sábado, 15 de junio de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Volviendo del Humilladero.



 
 
Foto donde se puede observar, desde la parte trasera, el paso del Nazareno Viejo enfilando la calle Mayor logroñesa, justo en el cruce con la calle de la Merced, antiguamente denominada calle de los Azotes, por ser  allí el lugar donde los hermanos de disciplina de la extinta cofradía de la Vera Cruz logroñesa, comenzaban a flagelarse en su procesión de Jueves Santo por la tarde.
 
Los Viernes Santo por la mañana, como ya se ha comentado anteriormente, la cofradía de Jesús Nazareno, realizaba y organizaba el Vía Crucis de la Juventud hasta la ermita del Cristo del Humilladero, lugar donde descansa el primer nazareno o Ceomo como era llamado, que procesionó la cofradía.

Enfilar ese trozo de calle, era estar cerca de casa. Los miembros de la cofradía, cogían puesto para procesionar y homenajear como se merece a su antiguo paso titular, sin el cual, no se entendería la cofradía a día de hoy. Queda siempre el especial recorrido que es para los cofrades nazarenos logroñeses, la calle Santiago, con la iglesia al fondo con las puertas abiertas, la cual, como si de una metáfora se tratara, se ofrece como lugar de encuentro personal con el primer hermano cofrade que procesionó por la calle hace casi dos mil años.
Son momentos de emoción, de tensión, de reencontrase con uno mismo, con el Nazareno, todo ello bajo el peso del paso que, para los verdaderos nazarenos, no deja de ser ligero, pues, como dijo una vez un cofrade, portar el Nazareno logroñés no es un derecho de los cofrades, es un honor al alcance de unos pocos elegidos.
 

 
 


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