Tercer
paso que procesionó la cofradía de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los
Dolores hasta el año 1944. Se dejó de procesionar, igual que el Medio Cuerpo, por
el deterioro que presentaba la figura. Todo parece indicar que se trataría de
la imagen encargada en 1573 por la cofradía de la Vera Cruz de Logroño al
escultor Francisco de Ortigosa y al ensamblador Juan de las Eras.
Como
curiosidad diremos que en el año 1892, siguiendo al periódico local, se decía que,
tras entrar en la Redonda, se quiso modificar su situación dentro del templo;
para ello lo levantaron los portadores, con la mala suerte de hacerlo dos más
alto que los otros dos, cayendo la imagen al suelo; como consecuencia, se
rompió un brazo de la imagen y esta
impactó sobre la cabeza de un joven de catorce años al que le produjo una
amplia brecha en la cabeza.
En
el año 1910, según la crónica del diario local, al dejar el paso en los
caballetes tras la procesión, unos chavales se subieron a ellos, haciendo que
volviera a caer la imagen; como consecuencia, se rompió el mismo brazo que en
el año 1892 y, además, hirió de levedad a una anciana que oraba delante de las
figuras.
La
imagen no se destruyó; a día de hoy se puede visitar en la capilla de los
Ángeles de la Iglesia Concatedral de Santa María de La Redonda de la capital
logroñesa. Corona el altar donde, de abajo hacia arriba, reciben culto público,
la urna y el yacente del Santo Sepulcro y la Virgen de la Soledad, ambas
donadas en 1697 por don Gabriel de Unsáin para la celebración de la función del
descendimiento y posterior procesión por las calles del quiñón de la parroquia.
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