La Piedad, Viernes Santo
Logroño.
Hoy
acerco un tema espinoso y más en nuestros días: la eutanasia. Hemos oído como,
según determinadas personas, en esta crisis y ante la falta de material
hospitalario, los médicos decidían quién moría y a quién se dejaba luchar por
su vida, ayudado, eso sí, por los últimos avances técnicos.
Hemos
asistido a rasgadas de vestiduras por la actitud de países del norte de Europa
ante su actitud con sus mayores. Y se nos presentan a estos casi como si fueran
el diablo. Como decía un médico, nos toca repensar y vivir el tema de la
muerte, integrarla en nuestra vida; casualmente, estamos en tiempo de Pascua,
que para los seguidores de Jesús es tiempo de alegría, de búsqueda, de alegría de resurrección. Dejo un texto de
José María Rodríguez Olaizola, sj, aparecido en pastoralsj.org acerca de la
eutanasia. Texto no para juzgar, sino para pensar y reflexionar.
Y
que mejor imagen para repensar, reflexionar y plantarnos ante el tema de la
muerte, que María acogiendo en sus brazos el cuerpo muerto de su hijo. Recojo
otra imagen de Luis Gárriz Cano de la Piedad logroñesa, procesionada por la
cofradía homónima de la capital riojana.
EL
PELIGRO DE ELEGIR NO PENSAR.
Hoy he escrito este tuit: «La pregunta
'¿qué opino sobre la eutanasia'? (Y la correspondiente respuesta), debería ir
precedida por otra mucho más necesaria: '¿Qué sé sobre la eutanasia?' Y la
correspondiente (y seria) formación, búsqueda, lectura y reflexión.»
Al instante han empezado los reproches.
«¿Acaso hay algo que pensar?» «¿No tienes claro lo que dice la Iglesia?» Citas
del magisterio. Descalificaciones varias. Y supongo que seguirán. Es la eterna
retahíla de los que entienden que uno solo habla sobre sí, y para sí o los
suyos. Creo que mi tuit inicial aplica a todo el mundo. No es un tuit sobre mi
opinión, ni sobre la doctrina católica sobre este punto, sino una defensa
de la inteligencia humana, que necesitamos cultivar y aplicar
(creyentes y no creyentes) –en esta como en tantas otras cuestiones–.
Desgraciadamente, se va a legislar en España sobre la eutanasia –da la
sensación de que a velocidad de vértigo– y es un tema sobre el que –en muchos
ámbitos– no ha habido una reflexión a fondo. Hay mucha gente que no distingue
muerte digna, cuidados paliativos, eutanasia. Ayer en redes solo vi odio, y no
argumentos. Y en alguna tertulia, lo mismo. Visceralidad y la
simplificación de los ejemplos extremos, que siempre se pueden encontrar para
todo.
Creo sencillamente que Twitter no es el foro
para despachar en 280 caracteres, lo que está en juego. Hay muchas personas
implicadas, desde distintos sectores. Personas que ojalá fueran capaces de
dialogar y escucharse ante una cuestión de tanto calado para la sociedad. La
ciencia, la fe, la ética, los enfermos, las familias, los médicos, los
políticos... También habría que ver la experiencia de otros países. ¿Qué
se puede aprender de lo ocurrido ahí? ¿Qué luces o qué sombras aporta (si acaso
alguna)? ¿Qué preocupaciones genera?
Mi pregunta es, ¿ha habido esos foros? Los
políticos que se suben a las tribunas enarbolando argumentos gruesos, ¿serían
capaces de buscar, al margen de ideologías, esa reflexión profunda y apoyarse
en ella más allá de consignas partidistas?
En una sociedad plural tenemos que encontrar
caminos para escucharnos y comprender, y tratar de dialogar para conseguir lo
mejor –especialmente para los más vulnerables–. Y eso no es relativismo, ni
equidistancia, ni decir que todo vale. Es
aceptar que vivimos en una sociedad plural.
Y por eso seguiré estando en Twitter –o en las
redes– como llevo años intentando estar. Abogando por una cultura del
encuentro, en vez de trincheras que solo dejan víctimas y desoladas tierras de
nadie. Si alguien se asusta porque se anime a las personas a formarse y
pensar, el problema es suyo.
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