Los tiempos ¿están cambiando?
Paso de La Flagelación, principio años 80 siglo XX.
Decía el gran cantante norteamericano Robert Zimmerman, más
conocido como Bob Dylan, en una canción que los tiempos están cambiando. “La línea está trazada/ la maldición
lanzada/ El que ahora es lento/ luego será rápido./Como el presente/será luego
pasado/.
Paso de La Flagelación, Viernes Santo.
El Martes Santo logroñés culmina el tiempo del cambio, que ya
se atisba desde hace unos años, en la Semana Santa logroñesa. La irrupción de
la sevillanización en Logroño alcanza su máximo exponente en el Vía Crucis de
la Flagelación. Lo ya iniciado por la Entrada de Jesús con el Cautivo a costal,
alcanza uno de sus máximos exponentes en el magnífico misterio de Vicente Ochoa
paseando por las calles de Logroño como si de cualquier barrio sevillano se
tratara. Y no, no es la Campana, es la calle Somosierra; al igual que podemos
decir que tampoco es el Puente de Triana, no es el Puente de Piedra,
inicialmente única vía de entrada en Logroño por el norte hasta finales del
siglo XIX.
No se entienda esto como crítica; Zaragoza, Madrid, León,
Palencia, todas las ciudades han sucumbido al supuesto encanto sevillano a la
hora de plasmar la vivencia pasional en la calle. Mejor? Peor? Copia?
Innovación? Nadie lo sabe; el tiempo será el que lo determine.
Año 1982. Paso de La Flagelación esquina calle Huesca con
María Teresa Gil de Gárate
Martes Santo de Flagelación, primera procesión logroñesa que,
desde sus inicios, huyó del casco antiguo, adentrándose en las calles de la
expansión de la ciudad hacia el sur a partir de los años cincuenta del siglo
pasado. Calles que nunca habían visto procesionar, se encontraron, de pronto,
viviendo expresiones de religiosidad popular más propias del caso antiguo
logroñés. Además, unido a la variación anual de los recorridos, ya que el
Cristo flagelado se aproxima y acerca a los hogares de los enfermos del quiñón
parroquial.
Banda de Tambores de la Cofradía de Jesús Nazareno,
acompañando a la Flagelación, un Martes Santo.
Posteriormente en la última década del siglo XX, asistimos en
Logroño a la aparición de otra cofradía que decidió tomar el Martes Santo como
escenario del Santo Rosario del Dolor. La Santa Cruz, cofradía marista, comenzó
a procesionar por los alrededores del colegio. Tras unos años buscando un
recorrido acorde, la huida del centro fuera del centro de la ciudad, hizo que
la búsqueda de un recorrido regresara al
caso antiguo donde parece que ya se ha asentado y lleva unos años procesionando
por las más tradicionales calles pasionales de la capital riojana. El cambio
del paso, del mejor paso contemporáneo como es el Encuentro de Quintín de Torre,
a pesar de las deficientes restauraciones recibidas, al Stabat de Chaparro,
impresionante Cristo acompañado de María, queda para otro momento.
Paso del Encuentro, primer paso titular de la
Cofradía de la Santa Cruz
Hoy es Martes Santo, día que, tradicionalmente, se ha caracterizado
por la gran cantidad de actos penitenciales que se celebraban en casi todas las
parroquias logroñesas; quizá la mayor penitencia para todos los cofrades sea
estar en casa, inimaginable hace un par de meses, pero realidad, dura realidad,
que nos está tocando vivir.
Stabat Mater, actual paso titular de la
Cofradía de la Santa Cruz.
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