domingo, 30 de junio de 2019

2019. AÑO NAZARENO. Virgen de los Dolores en las andas de la Virgen de la Esperanza

A finales de los años 70 del siglo XX, la Semana Santa logroñesa padeció una gran crisis. Desde mediados de esa década, no era raro encontrar titulares de prensa donde los máximos responsables de las pías asociaciones logroñesas se quejaban del escaso éxito y repetían que las procesiones no podían desaparecer.
Un claro ejemplo es el devenir de la primera procesión pasional logroñesa. La procesión del Viernes de Dolor, con el paso de los años y el declive de la cofradía organizadora, pasó a depender casi en exclusiva de la parroquia de Santiago, el Real, sede canónica de la misma y lugar donde recibe culto la imagen titular de la cofradía.
La Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro, que portaba el paso desde finales de los 50 hasta principios de los años 70,  dejó de hacerlo. Pasaron a hacerlo los fieles parroquianos. Ya se ha comentado el proceso por el que se sumaron las bandas de tambores, primero la nazarena y de la Hermandad, después las otras existentes en Logroño coincidentes un año y rotando los siguientes años; la cesión del paso en procesión a la cofradía de Nuestra Señora la Virgen de la Soledad, será posterior.
En la imagen se ve a la Dolorosa en las andas de la Virgen de la Esperanza, patrona de la ciudad, cuyo culto y cofradía son también en Santiago, el Real. Tal era la precariedad de medios de la cofradía titular del paso, que debían procesionar a su titular sobre otras andas, ya que las propias estaban en un estado que no garantizaba que pudieran acabar el recorrido procesional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario