Sin
duda alguna, la figura titular de la cofradía nazarena destaca por la mano
izquierda. Cuelga inerte, casi sin vida, reflejando, en palabras de
su autor, el cansancio por el tormento sufrido anteriormente. Por otro
lado, es una mano fuerte, ruda, callosa, de un trabajador, en el fondo, de un
carpintero. Aquí dejo una fotografía de la mano del Nazareno Viejo tras el
proceso de restauración que se le hizo en 2004. Otra mano, otro modo de
entenderlo. En este caso, en la primera disposición de la figura, esta mano se
apoyaba en una piedra intentando frenar la caída; ahora, junto a la otra, intenta sujetar el madero,
instrumento de tortura y muerte para los romanos.
En
la anteriormente referida Asamblea de trece de febrero de 1969, se trató,
además del nuevo hábito, el tema del
destino que se le iba a dar a la imagen del Nazareno Viejo, o Tercera Caída. El
prior y párroco de Santiago, el Real, José Améscua, indicó que sería conveniente
dejarlo en la capilla de la Dolorosa por lo menos un año. El motivo, era la
gran devoción que había entre los cofrades y fieles de la parroquia a aquella
figura que durante más de sesenta y cinco años estuvo presente en la vida de la
ciudad, sobre todo, los días pasionales. También indicó el párroco la necesidad
que la gente se “acostumbrara” al impacto de la nueva imagen nazarena.
La
figura estuvo expuesta al culto público en la actual capilla del Cristo
Románico de Santiago, el Real, hasta casi finales de los años 70 del pasado siglo. Al final, la
figura acabó reposando en el almacén particular de un cofrade, lugar donde la
cofradía guardaba sus enseres.
Se
recuperó para el culto público en el año 1980, cuando vuelve a participar el Viernes
Santo por la mañana en el Vía Crucis de la Juventud que, partiendo de la Plaza
de Murrieta llega hasta la ermita del Cristo del Humilladero y regresa a
Santiago. A partir de ese momento, la figura ha pasado por estar en lo alto de
un armario en la sacristía de Santiago; lamentablemente hubo veces que envuelta
en plástico ya que las goteras del tejado filtraban el agua de lluvia y la
imagen recibía su impacto, potenciando el deterior;o también estuvo en la
habitación cedida a la cofradía por la parroquia y finalmente, en el cuarto de la
torre de la iglesia, centro de descanso del material propio de la cofradía. Las
andas, fueron dejadas a partir de 1969 para que procesionara el paso de la
Oración en el Huerto en el Santo Entierro. Posteriormente se recuperaron cuando
este paso adquirió nuevas andas dentro de la cofradía de la Entrada de Jesús en
Jerusalén.
En
2005, al cumplirse el centenario de la adquisición del Nazareno Viejo, y tras
la restauración indicada anteriormente, se le hicieron nuevas andas y se
organizó una procesión extraordinaria el Jueves Santo por la tarde. Dicha
procesión, Jesús camino del Calvario, se ha quedado ya fija dentro del programa
procesional de la capital riojana.
Quizá
por eso, merezca la pena reflexionar acerca del patrimonio cofrade en nuestra ciudad,
que hacer con él cuando cae en desuso y, sobre todo, cual es el mejor modo de
preservarlo para que las futuras generaciones de cofrades, puedan hacer uso de
él o simplemente, contemplarlo en el esplendor de sus mejores días.
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