PASO DE LA CAÍDA. MURCIA.
Como lo prometido es deuda, hoy seis de septiembre, vuelve este pequeño blogg a publicar semanalmente, centrándose en una serie de temas, especialmente relacionados con la religiosidad popular. Se abordarán temas relacionados con la Semana Santa riojana, especialmente la logroñesa, así como aquellos relacionados con la advocación de Jesús con la cruz a cuestas camino del Calvario. También aquellos relacionados con la realidad que nos rodea, no olvidemos que, como cofrades y cristianos, nuestro deber es implicarnos en nuestra sociedad. Comenzamos el nuevo curso con ánimos renovados, todavía inmersos en la pandemia que nos ha lastrado e impedido durante este año la presencia en las calles de las hermandades y cofradías y, a la vez, preocupados ya que la Semana Santa 2021, tal y como va la cosa y ya empieza a oírse y leerse en diversos foros, no pinta bien y puede ser que se parezca más a la del 2020 que a la del 2019. Comenzamos con una obra de arte salida de la mano de uno de los grandes maestros barrocos que alumbró España.
Figura salida de la mano del artista murciano Francisco Salzillo y que forma parte de la Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno cuya sede canónica es la Iglesia de Nuestro Padre Jesús. Hoy forma parte del Museo Salzillo.
Paso encargado por la cofradía al artista murciano en el año
1752 cuando se decidió construir un paso que plasmara el momento en que Jesús
cae a tierra en el camino hacia el Calvario siendo ayudado por el Cirineo a
llevar la cruz. Esta escena alcanzó mucha difusión popular y se empezó a
representar desde finales de la Edad Media, cuando los franciscanos, ante la
imposibilidad de peregrinar a los Santos Lugares, potenciaron el rezo del Vía
Crucis. Como ya se dijo anteriormente, será en el siglo XV cuando desde
Alemania y gracias a Martin Ketzel, se comenzaran a construir piadosas estatuas
de determinadas estaciones, entre ellas esta. Finalmente, los franciscanos
consiguieron que se concediera determinadas indulgencias a quienes rezaran
completamente y en determinadas iglesias, tan piadosa oración.
La escena está compuesta por cinco figuras;
Cristo caído en el centro, la cruz creando dos diagonales cortando el espacio y
creando dos espacios con dos escenas que, además de parecer el séquito que acompaña
a Jesús hacia el Gólgota, parecen contrapuestas. Por un lado Jesús caído en el
suelo, centro de atención de los sayones los cuáles, vueltos hacia él le
quieren obligar a continuar la marcha. En un segundo plano, el Cirineo y el
soldado romano parecen ausentes y ajenos al drama que se está desarrollando y
del que forman parte; algunos estudiosos indican que la actitud del Cirineo
pudiera ser la de mucha gente que, ante la figura de Jesús, adopta esa actitud.
Predomina la perspectiva lateral de tal modo que pueda ser visto en el
procesionar por las calles de la capital murciana. Además, confronta su rostro,
sereno, sufriente, idealizado con los de los sayones, que, como siempre en este
tipo de composiciones, perfectamente reflejan el mal, el odio, contrastando
la fuerza bruta con la delicadeza del Hijo del Hombre en su caminar hacia el
destino de la cruz.
La cofradía nazarena
fue fundada en 1600; procesiona los nueve pasos que posee los Viernes Santo por
la mañana en la procesión conocida como la de “los Salzillos”. Son
aproximadamente tres mil cofrades y es la única en la que los estantes no
reparten caramelos a los asistentes a la citada procesión.
Los otros pasos de la
cofradía son: la
Santa Cena (1761), la Oración en el Huerto (1754), el prendimiento o el Beso de
Judas (1763), Jesús en la Columna o Los Azotes (1777), la Santa Mujer
Verónica (1755), Nuestro Padre Jesús Nazareno (1601), San Juan Evangelista
(1755) y la Santísima Virgen de los Dolores Coronada (1756), todos ellos del
artista murciano autor de la Caída, con la excepción del Nuestro Padre Jesús
Nazareno, imagen anónima de principio del XVII y que fue traída de Italia para
la fundación de la cofradía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario