Virgen de la Soledad.
Cofradía de Jesús Nazareno "Congregación". Zamora.
Uno de los problemas con los que nos
encontramos en esta época de pandemia y reclusión en nuestras casas es la
soledad. Hay mucha gente sola, que no recibe o no puede recibir la visita, el
abrazo, el afecto, el amor de sus seres queridos. Y, ante estas situaciones no
queda otra opción que la espera confiada en que las cosas mejorarán, que cada
día que pasamos no es un día más, sino un día menos. Que, pronto volveremos a
tener una cierta normalidad, pensando siempre en si volverán las cosas a ser
como antes.
Dejo un poema de José María Rodríguez Olaizola
aparecido en pastoralsj.org sobre el tema. Y quién mejor plasma la soledad que
María en el momento de ausencia de su hijo muerto. Y aquí dejo una foto de la
Dolorosa de la zamorana cofradía de Jesús Nazareno, conocida como
“Congregación”; como curiosidad, los Viernes Santo, María viste de luto y oro,
mientras los Sábado Santo, luce luto pobre que es que muestra en la foto.
NADIE ESTÁ SOLO.
Nadie está
solo,
aunque a veces lo parece,
y te sientes herido,
o se te rompe la entraña.
Si se te pierde la risa,
y se te callan los versos.
Aunque te duela la historia
y te amenaza el presente,
se te atraviesan los miedos
o se oscurezca el futuro…
Es verdad que sí,
que hay días grises,
en que el silencio
atormenta, y oprime.
Hay momentos en que la distancia
es nostalgia y ausencia.
Hay abrazos extraviados
esperando un encuentro.
Hay miedos que anuncian naufragios
y derrotas que parecen finales.
aunque a veces lo parece,
y te sientes herido,
o se te rompe la entraña.
Si se te pierde la risa,
y se te callan los versos.
Aunque te duela la historia
y te amenaza el presente,
se te atraviesan los miedos
o se oscurezca el futuro…
Es verdad que sí,
que hay días grises,
en que el silencio
atormenta, y oprime.
Hay momentos en que la distancia
es nostalgia y ausencia.
Hay abrazos extraviados
esperando un encuentro.
Hay miedos que anuncian naufragios
y derrotas que parecen finales.
Pero nadie
está solo,
aunque a veces lo parezca.
Tu Palabra no se marcha
Y Tu espíritu nos une,
fluye, infatigable,
entre nosotros.
Despertando el Amor dormido,
vistiéndose de servicio,
llamándonos prójimos,
y trenzando, en nuestros días,
inesperados afectos
que se convierten en hogar.
aunque a veces lo parezca.
Tu Palabra no se marcha
Y Tu espíritu nos une,
fluye, infatigable,
entre nosotros.
Despertando el Amor dormido,
vistiéndose de servicio,
llamándonos prójimos,
y trenzando, en nuestros días,
inesperados afectos
que se convierten en hogar.
Aunque hoy nos
llueva dentro.
José María Rodríguez
Olaizola sj
No hay comentarios:
Publicar un comentario