Viernes Santo con mayúsculas. Como decía mi abuelo, “niño, no se puede cantar, que se ha muerto el Señor”. El día grande. La gran procesión ante la cual palidecen las demás. El origen de las cofradías y sus procesiones; la procesión que, al igual que en Valladolid, Pamplona o Zaragoza, articula la Semana Santa logroñesa moderna en la calle. El gran día para todas las cofradías. El gran momento del año, el más esperado. Tras la debacle pasional del siglo XIX, solo se mantuvo esta procesión, organizada por el cabildo de la actual concatedral, antaño colegiata de Santa María de la Redonda.
A pesar de todo, los pasos logroñeses muestran a quien quiera
verlo, la Pasión y Muerte del primer cofrade de la historia. Once cofradías
salen a la calle a la vez con sus once escenas de la Pasión. Está claro que
faltan pasos, aunque podemos decir que los principales, están. Grandes imágenes
que son portadas por los hombros de los cofrades logroñeses, aunque la
influencia de otras modos de hacerlo ya lo tenemos en nuestra ciudad. El gran
día cofrade en Logroño, es el Viernes Santo. Y, como tal, así lo transmiten los
cofrades.
Si hoy hubiera sido un Viernes Santo normal, tocaba madrugar a las 2.15 h. A las 03,00 h. turno de vela ante el monumento de nuestra sede canónica, hasta las
6 de la mañana, hora en que llegaría el relevo. Después, un café en la
sacristía y a casa a dormir hasta la hora de comer. Y, posteriormente asistir a
los oficios del día, participar en la procesión del Santo Entierro y vivir y
disfrutar del mejor momento cofrade nazareno. Calle Santiago tras finalizar el
Santo Entierro. La sección musical de la cofradía detrás del paso y al, fondo,
Santiago, con la puerta abierta, dispuesta a acoger a sus hijos una vez más,
tras pasear en sus hombros a la imagen de Jesús Nazareno, el Señor de Logroño.
Después, recoger, desmontar los pasos y hasta el día
siguiente. Pero no es un año normal. No. Esta mañana, hemos vivido
intensamente, junto a bastantes cofrades nazarenos el Vía Crucis parroquial, y
junto a nuestra imagen titular, por primera vez un Viernes Santo, en el suelo,
a la altura de los ojos de sus cofrades, sus fieles devotos y sus visitantes.
Ahora? A esperar los oficios de la tarde, junto a nuestro paso titular. 2022
será otro año donde, esperemos, poder volver salir a la calle.
Para ello dejo una serie de fotos sacadas todas ellas, con excepción de la última, en la procesión del Santo Entierro de 1978.
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