domingo, 14 de junio de 2020

CORPUS CHRISTI I: APROXIMACIÓN

 
 
Custodia que procesiona en Logroño.
Concatedral de Santa María de la Redonda.
 
“Tres jueves hay en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión”. Hoy, aunque en algunos lugares siga haciéndose en jueves, domingo celebramos el Corpus Christi. Y lo hacemos de un modo especial. Este año 2020, como no podía ser de otra manera y debido a la pandemia que estamos padeciendo y de la que, poco a poco, vamos saliendo, nada es como ha sido hasta ahora. Este año no sacaremos a la calle a Jesús sacramentado ni podremos ver las alfombras realizadas para honrarlo y festejarlo.
Alfombra realizada por la Cofradía de Jesús Nazareno
y Nuestra Señora de los Dolores para una procesión del Corpus en Logroño
Esta fiesta tiene sus orígenes en el siglo XIII, cuando el Papa Urbano IV, el ocho de septiembre de 1264 mediante la bula “Transiturus” y haciéndose eco del sentir popular llegado desde diferentes partes del mundo cristiano, decide instaurar una fiesta dedicada nada más que a dar gracias a Dios por la institución de la Eucaristía, en la cual, por medio del Espíritu Santo, Jesús se hace presente mediante las formas del pan y el vino.  Cierto que anteriormente era una fiesta que se celebraba en la diócesis belga de Lieja desde 1242. Se ha asociado esta fiesta a diferentes milagros eucarísticos, como los de Bolsena, Lanciano en Italia o el del Escorial en España.
Alfombra realizada por la Cofradía de la Flagelación de Jesús
para la procesión del Corpus en Logroño del años 2015
 
El Papa Urbano encargó a Santo Tomás de Aquino y a San Buenaventura la confección de textos para la Eucaristía y el Oficio del Corpus; cuenta la leyenda que, estando leyendo sus textos el de Aquino, San Buenaventura se levantó, se dirigió hacia donde se encontraba el Papa y, cogiendo sus textos, los rompió, ante la belleza de lo que estaba escuchando. El fallecimiento del Papa Urbano el dos de octubre del mismo año hizo  que la difusión de esta fiesta se detuviera. Finalmente, en el Concilio de Viena de 1311, bajo el mandato del Papa Clemente V, se instó a celebrar esta fiesta.
Hermanos de la Cofradía logroñesa de Nuestra Señora
la Virgen de la Soledad confeccionando una alfombra.
 
No se dijo absolutamente nada de la procesión en la promulgación de la fiesta; aun así, se comenzó a realizar desde el mismo siglo XIV, siendo dotada de indulgencias en el siglo XV por los Papas Martín V y Eugenio IV. A día de hoy, la procesión del Corpus Christi es, junto a la de Domingo de Ramos, la de la Luz de la Vigilia Pascual y la del día de la Candelaria, está revestida de carácter litúrgico. La fiesta se propagó por toda Europa a partir del mismo siglo siendo adoptada por diferentes Diócesis en diferentes fechas: Colonia en 1306, Worms en 1315, etc.
Escudo de la Cofradía Marista de la Santa Cruz
de Logroño ya preparado.
 
En España se crearon muchas cofradías y hermandades dedicadas al culto y cuidado del Santísimo  Sacramento; muchas no perduran y han sido sustituidas por las diversas secciones diocesanas de la Adoración Nocturna.
Cofrades del Nazareno logroñés durante la
confección de la alfombra en la calle Portales.

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