La Semana Santa de la capital de La Rioja posee peculiaridades que, como a la de todos y cada uno de los lugares donde se celebra en la calle, marcan su desarrollo a lo largo de los más de quinientos años que lleva celebrándose. Fue a partir de los años cuarenta del siglo pasado cuando se produjo el despegue. Desde inicios del siglo XIX fue langudeciendo hasta quedarse convertida, tan solo, en la procesión del Santo Entierro que se celebraba todos los Viernes Santo al caer la tarde. Este año, 2022, en la ciudad de Logroño, se está de aniversario. Los hechos más destacados y que debieran marcar parte de este año 2022.
La Semana Santa logroñesa celebra las bodas de oro de un
hecho que, en sí mismo, puede parecer insignificante. Hace cincuenta años veía
la luz el primer cartel de la Semana Santa logroñesa. Una imagen del Nazareno
de Quintín de Torre procesionando por la
logroñesa calle de Portales; recortada la impresionante imagen sobre el muro
sur de la concatedral de Santa María de la Redonda. Destaca, en el plano inferior
el adorno floral del citado paso,
viéndose la parte superior de uno de los faroles. Tras algunos años
intentándolo, se logró el objetivo de, al igual que casi todas las ciudades
españolas, poner el cartel en la calle, anunciando los fastos pasionales. Como
respondía a la prensa el entonces Hermano Mayor de la Hermandad de la Pasión y
el Santo Entierro, “el cartel tenemos que
decir que ha sido un rotundo éxito. De Alicante nos escribió el cónsul de la
República de Honduras felicitándonos y pidiendo carteles. También nos pidieron
de Cataluña, Vizcaya y la Mancha. El cartel del próximo año todavía no está
pensado, pero lo que sí podemos decir es que seguiremos lanzándolo año tras
año” (1)
Por otro lado, si seguimos a la prensa de la época, la
cofradía del Santo Cristo de las Ánimas, cumple sus bodas de oro. La cofradía,
en su web, lleva el nacimiento a 1970. Decía
José Maguregui en 1972 que “una vez que el Santo
Cristo está restaurado, hemos arreglado las andas y le hemos colocado faroles
nuevos. Además este año lo llevarán entre veinticuatro hombres, ocho más de lo
habitual. ¿Llevan muchos años detrás de esto? Sí, pero la Hermandad de la
Pasión y el Santo Entierro nos pedía para su creación más de cincuenta cofrades
y actualmente hemos rebasado esa cifra” (2) Este año, además. Se celebran
las bodas de oro del hábito de la citada cofradía. En la misma entrevista se
indicaba que “para los hombres el hábito
será de color morado y la capucha negra, y para los niños el hábito del mismo
color, pero de capuchón blanco”
Ese mismo año, como se ha dicho, se restauró la imagen de la
obra gubiada por Arnao de Bruselas en el siglo XVI. “La imagen se conserva muy bien; pero se advirtieron los los efectos de
la carcoma y a tiempo se le ha hecho un tratamiento para evitar que avanzara la
destrucción de la madera en los Talleres de Arte Decorativo de los Hermanos
Navarro de Zaragoza, liberándola al mismo tiempo de una capa de barnices y
pinturas que durante cuatrocientos años se han ido acumulando sobre la talla”. (3)
Como curiosidad, aquel mismo año la piadosa agrupación decidió nombrar Hermano
Mayor de la citada cofradía al Ayuntamiento de Logroño en la persona del
alcalde de la época, Víctor de Lerma y Gurtubay.
La cofradía del Santo Sepulcro estrenó, por primera vez en
Logroño, estandarte propio de una
cofradía. Sobre fondo de terciopelo negro y bordado en plata, destaca en el
centro la cruz de Jerusalén, escudo de la cofradía y, anteriormente, símbolo de
la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro. La leyenda “Cofradía del Santo
Sepulcro” rodea el escudo en su parte superior mientras en la parte inferior
aparecen los tres clavos y la corona de espinas portada por el primer cofrade
en el primer Viernes Santo de la historia.
Finalmente, en el año 1997 se produjo en Logroño la
liberación de un preso, gracias a la gestiones de la cofradía de las Siete
Palabras y el Silencio. Ello obligó a modificar el recorrido de su procesión el
Jueves Santo por la tarde, para adentrarse en las principales calles del casco
antiguo de la capital logroñesa. Un oriundo de Sabadell, vecino de la navarra
ciudad de San Adrián, condenado por tráfico de drogas, fue indultado tras
cumplir solo parte de su condena.
(1)Diario La Gaceta del Norte, 2/4/1972.
(2)Diario La Gaceta del Norte, 22/3/1972
(3)Diario La Rioja, 16/3/1972.
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