El
Viernes Santo del año 1982, nueve de abril, fue la última vez que la cofradía de Jesús Nazareno
procesionó con el hábito diseñado por Alejandro Narvaiza Rubio, autor, además,
de la figura titular y del diseño de las andas del nuevo paso.
Los
tiempos habían cambiado en la Semana Santa logroñesa. Por primera vez en mucho
tiempo, se empezaba a mirar fuera de Logroño. Bien es verdad que la crisis que
desde mediados de los años 70 de la pasada centuria azotó a las asociaciones
pasionales logroñesas contribuyó no poco a que conseguir sacar las procesiones
a la calle fuera un éxito y consecuencia de un trabajo casi sobrehumano para
los cofrades de aquellos años. La Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro se
descomponía poco a poco no sabiendo gestionar los nuevos problemas que
aparecían en el día a día. Consecuencia o causa bien pudieron ser la desidia
eclesial, el poco caso de las autoridades del momento, la escasa o nula
formación cofrade.
De todos modos, no deja de ser paradójico que en aquellos
años un grupo de grandes cofrades, alimentados por su ilusión y su devoción a
sus pasos, lograran sentar las bases para que hoy se puedan repetir año tras
año, los desfiles procesionales de la ciudad de Logroño. Nombres como Castillo, Natalio Segura, Pascual, Chuchi Perea, Eugenio Ugarte, Torcelli, Miguel Ángel, Pons, Pablo, el mismo "Hermano Galletas" o Ricardo Ochoa son los artífices de lo que hoy vemos en la calle. Con sus virtudes y sus defectos y, algunos, olvidados por sus cofradías, sirvan estas líneas para ponerles en valor y recuperar su memoria. Más de una vez se les puede observar en la calle viendo los pasos con la misma humildad y devoción por "su figura", con la que trabajaron por ella.
Aquel
año de 1982 la cofradía nazarena aprobó cambiar la túnica de color pardo- marrón, por
una nueva de color morado, más acorde con la tipología cofrade de Jesús con la
cruz a cuestas. El color penitencial por excelencia, que ya a mediados del
siglo XIV era el color que eligieron los hermanos de la Primitiva Hermandad de
los Nazarenos sevillanos para, imitando a Cristo, salir a la calle.
La
fotografía corresponde al Viernes Santo del año 1978. Se observa como ya se ha
cambiado el color de las horquillas de los portadores que han pasado del gris
al marrón. Será, además, uno de los últimos años en que procesionaron los
romanos escoltando al paso en su desfile por las calles logroñesas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario