia de Santa María de Palacio, y dejada en el claustro donde pasaba los años en un estado de semiabandono; solo el Jueves Santo por la tarde era montada para participar en la procesión del Santo Entierro de Viernes Santo. El traslado a la concatedral se hacía, junto al Cristo de las Ánimas y el Descendimiento, el Viernes Santo por la mañana tras el Vía Crucis de la parroquia de Palacio. Fruto del abandono por parte de los rectores de la Hermandad y de las personas responsables de las cofradías de la Diócesis, comienza un triste peregrinar. En 1992 es acogida la figura provisionalmente por el colegio del Divino Maestro. Tras la Semana Santa de ese año, a la cofradía no le queda más remedio que, ante la imposibilidad de encontrar un lugar adecuado, llevar la figura a una bodega de la localidad alavesa de Laserna, distante trece kilómetros de la capital riojana.
 
La Piedad en el claustro de Palacio.
 
Tras permanecer allí dos años, los miembros de la cofradía buscan una sede canónica que les acoja. Finalmente la citada parroquia de Valvanera lo hace. Y, a partir de esa fecha, se produce el comienzo de un crecimiento importante hasta llegar al día de hoy.
La cofradía pasa de 25 cofrades en 1991(2) a casi los 225 a día de hoy, lo cual supone un 642% acumulado desde su aprobación canónica.
En 1996 se funda la sección musical, siendo su primera aparición pública el Domingo de Ramos de 1997 en la ciudad riojana de Calahorra, acompañando la procesión de la entrada de Jesús en Jerusalén. A los tambores, bombos y timbales, han añadido una sección de viento.
El mismo año 1996 comienzan a celebrar un Vía Crucis con el paso titular por el quiñón parroquial; los tres primero años lo hacen el Viernes Santo por la mañana; la participación en la procesión del Santo Entierro del mismo día apenas unas horas después del Vía Crucis, hace que se cambie desde 1999 a Jueves Santo por la tarde.
Primeras Hermanas Cofrades de la Piedad portadoras del paso
 
En el año 2000 incorporan el paso del Cristo de la Reconciliación a esa procesión. Dicho Cristo se encuentra en la misma capilla de la parroquia donde María con el cuerpo muerto de su hijo descansa todo el año esperando a todas las personas que se acercan a acompañarla. En un principio era portado solo por mujeres, las cuales, desde su llegada a Valvanera se han incorporado a todas las facetas de la vida cofrade.
El año 2004 se adquieren las andas actuales sobre la que procesiona la imagen titular de la cofradía a la Pontificia, Apostólica, Muy Antigua y Real Archicofradía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Prisión (Vulgo Jesús Preso) de la cordobesa ciudad de Cabra.
Viernes Santo 1996, antes de comenzar la procesión del Santo Entierro.
 
Finalmente su presencia en la vida parroquial es total y absoluta; el pincho solidario, la participación en la procesión parroquial del Domingo de Ramos con representación real de la entrada de Jesús en Jerusalén o la participación en el Triduo Pascual dan fe de ello.
Felicidades a la cofradía de la Piedad que, tras encontrar acomodo canónico y realizar un arduo trabajo, comienza a recibir sus frutos. Y, como se dice por Logroño, que sean veinticinco años más.
NOTAS.

(1) Diario Nueva  Rioja, 27/03/1966
(1) Diario La Rioja, 21/03/1991
 


domingo, 19 de enero de 2020

EL AÑO LITÚRGICO. BREVE INTRODUCCIÓN.

 
Efecto Frontera: las Siete Palabras delante de una discoteca.
 
Inicio una serie de entradas bajo el epígrafe de formación. Palabra tabú para una parte del mundo cofrade y, parece ser también, para los rectores tanto de nuestras cofradías, como de los responsables diocesanos del mundo de la religiosidad popular. Como apunta José María Rodríguez Olaizola, la realidad cofrade, desde el punto de vista eclesial, se encuentra en la frontera. Esa no comprensión del espíritu de frontera provoca el rechazo de mucha gente y permite que, tan solo, se conozca al mundo cofrade por fuera. (1) Y máxime cuando, esta misma semana pasada, hemos asistido al envío de la tercera entrega, por parte de la Diócesis de Calahorra y La Calzada- Logroño, a los Grupos de Fe y Vida, dentro de la Misión Diocesana, titulada “La Formación: para dar razón de nuestra fe y esperanza”. En ese escrito se comenta que “la Iglesia (Madre y Maestra) continúa promoviendo una formación integral, para ayudarnos a descubrir y vivir la propia vocación y misión” (pág. 8)
 
En 2020 para la Iglesia tanto diocesana como universal, “la formación es una prioridad, una urgencia pastoral… (pág. 12) La falta de formación no es tan solo la pérdida de una ocasión propicia. En muchas ocasiones produce una deformación del mensaje cristiano, una confusión entre lo esencial y lo accidental de la verdad y vida cristianas” (pág. 13).  También se indica que “el servicio a la Iglesia y a la sociedad nos exige a todos los cristianos dedicar tiempo a la formación y a la profundización de la fe” (pág. 12). Aun así se nos recuerda que la responsabilidad recae también en los laicos, pues la formación “no será verdadera ni eficaz hasta que cada cristiano no asuma la responsabilidad sobre su propia formación y sobre la formación de los otros” (pág. 12)
Incluso el Instrumentum Laboris del Congreso Nacional de Laicos que se va a celebrar el próximo mes de febrero en Madrid, en su punto 27 dice que “descubrimos debilidad en lo que hace referencia a formación. Experimentamos en este contexto la necesidad de una formación más plena, auténtica y propia de la vocación laical, en la que la Doctrina Social de la Iglesia ocupe un lugar central junto con la profundización en la Palabra de Dios”
Logo Congreso Nacional de Laicos, Madrid 2020
 
Esta entrada será una breve exposición e introducción al año litúrgico. Este, comienza el primer domingo de Adviento, cuatro domingos antes de la Nochebuena, fecha donde conmemoramos un doble nacimiento: Dios se hace hombre y los hombres, por ese nacimiento, nos sumamos y nacemos a Dios. “El año litúrgico es la aventura de llevar la vida cristiana a plenitud, tener el corazón alerta y el alma centrada” (2). Se tratará de sintonizar, lenta pero inexorablemente, la vida de cada cristiano con la vida de Cristo. En el desarrollo del año litúrgico se irá produciendo, poco a poco, paso a paso, la inmersión del cristiano en la vida del Maestro, Jesús. El objetivo debe ser lograr la definitiva configuración de cada uno con la persona de Cristo.
 
Año litúrgico. 
 
Existen cuatro maneras de vivirlo. En primer lugar, los domingos se celebra y rememora la muerte y resurrección de Cristo en la Eucaristía; en segundo lugar los diferentes tiempos litúrgicos. De ellos el Adviento es el que se desarrolló más tardíamente, ya que Semana Santa y Pascua arraigaron más en las comunidades cristianas desde los primeros siglos. Otra manera de vivirlo será el ciclo del santoral, donde conmemoramos a “los individuos que destacaron por vivir  la santidad personal que veían en Jesús” (3). Finalmente el tiempo ordinario, donde se traslada la vida de Jesús a nuestra vida diaria.
Calendario litúrgico año 2020
 
El año litúrgico tiene su punto central en la pasión, muerte y resurrección de Cristo. “La Pascua constituye el centro mismo de la fe, la visión de la vida que introyecta en nosotros, el sentido que da a nuestra fe, la redención del alma que nos ofrece” (4).
El año natural comienza con el tiempo de Navidad, que finaliza el domingo posterior a la festividad de Reyes, con la celebración del bautismo de Cristo. Seguidamente y hasta el Miércoles de Ceniza, se desarrolla el Tiempo Ordinario I. El tiempo de Cuaresma comienza el citado día. De Domingo de Ramos a Sábado Santo celebramos la Semana Santa, razón de ser de las cofradías penitenciales. El Domingo de Resurrección comienza el Tiempo de Pascua que finaliza en la festividad de Pentecostés, día en que se conmemora en envío por parte del Padre del Espíritu Santo para guiar y acompañar a la incipiente Iglesia en su misión evangelizadora.
Efecto Frontera: Viernes Santo finales años70.
 
Acabado el tiempo pascual, se da paso a la segunda parte del tiempo ordinario que finalizará con el primer domingo de Adviento y el comienzo de otro año litúrgico. Se puede decir que el año litúrgico “tiene que ver con la inmersión en los grandes misterios de la fe. Tiene que ver con la vida de Jesús en su intersección con la nuestra” (5).
Posteriormente y a lo largo de este año, se desarrollarán los diferentes tiempos que conforman el año litúrgico haciendo especial hincapié en los que más afectan al mundo cofrade, como son Cuaresma y Semana Santa.
NOTAS.
(1) Daniel Cuesta Gómez, SJ, “La procesión va por dentro”, Mensajero, Bilbao 2020, pág.14
(2) Chittister, Joan: “El año litúrgico. La interminable aventura de la vida espiritual”. Sal Terra, Santander, 2010, pág. 25
(3) Chittister, Joan, Op. Cit., pág. 44
(4) Chittister, Joan. Op. Cit., pág. 66
(5) Chittister, Joan, Op. Cit., pág. 101


domingo, 12 de enero de 2020

CRISTO DE LAS ÁNIMAS. 75 Aniversario Primera Salida (II)

 
Como bien apunta el doctor y catedrático Julián Casanova, “el estudio de la historia es, sobre todo, el estudio del contexto y cada acontecimiento adquiere sentido sólo en un conjunto de otros hechos significativos” (1). Tras el conflicto bélico civil sucedido en España de 1936 a 1939, la sociedad logroñesa se mimetiza con el resto de la española, subiéndose al nacionalcatolicismo imperante y triunfante. Se produce el triunfo de la España católica, dando lugar al asalto de las conciencias por parte de la Iglesia y a una cuasi transustanciación entre catolicismo y nación española.
En La Rioja, entonces provincia de Logroño, nos encontramos con un caso extraño, como es el del obispo Fidel García el cual, en 1942 y en su Instrucción pastoral sobre algunos errores modernos tiene a bien criticar duramente las ideas racistas del III Reich alemán. Posteriormente pagará caro ese atrevimiento. Por otro lado, ese unitarismo nacionalcatólico se plasmará en unos procesos que se desarrollan a lo largo del valle del Ebro, especialmente en Zaragoza, Pamplona y Logroño. Desde el punto de vista pasional, en Logroño, en 1940 se funda la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro. El ejemplo principal será la ciudad de Valladolid; allí, en la década de los años 20 del siglo XX el obispo Remigio Gandásegui, con la base de la procesión de la Sagrada Pasión del Redentor de Viernes Santo por la tarde y apoyado en las joyas que se guardaban en el actual Museo Nacional de Escultura, desarrolló los fastos pasionales hasta llevarlos, apoyado en la calidad de las citadas obras, a ser considerada una de las cinco grandes Semanas Santas de España.
 
Zaragoza, Pamplona y Logroño comenzarán, dentro de las posibilidades propias de cada ciudad, un proceso parecido. En la capital riojana se innova bastante poco y se produce, al igual que hoy en día, la asunción de la esencia, ideas, modos y maneras de otros lugares: así, se copia el escudo de la asociación logroñesa, la Cruz del Santo Sepulcro, de la homónima asociación navarra, las Damas de la Soledad; el hábito o túnica logroñesa es copia de la sevillana hermandad de los Gitanos; cuestión que se ve por la altura del capuz que portaban sus miembros en la calle, ya que los del norte eran un poco más bajos en prácticamente todas las cofradías.
 
Por otro lado, todos los resortes del poder de la época se ponen al servicio de la causa: Logroño debe tener unos desfiles procesionales dignos y que, en determinado momento, puedan competir con los que se celebran en las capitales de los alrededores. No es raro que año a año haya novedades importantes. Para ello, lentamente y con gran esfuerzo se procederá a retirar pasos de escasa calidad o que estaban muy deteriorados, casos del Medio Cuerpo o la Columna, procesionados por la cofradía de Jesús Nazareno y la aparición de nuevos pasos como es el caso del Cristo de las Ánimas, que ahora nos ocupa. Posteriormente aparecerá el paso de la Magdalena, atribuido al taller de Gaspar Becerra y se mejorarán los pasos existentes, como Dolorosa, Sepulcro, etc.
 
Sacar el paso del Cristo de las Ánimas a la calle costó un importante trabajo a la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro. La precariedad económica en que se movía hacía muy difícil que se pudieran enfrentarse a fuertes inversiones. Para ello, se decidió, como se hizo otras muchas ocasiones, pedir ayuda al pueblo logroñés para que, con su donativo, permitiera mejorar los fastos pasionales. De esa manera se intentaba hacer partícipes a los ciudadanos de a pie de la pía asociación; aun así, se lograron los donativos pero no aumentar los miembros de la Hermandad. En 1940 son 221 los hermanos, 303 en 1943 y 419 en 1949. (4)
De todos los donativos destacan los de los carpinteros Gregorio Martínez Loríente y Santos Zapata García;  aportaron la madera necesaria para confeccionar las andas procesionales; también fue digno de resaltar el de la Vda. de Marrodán donante de la cruz, realizada en madera de caoba. La calle Galicia, dirección del taller del primer carpintero indicado, fue la elegida para realizar los dos trabajos.El titular del taller fotografió la figura con el fin de que, si por alguna razón desapareciera, poder realizar una réplica exacta al original. Como nota curiosa decir que para la Semana Santa de 1945 hubo que recortar la cruz ya que era muy grande y provocaba un excesivo balanceo malo para los portadores, alguno de los cuales resultó lesionado, entre ellos Eugenio Ugarte González, y también para la figura.  Se completó el paso con seis artísticos faroles de latón para su iluminación.
 
 
La Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro tuvo que afrontar, además, no tener suficientes portadores para que el paso saliera a la calle dignamente copando los dieciséis puestos que permitían los varales de las andas. En una solución de compromiso, la Hermandad logró la cesión de cuatro portadores de la cofradía de Jesús Nazareno, ya que ese mismo año no se sacaron los pasos de la Columna y del Medio Cuerpo. Parte de los portadores de estos pasos pasaron a engrosar la lista de los dieciséis hermanos que portaron al Cristo de las Ánimas. Dicho derecho aparece recogido en los estatutos de la cofradía Nazarena de 1960, aunque no se llevaba a cabo el hacerlo efectivo. Desapareció definitivamente en los estatutos nazarenos aprobados en 1970.
 
El primer paso estaba dado; una imagen de incalculable valor artístico y que había permanecido medio escondida y casi oculta al culto público en un claustro cuyo único uso parece ser el de almacén, se sumaba de manera brillante a la Semana Santa logroñesa.
NOTAS:
(1) Casanova, J.: "Revoluciones sin revolucionarios. Theda Skocpol y su análisis histórico comparativo” en Zona Abierta (Madrid) nº 41-42, pág. 85
(2) San Felipe Adán, Mª A. "Una voz disidente del nacionalcatolicismo. Fidel García Martínez obispo de Calahorra y La Calzada." Universidad de La Rioja, Logroño, 2014, pág. 214
(3) Ugarte Pereira, José Manuel: "De la Hermandad a la Junta de Cofradías de Logroño. Historia de un fracaso." En Actas del congreso Religiosidad Popular cofradías de penitencia, R.C.U. Escorial- Mª Cristina, El Escorial, 2017, Vol II, págs. 779-794
(4) Ugarte Pereira, José Manuel, Op. Cit. pág. 784
BIBLIOGRAFÍA:
Además de las obras citadas:
Ugarte Alonso, Eugenio. Historia de la Semana Santa de Logroño. Ed. Particular, Logroño 2011
Diario Nueva Rioja.
 
 
 

domingo, 5 de enero de 2020

CRISTO DE LAS ÁNIMAS 75 Aniversario Primera Salida (I)


 
1.- Calvario que procesionó en Logroño hasta 1943.
El Viernes Santo de 1944 fue sustituido por el Cristo de las Ánimas
 
Para entender la aparición de esta magnífica obra salida de la gubia de Arnao de Bruselas en los desfiles pasionales logroñeses hay que remontarse a las primeras décadas del pasado siglo XX. Es en 1924 cuando aparece en el diario local del día de Viernes Santo, dieciocho de abril, el primer escrito laudatorio del citado Cristo; no sugiriendo su presencia en la calle sino solicitando que se dé información de su autoría. Y entonces podríamos decir quién labró el Santo Cristo del retablo del ángulo  N. E. del claustro de Palacio de las mismísimas es el autor del retablo mayor. (1) Lo mismo sucede en el año 1937 donde, a cuenta de la visita del exministro republicano Sr. Vaquero, la prensa incide en el mismo tema anteriormente apuntado. El diario local de fecha veintiséis de marzo del  citado año publica:… Esta imagen de nuestra más antigua parroquia de las actuales, parece tallada por las mismas manos de quien labró el Calvario que remata el retablo mayor de la misma iglesia. Es, por lo tanto, de la primera mitad  del XVI,…(2)
A comienzos de los años cuarenta comienza una campaña en prensa a cargo del abogado, periodista, escritor y antiguo dirigente republicano radical, Enrique Paul y Almarza (3), para que el Cristo de las Ánimas saliera en la entonces única procesión de la Semana Santa logroñesa, la del Santo Entierro que se desarrolla todavía, el Viernes Santo por la tarde en las calles del casco antiguo de la capital logroñesa.
2.- Ubicación del Cristo de Palacio en el claustro de
la Imperial Iglesia de Santa María de Palacio.
 
El Jueves Santo de 1942 publica un artículo en el periódico local donde hace referencia a dos aspectos: en primer lugar la calidad de la obra y, por otra parte, al abandono en el que se encuentra en la esquina del ángulo N.E. del claustro de la iglesia de Palacio. Por eso, al contemplarte en ese rincón del claustro, tan solitario, apenas visitado, poco menos que abandonado, sin que el pueblo te vea, pienso en tu dolorosa preterición de la procesión de Semana Santa. Podías ser para todo el que te contemplara la gozosa revelación, y animar con tu presencia divinizada el alma entristecida de la multitud, que ahora más que nunca siente la necesidad de redimirse con el sufrimiento que nos viene del Calvario. (4)
 

En 1943, empieza su escrito de Jueves Santo diciendo que Hay en Logroño algo, sagrado y triste, que nos llena el alma de profunda melancolía. Tampoco en esta Semana Santa veremos en la procesión, el Santo Cristo del Claustro de Palacio. Continúa indicando que  Y es que allí, en el más apartado rincón del claustro de Palacio, cerrado la mayor parte del tiempo, hay que tener decidido propósito de postrarse ante este Santo Cristo en acción de gracias para verle. Finaliza su sentido escrito… hagamos un esfuerzo todos los buenos logroñeses, y sinceros creyentes, hasta conseguir que esta sacra imagen forme en lo sucesivo, parte integrante de la procesión de Semana Santa, para que pueda ser conocida y venerada por la ciudad, como la mejor de sus joyas y reliquia purificadora. Para ello ofrezcamos a la Hermandad del Santo Entierro nuestra fervorosa adhesión, contribuyendo cada uno en la medida de nuestras fuerzas. (5)
 
3.- Imagen del Cristo de las Ánimas para procesionar en 1944

Finalmente, el Miércoles Santo de 1944, el mismo autor saborea el triunfo de la segura aparición del citado Cristo en las calles logroñesas en apenas cuarenta y ocho horas como parte integrante de la procesión del Santo Entierro. Si: ahora cómodamente, desde los balcones y en plena calle podrán los logroñeses contemplarle, admirarle y reverenciarle, como la más preciosa joya de la ciudad. Y estamos seguros de que todos sentiremos el gran fervor que despierta e inspira a cuantos se han postrado ante el Cristo de Palacio, cuya belleza artística y espíritu inimitable parece reflejar los destellos  prodigiosos de la fe, la esperanza y la caridad. Si del Cristo de Velázquez ha dicho Unamuno que “está siempre muriéndose, sin acabar nunca de morirse, para darnos vida”, el Cristo del Claustro de Palacio parécenos que está resucitando, convirtiendo el dolor humano en reconfortable dulzura. (6)
4.- Postal de la cofradía en los años 90 del siglo XX
Añade, acerca de la autoría, -Verdaderamente es un misterio. Nada concretamente se sabe. Más quizás no sea opinión equivocada atribuirlo al que más principalmente intervino en la ejecución del retablo mayor de esta parroquia. Si se observa en lo alto de este retablo el Calvario que lo remata, se verá que el Crucificado es figura idéntica. Y de este retablo ha podido averiguarse por el libro de fábrica de la parroquia y en diez u once apuntaciones, que cobró diferentes cantidades a cuenta de labores el escultor Arnan de Bruselas, el mismo que, según opinión de don Manuel Avizanda, celebró un contrato con el cabildo de la Seo de Zaragoza, para ornamentar con “historias,  figuras y niños” el trascoro de aquella Metropolitana. (7)
NOTAS.
(1) Diario La Rioja, 28/04/1924, Sin firmar.
(2) Diario La Rioja, 26/03/1937. Firmado R 

(3)Para más información de Enrique Paúl y Almarza: http://dbe.rah.es/biografias/91132/enrique-paul-y-almarza
(4) Diario Nueva Rioja, 2/4/1942. Firmado Enrique Paul Almarza.
(5) Diario Nueva Rioja, 22/4/1943. Firmado Enrique Paul Almarza
(6) Diario Nueva Rioja, 5/4/1944. Firmado Enrique Paul y Almarza
(7) Diario Nueva Rioja, 5/4/1944. Firmado Enrique Paul y Almarza
FOTOS.
1.- Ugarte Alonso, Eugenio. "Historia de la Semana Santa de Logroño", Logroño 1992, pág. 61
2.- Postal del Claustro de Palacio, Imprenta Moderna, Logroño.
3.- Rioja Industrial. Revista Ilustrada de Literatura e Información, nº 22. Logroño 1946, pág 37.
4.- Cofradía del Santo Cristo de las Ánimas. Década de 1990, Logroño.

 

 
 

miércoles, 1 de enero de 2020

2020. Introducción al nuevo año.-

 
Viernes Santo 1944.

Finalizado el año 2019, donde este pequeño blog ha estado dedicado íntegramente a la celebración de los 50 años de la figura que Alejandro Narvaiza Rubio realizó para la cofradía de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores, se inicia otro año; diferente al anterior, pero, en el fondo, igual a todos los años.
Desde el punto de vista pasional, la ciudad Logroño y sus cofradías, se enfrentan a nuevos retos. Nuevo Ayuntamiento, casi nueva Junta de Gobierno de la Hermandad de Cofradías y, por supuesto, nuevos retos. Este año que comienza y apenas lleva unas horas vividas nos trae un reto nuevo para los cofrades logroñeses.
 
Por un lado, el XXXIII Encuentro Nacional de Cofradías se celebrará en León entre los días 24 y 27 de septiembre. Malas fechas para los logroñeses, pero la cercanía de la antigua capital del Reino de León nos debe hacer acudir, sino en masa, si en amplio número. Del dieciséis al dieciocho de octubre de este 2020 será Valladolid la ciudad que acoja el VIII Encuentro Nacional de Jóvenes Cofrades. Los Encuentros son lugares de encuentro, valga la redundancia, lugares de intercambio y, sobre todo, aprendizaje. Esperemos que no tengamos que decir como el gran Miguel de Unamuno, aquello de “Lo sabe todo, absolutamente todo. Figúrense lo tonto que será”.
Viernes Santo 1997
 
En el ámbito más doméstico, el año 2020 nos trae unas cuantas celebraciones. La Cofradía del Santo Cristo de las Ánimas celebra los setenta y cinco años de la primera salida de su paso titular y las bodas de oro de su erección canónica. Nos haremos eco de los escritos de Enrique Pau y Almarza como uno de los principales valedores para que la obra de Arnao de Bruselas saliera en procesión los Viernes Santo por la tarde.
Paso Cristo Yacente
 
Por otro lado, el paso titular de la escolapia Cofradía de las Siete Palabras y el Silencio, cumple cincuenta años procesionando por las calles logroñesas. Fue un veintiséis de marzo de 1970 cuando se asomó por primera vez la obra de Vicente Ochoa a su anual cita con la ciudad de Logroño.
También recordaremos los cincuenta años de uno de los sucesos más extraños vividos en el mundo pasional logroñés. La aparición por primera y única vez, de la Dolorosa realizada por la gubia de Ángel Trapote en las calles logroñesas. Fue en el Encuentro de 1970 y, justo después del Santo Entierro de Viernes Santo, fue devuelta a su autor, tras ser bendecida. Nos encontramos ante el gran fiasco de la denominada “Virgen Guapa” por la prensa del momento. Llegó a tal extremo que, retornada a Valladolid, estuvo muchos años guardada en un armario sin exponerse al culto público.
Las bodas de plata de la Cofradía de la Piedad en su actual sede canónica, la parroquia de Valvanera, lugar donde ha experimentado uno de los casos curiosos y únicos de la Semana Santa logroñesa. Llegó siendo una cofradía pequeña y apenas reconocida, para, tras cinco lustros, ser una de las principales cofradías de la capital riojana.
Finalmente, recordaremos los cuarenta años de la aparición, por primera vez en las calles logroñesas de la túnica de la Entrada de Jesús en Jerusalén. Fue un 30 de marzo de 1980, Domingo de Ramos.
También estará presente alguna entrada formación cofrade, además de tratar de explicar el significado de determinadas fiestas que la Iglesia celebra a lo largo del año. Sin pretender dar lecciones a nadie, se intentará acercar a toda la persona que quiera leerlo, unas pequeñas ideas sobre el mundo cofrade.
Resumiendo, nos encontramos ante un año apasionante pasionalmente hablando, entre celebraciones, Encuentros nacionales y congresos diversos tanto genéricos como de advocaciones concretas. Se intentará que todo tenga cabida desde este pequeño lugar de encuentro cofrade logroñés y, por extensión, de todo aquel que quiera acercarse a él.