La cofradía de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores, ha participado
siempre que se le ha solicitado y ha creído conveniente, en otros actos propios
de la religiosidad popular. Uno de ellos, ha sido la confección de alfombras
para la procesión de Corpus Christi, fiesta eucarística por excelencia de la
religión católica.
Fiesta y celebración de origen belga nacida a
finales del siglo XIII, pronto se extendió poco a poco por todo occidente; será
Urbano IV en 1264 quién, a través de una bula, fija su fecha haciéndola
extensible a toda la cristiandad. Encargará a Tomás de Aquino la
confección de un oficio litúrgico propio del día y los salmos que, a día de
hoy, todavía perduran.
La cofradía del Nazareno realizó su primera
alfombra para la solemne procesión del año 1989. Se realizó en la calle Mayor
logroñesa, justo en la unión con la calle Santiago. Serrín blanco de fondo, el
escudo y nombre de la cofradía y dos cruces del Santo Sepulcro, entonces escudo
de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro, a los pies. Todo para honrar
como se merece al Santísimo Sacramento. A ese año corresponde la foto, de no
muy buena calidad, pero si emotiva para los cofrades que participaron
confeccionándola. Decir que la alfombra se hizo la noche anterior, teniendo
luego que establecer turnos de
vigilancia para preservarla hasta el momento de la procesión.
Posteriormente se retomó la costumbre, pero
haciéndolo solo en la calle Portales, ya que la procesión abandonó el antiguo
recorrido, coincidente con la Magna Procesión del Santo Entierro de Viernes
Santo por la tarde, para acercarse al Espolón logroñés, abandonando esa parte de
la ciudad y, como se hizo en el desarrollo urbano logroñés, dando la espalda al
río Ebro, volcándose en el lado sur urbano, espacio de extensión de Logroño
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