lunes, 15 de julio de 2019

2019. AÑO NAZARENO. El Nazareno en la prensa en 1969

 
En la Cuaresma y Semana Santa del año 1969 en Logroño, el protagonismo lo acaparó el nuevo paso de Jesús Nazareno. Fueron múltiples sus apariciones en prensa. Se le dio un seguimiento poco común en el devenir diario de la ciudad. Tras el paso de la Flagelación, obra de Vicente Ochoa para la parroquia y feligresía de Santa Teresita, otro artista local se aprestaba a realizar otro paso procesional.
En este caso de un modelo clásico, como la obra de Vicente Ochoa, se pasaba a una visión nueva y diferente del momento en que Jesús, con la cruz a cuestas, recorre la calle de la Amargura con destino al Calvario, lugar de su ajusticiamiento por la autoridad competente del momento en la ciudad jerosolimitana. La concepción de la obra no se ajusta a ningún modelo clásico. Como muchas veces ha explicado el autor, es una visión personal tanto de la persona como del trance por el que pasa Cristo en ese momento de cargar con la cruz.
Figura realizada en madera de abebay, más de dos metros de altura, compuesta por planchas de la madera indicada de un grosor de dieciocho centímetros. Este modo de trabajar se usa con el fin de que, si la figura sufriera un golpe, no se rompiera, cosa que pasa con las figuras que se realizan en un solo bloque de madera.
En la foto se observa una imagen del paso completo en el taller del autor, listo para salir ya a la calle. Lo normal es que, el acabado de las figuras, sea el proceso de policromado. Este se realiza, a grandes rasgos y sin entrar en matices, mediante el estucado de la madera, recubriéndola de una mezcla de yeso y colas de carpintería para que se adhiera perfectamente a la madera. Posteriormente, se lija el yeso para volver a recuperar todo el trabajo gubiado que pudiera haber quedado tapado o disimulado por el yeso. Es el momento de las escofinas. Después de perfectamente lijado, se pinta la capa de yeso con los colores que se hayan decidido usar.
Alejandro Narvaiza, en el paso del Nazareno logroñés, decidió prescindir de este proceso. Como sabía que podía darse el caso de que alguna vez la figura se viera afectada por la lluvia en los días que saliera a la calle, decidió aplicar directamente sobre la madera de abebay, pintura de automóvil, pintura de carrocero, de tal manera que si lloviera, el agua resbalara por la superficie y la madera no sufriera ningún deterioro

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