Procesión del Cristo Resucitado
a mediados de los ochenta del siglo XX
Hasta el año 1983 Logroño no contaba con una procesión del
Cristo Resucitado. El Viernes Santo,
tras la procesión del Santo Entierro, los cofrades se iban a sus casas, tras
guardar los enseres procesionales donde cada cofradía buenamente podía. Es
cierto que durante unos años existió la llamada “Casa de Pilatos”, para guardar
o intentar guardar la mayor parte de los elementos usados por las cofradías. Al
final, tan solo se guardaban las andas de determinadas cofradías. El resto se
buscaba la vida como buenamente podía. Cuestión que, a día de hoy, se repite.
Dicho almacén se ubicaba en los bajos de determinados tendidos de la antigua
plaza de toros de la Manzanera de Logroño, hoy derruida.
Banda de la cofradía de Jesús Nazareno
un Domingo de Resurrección de los 90
enfilando el Puente de Piedra de Logroño
En 1983 la cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén,
inaugura la procesión de Resurrección. Día de madrugar, ya que partía a las
8,30 horas de la mañana. Se trasladaba desde el colegio de la Compañía de María
hasta el cementerio municipal, donde se celebraba la Eucaristía y,
posteriormente y por el mismo camino, se regresaba al punto de partida. A
diferencia de otras procesiones, el recorrido de esta se encuentra alejado del
centro de Logroño, atravesando el río Ebro hacia la zona norte de la ciudad,
zona donde la ciudad no se ha expandido debido, en primer lugar, a la presencia
del río y, en segundo lugar, por la cercanía con el País Vasco, escasos dos
kilómetros y apenas tres a la frontera con Navarra. Eso hace que apenas cuente
con presencia de público, excepto los que quieren asistir y su impacto en la
vida social de la misma sea mínimo. Aun así es una procesión que ha ido
asentándose, adaptándose a los cambios sufridos por la cofradía y, al final,
recortando el recorrido partiendo del cementerio y acabando en el citado
colegio de la Enseñanza, lugar donde reposa el resto del año en su iglesia, la
imagen procesionada.

Otra imagen del Resucitado
retornando desde el cementerio
en la primera década de este siglo.
Por lo demás, anécdotas locales al lado, es el día más
importante de la historia de la humanidad. Jesús, a quién hemos procesionado en
toda la pasión por todas las calles de España, vence a la muerte y resucita;
como dice Fano, nos encontramos ante el mayor spoiler que se puede decir a
nadie: “VAS A RESUCITAR”
Finalmente conviene recordar un dato que, a primera vista,
puede parecer casi sin importancia, pero que es importantísimo desde todos los
puntos de vista; el primer testigo de la Resurrección es María Magdalena, la
cual se encuentra el sepulcro vacío,
suponiendo que se han llevado el cuerpo (Jn 20,1-3) .
Impresionante imagen de María Magdalena,
primer testigo de la Resurrección portada
por su cofradía homónima un Viernes Santo en Logroño.
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