Esta semana,
dentro del repaso a figuras procesionadas con la devoción de Jesús con la cruz
a cuestas camino del Calvario, nos dirigimos a la capital del Alto Aragón. Nos
referimos a Huesca y a su figura de la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús
Nazareno.
El paso está compuesto de la imagen de Nuestro Padre Jesus
Nazareno y la peana, llamada así en la capital del alto Aragón, trono en
Andalucía o andas en otras partes de España. Está imagen sustituyó desde su
confección a la que procesionaba anteriormente, perteneciente a la cofradía de
la Vera Cruz. Actualmente la imagen está en el pueblo de Loarre, famoso por su
castillo.
En 1949 se hizo un concurso para realizar la nueva figura,
siendo ganado por el navarro Fructuoso Orduna y Lafuente, venciendo a los
oscenses Vicente Vallés y Julio Ferrer. El artista roncalés realizó la imagen
en el estudio que tenía en Madrid, donde era profesor de la Escuela de Bellas
Artes de San Fernando. El costo de la misma ascendió a 100.000 pesetas de la
época. El traslado, en palabras del conductor de la furgoneta, cedida por la diputación
provincial oscense, que la transportó estuvo plagado de incidentes. Tuvieron
dos averías, una de las cuales en La Muela, estuvo a punto de impedir su
llegada a la hora prevista para su presentación y posterior bendición en la
Santa Iglesia Catedral. Fue el 3 de abril de 1950 a última hora de la tarde.
Imagen única de gran tamaño; un poco más alta de lo normal. No presenta ningún
acompañamiento, lo que hace que el espectador centre su mirada en su persona;
además al contemplarse desde abajo, se acentúa el dramatismo del momento que
representa; Jesús, como casi todas las imágenes de este momento pasional, se
encorva bajo el peso de la cruz. Contra lo que suele ser normal, la cruz es
portada sobre el hombro derecho; la mano izquierda, en lugar de dirigirse al
público en acción de bendecir, se apoya en el muslo de la pierna izquierda,
dibujada perfectamente en un efecto óptico, a través de la túnica. No hay
ninguna unión con el espectador, ya que la mirada de Jesús, implorante, se
dirige al cielo, al contrario que otros nazarenos que se dirigen e interpelan
directamente al espectador; casos como el de Logroño, Valladolid, Medina del
Campo o el Señor de Sevilla. Portado exteriormente en los hombros de los
cofrades.
La pierna izquierda se adelanta a la derecha creando,
perfectamente, la sensación de la figura andando. Contribuye a ese movimiento
el minucioso trabajo realizado por Orduna en la confección de los pliegues.
Otro aspecto importante donde se trabajó mucho fue en el rostro, para
transmitir, como dicen muchos expertos, dolor y misericordia a la vez.
Esta imagen está inspirada en la obra que, para Zamora y la
cofradía conocida como Congregación, talló en 1931 Mariano Benlliure y que es
conocida como Redención. Tiene muchas similitudes, tales como la mirada de
Jesús dirigida al cielo en un intento de olvidarse lo que estaba padeciendo en
la tierra suplicando el auxilio de Dios, el hombro izquierdo a la vista con la
túnica resbalando, la cruz portada en el hombro derecho y un intento, por parte
de artista navarro, de realizar un trabajo en la túnica que pudiera parecerse
al original. No así en la disposición del cuerpo, la que el zamorano adelanta
la pierna derecha con la rodilla flexionada; la mano izquierda se dirige hacia
atrás en un intento de mantener el equilibrio y no caer al suelo.
La cofradía se
funda en 1939 y, a día de hoy, tiene en torno a quinientos cofrades. Procesiona
Miércoles Santo por la noche en la procesión del Silencio, durante la cual se
reza un solemne Vía Crucis. Uno de los momentos culminantes de la misma es el
encuentro con la Inmaculada que se encuentra en la plaza del mismo nombre y
realizada por el mismo autor que del Nazareno.
También lo hace
el Viernes Santo en la procesión del Santo Entierro organizada por la cofradía oscense
de la Santísima Vera Cruz; como en muchas ciudades de España y sobre todo a
partir de la meseta norte, se narra cronológicamente, toda la pasión de Cristo.
El hábito de la
cofradía es de color morado con cruz central en la parte delantera, bocamangas
y cíngulo de color amarillo. Se completa con capuz morado alto y rígido con
excepción de las secciones de costaleros (sevillanismo), a caballo y de
instrumentos que portan el tradicional tercerol aragonés del mismo color con el
escudo de la cofradía en la parte delantera del mismo. El hábito se completa
con guantes y zapatos negros finalizando con la medalla distintiva de la Real
Cofradía.
Bibliografía: http://www.nazarenohuesca.es/
Bonet Salamanca, Antonio: Escultura procesional en Madrid; Ed. Pasos, Madrid 2009.
No hay comentarios:
Publicar un comentario