Cristo Resucitado logroñés
El pasado cuarto lunes de Cuaresma, escuchando y viendo la
Eucaristía desde la parroquia de San Francisco de Borja de Madrid, regentada
por los padres jesuitas, SJ, José María Rodríguez Olaizola, el oficiante, en su
pequeña homilía, habló de como, en estos tiempos de pandemia, muerte, desesperación,
confinamiento, aislamiento, etc. que estamos padeciendo todos, se veían, a
pesar de todo, “señales de esperanza en una sociedad infectada” ¿Cuáles
son? ¿Dónde están? La primera señal de esperanza es Cristo; sobre todo, Cristo
resucitado, el cual, nos acompaña hoy, con una foto dentro del cementerio
logroñés el Domingo de Resurrección del año 2015, antes de salir en procesión
por las calles logroñesas.
Las señales que indicó José María Rodríguez Olaizola son:
1ª Hay mucha gente que ayuda y deja todo para ayudar;
ejemplo, los aplausos de las 20,00 horas para sanitarios, policías, etc. que
ayudan en esta situación de confinamiento por una pandemia a nivel mundial. Se
aplaude a la gente que, simplemente hace el bien, no solo a los campeones
deportivos, a los políticos, etc.
2ª Estamos ante unos nuevos avances científicos. Esta pandemia nos está trayendo como la
sociedad ha empezado, a través de sus científicos, a investigar para acabar en
este caso con el Coronavirus Covid-19, que no es otra cosa que intentar acabar
con los males que acechan a la humanidad. Se usa el talento humano para el bien
común.
3ª Se está produciendo una vuelta a la fe profunda. El
hombre. Algunos, han decidido volver a buscar a Dios. ¿Dónde está? ¿Cómo lo
puedo encontrar? La fe es reconquistada por el hombre. Hay un camino de
esperanza tanto para el hombre como para la humanidad.
4ª Se está empezando a leer la sociedad de una manera
diferente. Nos encontramos que todas las seguridades que teníamos, de repente,
han desaparecido y nos encontramos ante un mundo nuevo y diferente en el que
tendremos que adaptarnos para vivir.
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