domingo, 28 de noviembre de 2021

LA SANTA MISIÓN DEL GRAN PODER. SEVILLA OCTUBRE-NOVIEMBRE 2021

 



Nuevamente, y no es por casualidad, nos acercamos a Andalucía, en un intento, por llamarlo de alguna manera e intentando no caer en el sonrojo que pueda producir al atrevido lector de estas líneas, de aproximarnos a un análisis comparado de las realidades cofrades entre dos puntos distantes de este España.

Desde 2019 se esperaba en el mundo cofrade uno de los actos con los que la Hermandad del Gran Poder (por abreviar) pensaba celebrar en 2020 los cuatrocientos años de la entrega del considerado por casi toda la capital hispalense Señor de Sevilla por parte de su autor, el cordobés Juan de Mesa y Velasco; todo ello encuadrado en el Año Jubilar concedido por S.S. el papa Francisco a petición del anterior arzobispo sevillano, el  Cardenal Asenjo.  Dicho acto sería una Santa Misión por la zona conocida como Tres Barrios- Amate, barrio deprimido que ha pasado de contar con una amplia zona fabril en los años 60 del pasado siglo a zona cuasi marginal en este siglo XXI, donde la miseria y otras realidades, según  cuenta la prensa, campan a sus anchas.



El pasado 2020 dicha actividad no pudo llevarse a cabo debido a la pandemia que sacudió el mundo y de la que hoy todavía estamos saliendo. Por esa razón ha sido este 2021 cuando las parroquias sevillanas de la Blanca Paloma, Nuestra Señora de la Candelaria y  Santa Teresa han podido acoger durante una semana a una de las imágenes más famosas de la Semana Santa a nivel mundial y tenerlo a su disposición y a disposición de los fieles para propiciar encuentros cara a cara con el Señor de Sevilla, representación, igual que en otros lugares del mundo de la encarnación de Dios, de todos los que quisieran acercarse por allí.

Llama la atención, a las personas que no somos de Sevilla y, además, desconocemos gran parte de todo el andamiaje que rodea al  mundo pasional (que existimos aunque a algunos les cueste creerlo), la peregrinación prácticamente de todos los lugares del mundo a Sevilla para poder verlo en directo. Resulta sorprendente observar las fotos de prensa y de las redes sociales donde había una auténtica marabunta, en el buen sentido de la palabra, de personas acompañando  al Gran Poder en su peregrinar por las calles del citado barrio. No se va a comentar la necesidad  o no de realizar la Santa Misión en aquella ciudad, más que nada, por desconocimiento de la situación que allí se vive, no se va a incidir en el acierto o no de realizarlo en estos tiempos que corren; finalmente, no se van a analizar los resultados ya que, como todos sabemos, debieran aparecer a medio y largo plazo y ya habrá gente que lo estudiará y nos los hará llegar a través de los medios de comunicación o de las redes sociales.

¿Y en Logroño? La nada más absoluta. Cero, absolutamente nada. Hoy, primer domingo de Adviento, los hermanos cofrades de Logroño y La Rioja por extensión, nos sumamos al gozo de la espera del que habla Joan Chittister referente al Adviento, gozo a que, por fin, un día, alguien se tome este tema en serio por estos lares (1). No conviene olvidar que nos encontramos en la diocesana “tierra de nadie”. Entendiendo, como explica José María Rodríguez Olaizola, que “en la tierra de nadie no se milita; más bien se está, se vive y se crece… En la tierra de nadie estamos los que nos llevamos bofetadas de unos y de otros”. (2) Cuando llegue la Semana Santa veremos la realidad y lo que sigue en pie si es que este próximo 2022 se puede salir a la calle con cierta normalidad pero, visto lo visto  y como dice el refrán, “vista la choza, así será el melonar”.

Se ilustra el escrito con tres fotos de un lejano ya Viernes Santo del 2008 en la logroñesa calle de Portales. 



(1)Chittister, Joan: “El año litúrgico. La interminable aventura de la vida espiritual”. Sal Terra, Santander, 2010, pág. 76

(2)Rodríguez Olaizola, José María: “En tierra de nadie”. Sal Terrae, Santander, 2006 págs. 29-40.

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