viernes, 3 de abril de 2020

SEMANA SANTA 2020. VIERNES DE DOLOR. APROXIMACIÓN A LA PROCESIÓN.

Cartel anunciador de la procesión del año 2019
 
La procesión del Viernes de Dolor, en los últimos años, siempre ha caminado entre ser considerada como acto de Semana Santa o de Cuaresma. Era la culminación al septenario que se celebraba y hoy se celebra en la iglesia de Santiago, el Real. Desde la fundación de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro en 1940, es esta asociación la que porta el paso en la procesión que todos los Viernes de Dolor organiza la cofradía homónima cuya sede canónica es la iglesia de Santiago, el Real. A mediados de los años sesenta del siglo pasado aparecían fotografías en la prensa local donde se observaba como la Dolorosa era portada por miembros de la cofradía de Jesús Nazareno con su hábito completo, en aquella época, el mismo que la Hermandad.
Dice la crónica que “el procesional cortejo de la Dolorosa, cuya venerada imagen portaban los miembros de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro, fue presidido por nuestras primeras autoridades e integrado por gran cantidad de fieles de ambos sexos…” (Diario Nueva Rioja, 2/4/1966).
Salida de la Dolorosa de Santiago.
 
El recorrido que se hacía y que se mantuvo hasta ya entrado el siglo XXI, partía de la iglesia de Santiago, el Real, Barriocepo, Plaza del Parlamento, Mayor, La Merced, Portales, Sagasta, Mayor, Santiago, para acabar en la iglesia de la que había partido. Posteriormente se modificó subiendo por Once de Junio para bajar por Portales y continuar igual que antes.
La banda de tambores de la cofradía
en la calle Mayor de Logroño.
 
Hacia mitad de la década de los setenta, ante la crisis que se estaba suscitando en todo el movimiento pasional logroñés, la parroquia volvió a asumir la organización y celebración de la procesión. El abandono de la parte norte de la ciudad de Logroño, al lado del río Ebro, siempre tenido como frontera en la expansión de la ciudad, hizo pensar a los rectores en como buscar más público e intentar mejorar la procesión.  Los fieles de la parroquia pasaron a portar la imagen de la Dolorosa y, desde 1977 se suman al  desfile procesional las bandas de tambores de la cofradía de Jesús Nazareno y de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro, que, posteriormente pasaría a integrarse en la cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén. Lo hicieron las dos ya que ensayaban juntas en el antiguo colegio Navarrete, el Mudo de la capital logroñesa.
La Dolorosa en la calle Sagasta con
el Puente de Hierro de Logroño al fondo.
 
Con el paso de los años, la cofradía de la Dolorosa de la parroquia de Santiago, tras conversaciones con la cofradía de Jesús Nazareno para integrarse en ella y que no fraguaron por diversas razones, tras la intervención de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro, y el párroco de Santiago, el Real, decidieron darle un cambio a la procesión. La imagen, desde 1981, sería portada por la cofradía de la Soledad, se uniría en 1982 la imagen pequeña de la Magdalena y ese año 1981 salieron las cuatro bandas de tambores que había en Logroño: Nazareno, Entrada de Jesús en Jerusalén, Siete Palabras y Flagelación de Jesús. Se decidió no repetir al año siguiente tras no quedar bien debido al exceso de ruido en el desarrollo de la procesión. Hasta 1996 procesionó en las andas de la Virgen de la Esperanza; las actuales andas son del año 1997. Los años siguientes fueron de cuasi abandono, pasando a ser una procesión menor, dejada en tierra de nadie, a la que asistía cada vez menos cofrades y menos público.
Imagen de la Magdalena en la procesión
en los años 80 del siglo XX
 
En el año 2004, tras la reorganización de todas las cofradías siguiendo instrucciones del Secretariado Diocesano de Hermandades y Cofradías, la cofradía se pasa a integrarse en la de Jesús Nazareno, dentro de la misma parroquia, pasando a denominarse cofradía de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores. Tras la integración, la procesión comienza un proceso de evolución y mejora, hasta convertirse en lo que es hoy. Con los años, se cambia el recorrido acercándose hasta la concatedral de la Redonda; se abandona el hábito, el paso es portado por la cofradía titular y se le da una seriedad y respeto hacia la figura, los cofrades y las personas que la ven en la calle, que parecía que no existía algunos años. A día de hoy, es el pórtico para la Semana Santa de Logroño y el aperitivo para los fastos pasionales en la calle. Aun así el proceso de mejora no ha terminado. Queda camino por recorrer, aspectos a mejorar con el fin de engrandecer la procesión y llevarla al nivel que se merece.

 
Curiosa imagen de la Dolorosa delante
de un panel de publicidad.
 

 

 

 

 

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