El
año 1993 es el punto de inflexión en las celebraciones pasionales no ya de la
cofradía de Jesús Nazareno, sino de toda la ciudad de Logroño. Se incorpora a
la Junta de Gobierno de la cofradía el
entonces seminarista Fermín Labarga García. Gracias a su presencia y a
su conocimiento del mundo cofrade, se introdujeron novedades en el día a día de
la cofradía. Por primera vez se hizo un programa de formación cofrade para la
Junta, abierto a todos los hermanos que quisieran sumarse; se realizó un
boletín informativo, pequeño y en blanco y negro, que no ha dejado de
realizarse desde entonces; se potenció la participación de la cofradía en las
celebraciones litúrgicas pasionales y, sobre todo, se hizo un proyecto de
actividades para el año 1994, fecha en la que el paso titular hizo sus bodas de
plata.
Aquel
año se celebra, el siete de abril, en la iglesia de Santiago, el Real, por
primera vez, la ceremonia admisión de nuevos cofrades, con una celebración de
la Palabra, la promesa de los estatutos por parte de los aspirantes y la
bendición de los hábitos. Ceremonia que, con el discurrir de los años, han ido
incorporando todas las cofradías. La ceremonia fue presidida, también por
primera vez en la historia de la cofradía, por el entonces Obispo diocesano don
Ramón Búa Otero. Posteriormente, todos los participantes en la celebración
partieron a la procesión del Encuentro, con la máxima autoridad diocesana
presidiendo la procesión, detrás del Nazareno logroñés.
Dicha
celebración, adecuándose a los tiempos actuales, se viene celebrando anualmente
en la misma fecha; el Miércoles Santo antes de participar en la procesión del
Encuentro. Sirva también la fotografía para realizar un sentido homenaje a Juan
Carlos Ruizolalla, entonces Hermano Mayor y que aparece en la fotografía, en el
momento de tomar la promesa de los Estatutos a los aspirantes. Fue Hermano Mayor de
la cofradía desde 1982 hasta 2004, con otro mandato de cuatro años desde 2008 a
2012. Posteriormente, fallecería tras una enfermedad que no le impidió
acercarse a ver a su Nazareno o en la calle o en la capilla de San Pablo de su
sede canónica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario