Custodia que procesiona en Logroño.
Concatedral de Santa María de la Redonda.
“Tres jueves hay en
el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la
Ascensión”. Hoy, aunque en algunos lugares siga haciéndose en jueves, domingo
celebramos el Corpus Christi. Y lo hacemos de un modo especial. Este año 2020,
como no podía ser de otra manera y debido a la pandemia que estamos padeciendo
y de la que, poco a poco, vamos saliendo, nada es como ha sido hasta ahora.
Este año no sacaremos a la calle a Jesús sacramentado ni podremos ver las
alfombras realizadas para honrarlo y festejarlo.
Esta fiesta tiene
sus orígenes en el siglo XIII, cuando el Papa Urbano IV, el ocho de septiembre
de 1264 mediante la bula “Transiturus” y haciéndose eco del sentir popular
llegado desde diferentes partes del mundo cristiano, decide instaurar una
fiesta dedicada nada más que a dar gracias a Dios por la institución de la Eucaristía, en la cual, por
medio del Espíritu Santo, Jesús se
hace presente mediante las formas del pan y el vino. Cierto que anteriormente era una fiesta que se
celebraba en la diócesis belga de Lieja desde 1242. Se ha asociado esta fiesta
a diferentes milagros eucarísticos, como los de Bolsena, Lanciano en Italia o
el del Escorial en España.
Alfombra realizada por la Cofradía de la Flagelación de Jesús
para la procesión del Corpus en Logroño del años 2015
El Papa Urbano encargó
a Santo Tomás de Aquino y a San Buenaventura la confección de textos para la
Eucaristía y el Oficio del Corpus; cuenta la leyenda que, estando leyendo sus
textos el de Aquino, San Buenaventura se levantó, se dirigió hacia donde se
encontraba el Papa y, cogiendo sus textos, los rompió, ante la belleza de lo
que estaba escuchando. El fallecimiento del Papa Urbano el dos de octubre del
mismo año hizo que la difusión de esta
fiesta se detuviera. Finalmente, en el Concilio de Viena de 1311, bajo el
mandato del Papa Clemente V, se instó a celebrar esta fiesta.
Hermanos de la Cofradía logroñesa de Nuestra Señora
la Virgen de la Soledad confeccionando una alfombra.
No se dijo absolutamente nada de la procesión en la
promulgación de la fiesta; aun así, se comenzó a realizar desde el mismo siglo
XIV, siendo dotada de indulgencias en el siglo XV por los Papas Martín V y
Eugenio IV. A día de hoy, la procesión del Corpus Christi es, junto a la de
Domingo de Ramos, la de la Luz de la Vigilia Pascual y la del día de la
Candelaria, está revestida de carácter litúrgico. La fiesta se propagó por toda
Europa a partir del mismo siglo siendo adoptada por diferentes Diócesis en
diferentes fechas: Colonia en 1306, Worms en 1315, etc.
Escudo de la Cofradía Marista de la Santa Cruz
de Logroño ya preparado.
En España se crearon muchas cofradías y hermandades
dedicadas al culto y cuidado del Santísimo
Sacramento; muchas no perduran y han sido sustituidas por las diversas
secciones diocesanas de la Adoración Nocturna.
Cofrades del Nazareno logroñés durante la
confección de la alfombra en la calle Portales.
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