domingo, 4 de abril de 2021

SEMANA SANTA. SÁBADO SANTO.

Calle Rodríguez Paterna, marca la entrada en 
el Casco Antiguo de la procesión del Santo Entierro. 

Por imponderables, ayer no se pudo colgar la entrada correspondiente. Se acompañará de fotos del espacio procesional logroñés en su ámbito normal. fuera de los días de Semana Santa, 

Si hubiera sido un Sábado Santo normal, hubiéramos tenido que acudir a nuestra sede canónica de Santiago, el Real, para limpiar los últimos restos que, invariablemente, aparecen por los rincones del templo tras la procesión del Santo Entierro del día anterior y la posterior recogida de pasos y enseres. Se hubiera barrido y fregado todo el templo y, a la vez, se hubieran colocado todos los bancos correctamente, usando la famosa “cuerda” con la que los cofrades los alineamos todos y cada uno de los Sábados Santos desde hace ya no unos cuantos años, sino lustros. Pero no. Este año ha sido especial; hemos acudido al templo para dejar a nuestro paso titular en su sitio donde aguardará hasta el 12 de abril de 2022, esperando que pueda montarse para asomarse a las calles de su ciudad, Logroño, y caminar al día siguiente al Encuentro con su Madre en la Vía Dolorosa. 

Plaza Amós Salvador, enlace entre
las calles Portales y Rodríguez Paterna en la procesión
del Santo Entierro. 

Se hace difícil para un cofrade escribir sobre este día, si, además, tenemos en cuenta que en Logroño es un día vacío de contenido penitencial y, como consecuencia, sin presencia alguna en la calle de ninguna cofradía.

El proceso para encontrarle significado a este día fue parejo al del descubrimiento, año a año, celebración a celebración de la Vigilia Pascual. Ya se ha hablado alguna vez en este blog de los espacios celebrativos de la Semana Santa, templo y calle. Se ha comentado, de refilón, la situación de permanente tensión entre ellos. Se hablará en alguna entrada de la inmovilidad de más de cuatro siglos de la liturgia, en especial de la propia del tiempo semanasantero y como, por el contrario, la celebración en el espacio público ha ido evolucionando y adaptándose a los tiempos que toca vivir.

Decía José Antonio Pagola en el comen

Calle Mayor, tramo de la Costanilla, famoso 
entre los cofrades portadores de pasos en el Santo Entierro. 

tario al Evangelio del segundo domingo de Cuaresma de este año que  “para ser cristiano, lo más decisivo no es que cosas cree una persona, sino que relación se vive con Jesús… Es la adhesión a Jesús y el contacto con él lo que nos puede transformar”. Ahí es, en ese modo de entender la vida del cristiano, donde se debiera vivir la Vigilia Pascual. Una ceremonia llena de simbología, con unas lecturas muy precisas y unos signos impresionantemente sencillos y bonitos que, para desgracia nuestra, la mayor parte del mundo cofrade, desconoce en el fondo y en la forma, siendo imposible tener una vivencia plena de esa ceremonia.

Dejo unas palabras del Papa emérito, Benedicto XVI en su impresionante libro “Jesús de Nazaret. Desde la entrada en Jerusalén hasta la resurrección” para reflexionar lo que se va a vivir mañana, Domingo de Resurrección.  

“¿qué pasó allí?... (para los testigos)… un fenómeno totalmente nuevo… si la resurrección de Jesús no hubiera sido más que el milagro de un muerto redivivo, no tendría para  nosotros en última instancia interés alguno…en la resurrección del Hijo del hombre ha ocurrido algo completamente diferente… un romper de cadenas para ir hacia un tipo de vida totalmente nuevo… una vida que ha inaugurado una nueva dimensión de ser hombre… se ha alcanzado una nueva posibilidad de ser hombre, una posibilidad que interesa a todos y que abre un futuro, un tipo nuevo de futuro para la humanidad… Jesús ha entrado en una vida distinta, nueva; en la inmensidad de Dios y, desde allí, Él se manifiesta a los suyos”.

Calle Santiago desde la puerta de la Iglesia homónima
, último tramo que recorre la 
cofradía de Jesús Nazareno el Viernes Santo



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